Textos

 


El problema de las encuestas

S. Cardús

Se ha de subrayar con fuerza cuáles son los límites de las encuestas, y cuáles son las ambigüedades a las cuales da lugar el hecho de identificar la sociología con la realización de encuestas.
En primer lugar, porque las encuestas proporcionan sencillamente un material poco o muy aprovechable, pero por ellas mismas no explican nada: porque hablan, para que hablen, para que expliquen algo, han de ser interpretadas, es decir, los resultados se han de situar en un marco de referencia teórico, han de ser contrastadas con unas hipótesis de trabajo previas, etc. Hacer encuestas no es hacer sociología: es, en el mejor de los casos, preparar el terreno para poder hacerla.
En segundo lugar, se ha de tener en cuenta que hay muchas clases de encuestas. Sin entrar en detalles técnicos que no aquí no es el caso, fijaos en la diferencia que hay entre incluir o no en un cuestionario unas preguntas que buscan datos objetivos ("¿qué año naciste?"), datos de comportamiento ("¿cuántas veces ha ido al cine los últimos quince días?", "¿qué votaste en las últimas elecciones?"), u opiniones ( "¿te gusta el cine?", "¿te consideras de derechas o de izquierdas?")
Es evidente que el grado de fiabilidad de las respuestas, y también la posibilidad de compararlas, de hacer sumas y de extraer porcentajes, es extraordinariamente diverso según los casos. De las fechas relativas a la edad se puede extraer una pirámide de edades, útil y fiable a pesar que esta todavía no nos diga gran cosa aparte de ofrecernos una descripción de una situación determinada en un momento concreto. De la frecuencia de idas al cine podemos obtener una cierta idea de un aspecto determinado del consumo cultural. Del porcentaje de personas que dicen que les gusta el cine no obtendremos nunca otra cosa que eso: comprobar cuántas personas dicen que les gusta el cine cuando lo preguntas, sin saber exactamente que quieren decir cuando dicen que les agrada el cine, y sin saber ni tan sólo aproximadamente si los que dicen que les gusta el cine quieren decir lo mismo cuando lo dicen.
CARDÚS, S. La mirada del sociòleg. Ed.Proa. Barcelona,1999.

 

Cuestiones:
1. ¿Cuáles, según S. Cardus, son los límites de las encuestas?
2. Comenta la frase "hacer encuestas no es hacer sociología"
3. ¿Donde reside la objetividad de una encuesta según el autor?

 

 


La tarea del sociólogo

B.J.Cohen

Luego de plantear un problema específico, el sociólogo debe hacer la búsqueda necesaria para resolver todo lo que otros sociólogos han investigado en ese campo. A través del examen cuidadoso de estas investigaciones previas, y el desarrollo de planteamientos anteriores, el sociólogo puede establecer una nueva hipótesis, un planteamiento que podrá ser confirmado o no por la prueba. El sociólogo entonces observa y analiza los datos y finalmente llega a conclusiones basadas en esas observaciones. Tales conclusiones, al igual que todas las conclusiones científicas, son tentativas, o sea, que deben estar abiertas a examen y escrutinio de los otros sociólogos para que, en caso de hallarlas contradictorias con descubrimientos o desarrollos posteriores, sean revisadas o reemplazadas.

B.J.Cohen. Introducción a la sociología. Ed. MacGraw-Hill. Bogotá, 1980, pág.11

 

Cuestiones:
1. ¿Por qué el sociólogo debe tener en cuenta las investigaciones previas sobre el tema que trata de estudiar?
2. ¿Por qué sus conclusiones nunca son definitivas?