HORA SANTA 

CANTO DE ENTRADA (De pie)

QUEDATE JUNTO A NOSOTROS

QUE LA TARDE ESTA CAYENDO,

PUES SIN TI A NUESTRO LADO

NADA HAY JUSTO, NADA HAY BUENO.

 

1 Caminamos solos por nuestro camino

cuando vemos a la vera un peregrino,

nuestros ojos ciegos de tanto penar

se nos llenan de vida, se nos llenan de paz.

 

2. Buen amigo, quédate a nuestro lado,

pues el día ya sin luces se ha quedado;

con nosotros quédate para cenar

y comparte mi mesa y comparte mi pan.

 

3, Tus palabras fueron la luz de mi espera

y nos diste una fe más verdadera;

al sentarnos junto a ti para cenar

conocimos quién eras al partirnos el pan

 

Introducción (Celebrante)

 

+En el nombre del Padre...

Queremos estar una hora con Jesús. Volveremos a recordar sus palabras y sus gestos, que no se nos olviden, que sean luz y vida para nosotros. Nos importa estar cerca del Señor, escucharle y comulgar con él. Queremos adentrarnos en el misterio de su amor y de su dolor. No lo agotaremos, porque es misterio y porque se prolonga hasta el fin.

 

Monitor 1

Aquí no hace frío, hace calor, porque está Cristo.

Aquí no es de noche, es de día, porque está Cristo.

Aquí no hay desesperación, hay esperanza, porque está Cristo.

Aquí no hay violencia, hay paz, porque está Cristo.

Aquí no hay división, hay comunión, porque está Cristo.

 

(Nos sentamos)

 

1.-CRISTO SE ENTREGA POR AMOR Y CARIDAD  A TODOS LOS HOMBRES

 

Monitor 1

Gracias, Señor, porque has querido lavarme los pies y el corazón;

porque me has perdonado, gracias, Señor;

porque me has curado, gracias, Señor;

porque me has sentado a tu mesa, gracias, Señor;

porque te has hecho para mí alimento y bebida, gracias, Señor;

porque me has hecho partícipe de tu misma vida, gracias, Señor;

porque me has regalado las joyas de tu Espíritu, gracias, Señor.

 

 

Monitor 2

CRISTO FUENTE DE TODA CARIDAD

 

Tú, Cristo, fuente de todo amor,

te hiciste pobre con los pobres,

hermano de todos, y consuelo de los afligidos.

Tú, Cristo, fuente de todo amor,

diste de comer a la Humanidad hambrienta,

amaste a los niños,

te compadeciste de la viuda,

y socorriste al que te necesitaba.

Tú, Cristo, fuente de todo amor,

enséñanos tu amor, tu manera de compartir, tu solidaridad,

para que viéndote te sigamos

amando, compartiendo, siendo solidarios.

Tú, Cristo, fuente de todo amor,

entra en nuestra vida con todo tu amor,

y haz de nosotros instrumentos humildes para ayudar a nuestros hermanos.

Tú, Cristo, fuente de todo amor,

estás en el parado, en el drogadicto, en el alcohólico,

en el niño abandonado, en el explotado y oprimido,

en el enfermo de Sida y en todo marginado.

Tú, Cristo, fuente de todo amor,

despierta en nosotros un corazón tan grande

que sintamos los problemas de los hermanos como nuestros,

y que nuestras manos

sean tus manos que se tienden al pobre necesitado.

 

CANTO:

Donde hay caridad y amor.

 

Donde hay caridad y amor allí está el Señor. (2)

 

1.- Una sala y una mesa, una copa, vino y pan, 

los hermanos compartiendo en amor y en unidad. 

Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor, 

celebramos su memoria y la entrega de su amor.

 

2.- Invitados a la mesa del banquete del Señor,

 recordamos su mandato de vivir en el amor. 

Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que él nos da, 

y también en el hermano, si lo amamos de verdad.

 

3.- Este pan que da la vida y este cáliz de salud 

nos reúne a los hermanos en el nombre de Jesús.

Anunciamos su memoria, celebramos su pasión,

el misterio de su muerte y de su resurrección.

 

 

2.-CRISTO SE VE ABANDONADO POR SUS DISCÍPULOS 

 

Los discípulos duermen (Lector 1)

Mientras Jesús agoniza, los discípulos, aún los más íntimos, duermen. Pueden más en ellos el cansancio y el sueño que la situación y el ruego del amigo. Ni Pedro, ni Juan, ni Santiago estuvieron a la altura de las circunstancias. ¡Qué bueno hubiera sido que acompañaran a Jesús, aunque no dijeran nada, pero que quisieran compartir y consolar! También por ellos mismos necesitaban fuertemente más vigilancia y oración. Pero son unos inconscientes.

Nos pasa a nosotros muchas veces. No sabemos o no somos capaces de estar cerca del hermano o del amigo que nos necesita. Nos pide una palabra, un gesto, una presencia compresiva y solidaria, pero nosotros dormimos, vamos a lo nuestro.

 

Nosotros también dormimos: (Lector 2)

- Cuando no escuchamos la Palabra de Dios o el grito del hermano. 

- Cuando no vemos el «dios» que está o pasa a nuestro lado.

- Cuando nos resbala el problema del otro.

- Cuando ignoramos el sufrimiento del mundo y nos encerramos en el nuestro.

- Cuando no hacemos frente a nuestras responsabilidades.

- Cuando vivimos alienados con nuestras «ocupaciones», diversiones y adicciones.

- Cuando no somos conscientes del momento que vivimos. 

- Cuando no nos abrimos a Dios ni le buscamos.

- Cuando ...

 

 

CANTO

Victòria! Tu regnaràs.

Oh Creu! Tu ens salvaràs.

 

1.‑ Tu brilles sobre els homes, que busquen la veritat.

Oh Creu, font d'on rebrolla, l'amor i la llibertat.

 

2.‑ Tu portes l'alegria, al pobre i al malalt.

Tu ets la llum que ens guia,

vers Crist, cabdill immortal.

 

3.‑ A l'ombra dels teus braços, el món la pau buscarà.

Com Crist, amb claus per llaços, per tu el cel guanyarà.

 

 

3.-CRISTO ESTÁ SÓLO PERO CONFIA EN DIOS

 

Del Evangelio según san Mateo: (Lector 1)

Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.  Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;

 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.

 

SALM 22 (Lector 2 –català-)

 

Déu meu, Déu meu,

per què m'has abandonat?

No véns a salvar-me,

no t'arriba el meu clam.

 

Crido de dia i no em respons, Déu meu;

crido de nit, sense repòs.

I això que tu ets el Sant,

que té per tron les lloances d'Israel!

 

En tu confiaven els nostres pares,

hi confiaven i els vas alliberar;

a tu clamaven i eren deslliurats,

en tu confiaven i no foren confosos.

 

Però jo sóc un cuc, no pas un home,

befa de la gent, menyspreat del poble.

 

Tots els qui em veuen es riuen de mi,

fan ganyotes, prenen aires de mofa:

 

«Que s'adreci al Senyor, que ell el salvi,

que l'alliberi, si tant se l'estima!»

 

Però tu em tragueres del si de la mare,

ets tu qui em confiares als seus pits;

acabat de néixer, em van dur a la teva falda,

des d'aleshores ets el meu Déu.

 

CANTO: 

1.- Tú eres el Dios que nos salva, 

la luz que nos ilumina,  la mano que nos sostiene 

y el techo que nos cobija. (2)

 

Te damos gracias, Señor. (2)

 

2.- Te damos gracias, Señor  porque has depuesto la ira 

y has detenido ante el pueblo la mano que lo castiga.(2)

 

3.- Y sacaremos con gozo  del manantial de la vida 

las aguas que dan al hombre  la fuerza que resucita. (2)

 

4.- Entonces proclamaremos:  ¡Cantadle con ale­gría! 

¡El nombre de Dios es grande! ¡Su caridad, infinita! (2)

 

5.- ¡Que alabe al Señor la tierra! 

¡Contadle sus maravillas! 

¡Qué grande en medio del pueblo

el Dios que nos justifica! (2)

 

 

(Nos ponemos de pie)

 

PADRE NUESTRO. 

 

ORACIÓN (Celebrante)

Sentimos, Señor, tu presencia amistosa y resucitada.

Gracias por quedarte con nosotros.

Nos miras con amor inmerecido, un amor que nos limpia y nos recrea y enciendes nuestro corazón con tu palabra.

Gracias, Señor, por tu amor y tu palabra.

¡Quédate siempre con nosotros!

 

CANTO FINAL

Danos un corazon grande para amar.

Danos un corazón fuerte para luchar.

 

1.- Hombres nuevos, creadores de la historia, 

constructores de nueva humanidad. 

Hombres nuevos que viven la existencia

como riesgo de un largo caminar.

 

2.- Hombres nuevos, luchando en esperanza, 

caminantes, sedientos de verdad. 

Hombres nue­vos, sin frenos ni cadenas, 

hombres libres que exigen libertad.

 

3.- Hombres nuevos, amando sin fronteras,

por en­cima de razas y lugar.

Hombres nuevos, al lado de los pobres, 

compartiendo con ellos techo y pan.