Marruecos (Al-Mamlakah al-Maghribiya) ha estado poblado desde el Neolítico por: fenicios, cartagineses, romanos, visigodos, bizantinos bereberes, árabes, sefardíes...
Tras la llegada del islamismo, durante los siglos XI a XIII Marruecos fue el centro de un imperio desde el norte de África a la península Ibérica. A partir del siglo XV Portugal y España aumentaron su influencia. Durante el siglo XVII la llegada de los moriscos expulsados de España inició una época de prosperidad.
Fue el primer país en reconocer a Estados Unidos y firmar un tratado de amistad en 1783. En los siglos XVIII y XIX los países europeos intervinieron en la zona para contrarrestar los ataques de los piratas berberiscos. En 1912 se convirtió en un protectorado de Francia y España.
Después de la II Guerra Mundial los nacionalistas -Istiqal fue el partido más importante- reclamaron la independencia, que se obtuvo de Francia en 1956 y de España en 1958. Muhammad V asumió el título de rey en 1957. A su muerte el trono pasó a Hassan II.
Durante años Marruecos tuvo conflictos internos (la represión política de los “años de plomo”) y externos (Argelia 1963) (España 1969, Ifni).
Por los acuerdos de Madrid (1975) España se retiró del Sahara Occidental y Marruecos y Mauritania se repartieron el territorio, que más tarde Marruecos ocupó en su totalidad. El Frente Polisario reclama el establecimiento de un Estado independiente y la ONU ha emitido varias resoluciones, que no se han cumplido. El estatus final de esos territorios aún sigue sin resolverse.
En los años 90 Marruecos reformó su constitución y desde 1999 es gobernado por Mohamed VI que está impulsando reformas democráticas.
Marruecos tiene un estatus de aliado importante con la OTAN, forma parte de la Liga Árabe, es sede de la Unión del Magreb Árabe (UMA) y en 2004 firmó un tratado de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea.
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