San Francesco de Rímini o Templo Malatestiano

Temple Malatestiano Si Alberti sólo hubiera trabajado para los ricos comerciantes florentinos, es posible que nunca hubiera alzado un templo a la gloria humana como hizo en Rímini para Sigimondo Pandolfo Malatesta "victorioso de los múltiples y graves peligros que hubo de superar durante la guerra italiana, motivo por el cual erige este templo al Dios inmortal y a la ciudad, sosteniendo en su generosísimo espíritu los grandes gastos, para iniciar y alzar a la posteridad este monumento noble y sagrado".

Esta contundente y pedante inscripción en caracteres griegos responde al sentir de Malatesta, quien quiso convertir una humilde iglesia gótica de frailes franciscanos en un panteón romano, en un templo dinástico en el que pudiera disponer su propia sepultura y la de la su amada.

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