ENTREVISTA a Vittorio Giardino, creador de ´¡No pasarán!´
"Escribo sobre el pasado porque de hoy sabemos poquísimo"

J. BARRANCO., BARCELONA - 11/06/2006

Barcelona, anuncia Vittorio Giardino, será el único escenario de la tercera y última parte de las aventuras de Max Fridman - un personaje parecido a él- en la Guerra Civil española. Giardino (Bolonia, 1946) ejerció toda una década como ingeniero antes de dedicarse, a partir de 1978, al mundo del cómic. Sus primeros pasos notables llegaron con los álbumes del detective Sam Pezzo,pero ha cultivado muchos géneros, como el erótico, con Little Ego,o la novela de formación con su serie Jonas Fink,un chico judío en la Praga comunista de posguerra. Desde 1982, ha dado vida a las aventuras del espía judío francés Max Fridman en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Hace dos álbumes, ¡No pasarán! y Río de sangre (Norma), que Fridman está en la guerra civil española.

- ¿Finalmente le costó tanto como temía dibujar las escenas bélicas de Río de sangre en el Ebro?

- Fue más fácil de lo que pensaba, porque había muchos libros. El problema fue imaginar el miedo, porque manuales de miedo no hay. Y es un buen problema dibujar Barcelona, porque para mí, que estos días paseo para documentarme para el tercer álbum sobre la Guerra Civil, es difícil imaginar qué había entonces en el palacio del Teatre Lliure. Quizá el Ministerio de Sanidad...

- Parece que con Max Fridman y otros cómics quiere reconstruir la historia europea del siglo XX.

- La idea es ésta. Es un testimonio para contar las vicisitudes de una época. Pero hablo de los años treinta para hablar de hoy. Sólo que es más fácil hablar del pasado, porque es más fácil saber cómo eran las cosas. De hoy sabemos poquísimo. Hasta dentro de cincuenta años no sabremos muchísimas cosas de la guerra de Iraq. Por ejemplo, en 1938 no se sabía que Franco promete cambiar la ley para que los extranjeros puedan tener más del 50% de las minas. Estos detalles se escapan, y son los que permitieron desbloquear la ayuda alemana y que el frente del Ebro dejara de estar estancado.

- ¿Max Fridman es su reflejo?

- Tiene muchas cosas mías. Los héroes habitualmente están rodeados de personas malas que se equivocan, y ellos son débiles pero aciertan la verdad y triunfan. Yo me equivoco mucho y esto le va a suceder ahora a Fridman: resultará que en realidad no ha entendido nada. Luego, está la famosa venganza del bajito: hacer un personaje también bajo. Las mujeres tienen muchos tipos de hombre ideal, pero todos son altos, y eso me hizo sufrir mucho.

- ¿Llevará a Fridman a la Segunda Guerra Mundial?

- Querría. Me interesa mostrar hechos no muy conocidos pero muy molestos. Episodios que no vienen de la maldad de alguien, como el rechazo de judíos en Suiza en la Guerra Mundial, sino de cálculos y razones, en ese caso políticas: había miedo a la invasión alemana. Quiero entender por qué suceden las cosas.