La plaza Jemaa el Fna, de Marrakesh, es uno de los lugares más conocidos y visitados.
Durante el día está llena de músicos, cantantes, contadores de historias, aguadores, escritores, encantadores de serpientes, echadores de la buenaventura, vendedores de bebidas y saltimbanquis.
Durante la noche se llena de restaurantes al aire libre en los que turistas y marroquíes comparten un espacio único que reune el ayer y el hoy de Marruecos.