LA TÉCNICA DEL FLAMENCO |
ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN EL FLAMENCOLos diferentes elementos que intervienen en la expresión del flamenco son los siguientes: el ritmo, que es esencial; los palos, con más de 50 distintos; el cante, el que expresa el sentimiento; el baile, es el ritmo que acompaña y por último, el toque, el acompañamiento del cante y del baile. Cada uno de los citados arriba tiene sus formas y maneras. Pero todos son igual de importantes para crear una “obra” flamenca. EL RITMOEn la mayoría de las músicas occidentales, el ritmo es constante y está presente en las acentuaciones de unos compases de no más de cuatro medidas. Estas acentuaciones suelen coincidir con las divisiones del compás. En el flamenco, el ritmo es esencial, y se aplica de una forma muy especial: los compases pueden tener doce cuentas con acentuaciones predeterminadas que forman una frase rítmica que los intérpretes conocen de antemano, y sobre la que se pueden ejecutar variaciones sorprendentes. Sobre esta estructura rítmica, dos guitarristas pueden alternar propuestas rítmicas tipo "pregunta-respuesta" durante un número de compases variable. Dentro de una pieza puede haber partes de medida libre, y en muchas ocasiones el cantaor tirará del tiempo hacia delante o hacia atrás según interese, y creará los espacios para los demás músicos con sus silencios. En la música occidental la tensión y el sentido de cierre de un tema suele venir dado por la melodía, en el flamenco, sin embargo, las melodías están unidas a la frase rítmica; Un "cante por soleá" puede ser tocado en un ritmo de 3/4, pero puede haber frases divididas en distintas medidas y después subdividirse la frase de nuevo. La complejidad y variedad rítmica evita la repetición y contribuye a la construcción climática de unos cierres y finales con un carácter resolutorio muy marcado. LOS PALOSDentro del mundo del flamenco son muchos los palos o estilos que podemos encontrar. En el género musical flamenco se distinguen una docena de grupos rítmicos diferenciados entre sí con claridad y que se denominan en el lenguaje propio de este arte palos. Cada uno de ellos tiene una medida y un compás distintos. El ciclo más habitual, en casi todos los palos, es de doce partes, (como en el blues). A menudo cada pieza se canta enlazando estrofas de distinto origen llamadas coplas, su número depende del ambiente que se quiere establecer y de la reacción del público. Se pueden contar más de 50 "Palos" del Flamenco: Alborea, Alegrías, Bambera, Bulerías, Campanilleros, Caña, Cantiña, Caracoles, Carcelera, Cartagenera, Colombiana, Debla, Fandango Fandanguillo, Farruca, Garrotín, Granaina, Guajira, Jabera, Jota Flamenca, Jaleos,Liviana, Malagueña, Mariana, Martinete, Media, Media Granaina, Milonga, Minera, Mirabrás, Nana, Petenera, Polo, Romance (la más vieja canción española que se ha conservado y transmitido por tradición oral), Romera, Rondeña, Rumba, Saeta, Seguiriya, Serrana, Sevillana, Soleá (de soledad), Tango, Tanguillo, Taranta, Taranto, Tiento, Toná, Trillera, Verdiales, Vidalita, Zambra, Zorongo. Cada "Palo" tiene su propio ritmo, su propia armonía y, en caso de que sea un palo bailable, cada cual será una danza diferente. Hay cuatro palos importantes que varían según los ritmos, la temática de las letras, la estructura, las melodías... dentro de los toques a compás que son: soleares, bulerías, seguiriyas y tientos. Aunque existen otras formas básicas que derivan de ellas por su igualdad de ritmo o porque el carácter emotivo está íntimamente relacionado con ellos. Los palos otorgan al cante flamenco un equilibrio de majestad, dramatismo y variedad expresiva. Un buen cantaor sabrá siempre cantar todos los palos. Cada uno posee diferentes variantes rítmicas y sobre ellas diversos creadores han impuesto su impronta personal, dando lugar al nacimiento de nuevas variantes. Las provincias andaluzas de Cádiz, Málaga y Granada son responsables de la mayoría de los palos, junto con algunas otras provincias de Andalucía y de las regiones colindantes de Extremadura y Murcia. Las variaciones son múltiples y a menudo se denominan por su lugar de origen, como las malagueñas (de Málaga), o fandangos de Huelva. Éstos son bailados y cantados por los artistas de flamenco del Panorama Español, donde la pasión y el sentimiento del flamenco corren por sus venas haciendo del flamenco un lenguaje universal, una música internacional y única. CLASIFICACIÓN DE LOS PALOS Los palos de origen más antiguo reciben el nombre de palos básicos; entre ellos están los romances y las tonás, las siguiriyas y las soleares, y los tangos y las cantiñas.
PALOS DE 12 TIEMPOS 1.1.- Grupo de la soleá:Bulerías, Bulerías por soleá, Alegrías, Soleá por bulerías, Caña, Polo, Mirabrás, Caracoles, Cantiña, Bambera, Romera, Alboreá.
1.2.- Grupo de la seguiriya: Bulerías, Bulerías por soleá, Alegrías, Soleá por bulerías. 1.3.- Guajira y Petenera. 2.- Palos binarios (contienen dos partes): Grupo de los tangos: Rumba, Garrotín, Colombiana, Milonga (género musical), Farruca, Taranta o Taranto, Tiento, Mariana (música). * Los tientos son una proyección del los tangos al cante grande. Es muy común en los cantaores, empezar por tientos y acelerar luego el ritmo para terminar por tangos.
* Las sevillanas son un baile de parejas (con o sin castañuelas) con acompañamiento de cante y guitarra. Hay quien dice que provienen de las seguidillas manchegas y otros aseguran que de las seguidillas sevillanas.
* Los tanguillos poseen unos tercios muy ligeros, un aire marcadamente festero y unas letras jocosas y chuflaneras (de broma), por lo que podemos situarlos más en un ámbito carnavalesco y festivo que en un marco flamenco. Tiene toda la gracia y salero que la zona gaditana imprime en sus cantes específicos.
EL CANTE
El cante es el conjunto de composiciones musicales más básico y antiguo, anterior a la guitarra y al baile, que surgieron durante el siglo XVIII como resultado de la mezcla de los diferentes estilos musicales y folclóricos que había en Andalucía. Muchos de los palos flamencos sólo son para cante. Para quienes no somos andaluces, es lo más difícil de entender con el intelecto, pero nos llega por el acercamiento sensible. El cante es el que realmente determina la estructura musical del arte flamenco. Cante es la expresión oral de los sentimientos del flamenco, transmite solemnidad, desgarro y profundidad; la historia y sentir de una cultura. Cuando se logra el clima, el cantaor comienza a hacer el son. Se diría que el cantaor entra de puntillas, no irrumpe con su protagonismo, sino que, en cierto modo, espera el instante preciso para que su voz forme parte de un todo. Al principio, el cante es bajito, como si el cantaor estuviera recordando la memoria que le viene de viejo, o como si una voz le susurrara desde el principio de los tiempos qué es lo que va a decirse, por dónde debe arrancarse. Es lo que se conoce como el ayeo. Sirve para templar la voz, prepararla, tensarla. Pero, sobre todo es la puerta del cante; la voz quedándose sola en expresión pura. Estos sonidos no dicen nada, cantan, tiemblan. El ayeo es la entrada del cante por la puerta de la pobreza, de la injusticia, de la persecución y la miseria.
En casi todas sus formas el cante se inicia con un quejido lastimero que refleja una gran angustia existencial, un dolor de tipo ancestral. Ese grito que nos sumerge desde el primer instante en la antigüedad del origen de los cantes recibe el nombre de quejío y es la manera que el intérprete tiene de comenzar a adecuar la voz a lo que va a cantar, a la vez que prepara emocionalmente a su oyente. Como escribió el poeta Federico García Lorca, “Es un cante que proviene de las primeras lágrimas vertidas por la muerte del ser más querido y del primer gesto de ternura recibido”. A partir de este quejío surge una pausa muy breve y vuelve a oírse la guitarra rasgueando, es decir, suena rozando varias cuerdas a la vez con la punta de los dedos. Abre camino para una voz a punto de arrancarse. EL BAILEEl baile flamenco es una manifestación muy antigua y está circunscrita al ámbito andaluz. Tiene una vigencia de dos siglos, dentro de una evolución constante. Su edad de oro se registra entre 1869 y 1929. Baile es el ritmo de acompañamiento de los cantes con taconeos, batir de palmas, castañuelas, golpes con el pie, etc., son imprescindibles para crear un clima alrededor del cantaor que si faltan no es posible la fiesta flamenca.Éste es la expresión corporal del flamenco, el reflejo del sentir del corazón flamenco hecho movimiento. El baile, que recoge influencias multiculturales del sur español, viene evolucionando en paralelo al cante y al toque desde hace dos siglos, hasta fijar sus propios estilos y técnicas. El zapateado, el braceo, los marcajes, las vueltas, las llamadas o las escobillas son algunos de sus elementos, a lo que se añade la personalidad del intérprete. La Malena, La Argentinita, Vicente Escudero, Carmen Amaya, Antonio Gades, Mario Maya, Joaquín Cortés, Eva la Yerbabuena... son sólo algunos de los bailaores que destacan en la historia del flamenco. El baile es, quizás por su estética, el estandarte del flamenco en el mundo. Éste depende completamente de la guitarra, que le presta el compás y el ritmo imprescindibles para su realización, de manera que su progreso va unido al de este instrumento. El baile flamenco comprende movimientos de pies, cuerpo y brazos:
En cuanto a sus características ha sido definido como baile:
EL TOQUENace como el acompañamiento del cante y del baile. A principios de siglo XX, varios maestros inician el camino que culmina con Paco de Lucia: de figura periférica, el toque se transforma en figura central. A partir de entonces, el centro de gravedad del flamenco se desplaza del cante al toque. El toque es el arte de la guitarra flamenca, interpretar el cante flamenco y su sentimiento por medio de ésta. Para ser un verdadero maestro, el tocaor debe ser capaz de acompañar al cantaor y al bailaor, proporcionándoles el soporte para conducir sus emociones más profundas. Un guitarrista debe estar también preparado para tocar como solista, tan versado en las formas tradicionales, como dispuesto a experimentar. El ejemplo definitivo, sin duda alguna, es Paco de Lucía. Él ha demostrado que puede sacar lo mejor de un cantaor y además transmitir increíbles emociones como solista. Cuando el corazón tiene algo que decir necesita una salida por la que expresarse. Unos lloran, otros cantan y los que no tienen palabras, tocan la guitarra para que otros lloren y canten. |