4. El punto de vista

4.1. El narrador y el punto de vista

La familia de Pascual Duarte, tal y como hemos visto al analizar la estructura, está dividida en dos grandes bloques:

  1. Los documentos que enmarcan y referencian las memorias
  2. Los escritos de Pascual Duarte.
Sin embargo, estos dos grandes bloques no se corresponden exactamente con los apartados en que podemos dividirla desde el punto de vista del narrador.

En la novela, y siempre en primera persona, aparecen las voces de:
  • Pascual Duarte, el narrador protagonista de la historia.
  • El transcriptor, un narrador externo al relato que actúa de mediador entre Pascual y el lector.
  • Don Jesús Barrera López, el receptor de las memorias de Pascual
  • Santiago Lurueña, el capellán de la cárcel de Badajoz que asistió a Pascual en sus últimos momentos
  • Cesáreo Martín, un número de la guardia civil destinado en la cárcel de Badajoz que asistió a la ejecución de Pascual.
que nos ofrecen, en mayor o menor grado, distintas visiones sobre la vida de Pascual

4.2. Propuestas de trabajo

  1. Explicar las características de cada uno de los narradores.
  2. Analizar la función de éstos y su importancia en el conjunto de la novela.
  3. Observar en qué momentos de la novela aparece cada uno de los narradores y relacionarlo con la evolución de la trama de la novela y con el mantenimiento de la intriga
  4. Reflexionar sobre la intención última del autor en cuanto a la creación de dichos narradores.
  5. Sobre las memorias de Pascual Duarte actúa una doble censura:
    1. la del propio Pascual: Nunca fue la memoria mi punto fuerte, y sé que es muy probable que me haya olvidado de muchas cosas incluso interesantes, pero a pesar de ello me he metido a contar aquella parte que no quiso borrárseme de la cabeza y que la mano no se resistió a trazar sobre el papel, porque otra parte hubo que al intentar contarla sentía tan grandes arcadas en el alma que preferí callármela y ahora olvidarla
    2. la del transcriptor: He preferido, en algunos pasajes demasiado crudos de la obra, usar de la tijera y cortar por lo sano; el procedimiento priva, evidentemente, al lector de conocer algunos pequeños detalles -que nada pierde con ignorar-; pero presenta, en cambio, la ventaja de evitar el que recaiga la vista en intimidades incluso repugnantes, sobre las que -repito- me pareció más conveniente la poda que el pulido.
    establecer hipótesis sobre los hechos "censurados" y sobre el significado de dicha censura.