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(Consulta 4-05-2006)

Año 4 - Número 71 | Jueves 04 de Mayo de 2006

Redefiniendo el diseño instruccional en entornos virtuales

El especialista estadounidense Michael Allen desmitifica algunas prácticas vinculadas al procesamiento pedagógico de cursos de e-learning, proponiendo nuevas actuaciones para responder a las demandas que actualmente plantea la formación online.

Hace apenas algunas semanas, durante su presentación como conferencista destacado de TechKnowledge 2006, Michael Allen (CEO de Allen Interactions) invitó a reaprender lo que conocemos actualmente sobre diseño instruccional. En este sentido, llamó la atención a la industria del e-learning sobre algunos principios, que a su criterio, están siendo malinterpretados:

1. El diseño instruccional está demasiado enfocado en el contenido (considerado como rey), y resulta necesario focalizarlo más en el aprendiz y en las experiencias y conductas necesarias para lograr el éxito.

2. Los expertos saben demasiado pero no recuerdan la instancia de “no conocimiento”, por lo que muchos de sus desarrollos pueden ser asimilables solo por especialistas y no por alumnos comunes. Hoy, los aprendices recientes son los verdaderos expertos por su proximidad con el proceso de aprendizaje.

3. No necesariamente hay que terminar de analizar un proceso formativo para recién entonces comenzar a diseñar. El diseño ayuda al análisis y, por otra parte, hay que recordar que el análisis nunca termina. Los prototipos generan preguntas que ayudarán a perfeccionar la investigación.

4. Mientras se sostiene que hay que listar los objetivos de aprendizaje, la realidad es que nadie los lee, e incluso pueden llegar a desmotivar a los aprendices. ¿Qué es entonces lo importante a considerar por parte de los diseñadores instruccionales? La actuación requerida y el grado de dominio de un conocimiento demandado.

5. Usualmente, el material más interesante de un curso virtual se encuentra en la cima o instancia culmine de un proceso educativo, al tiempo que los contenidos más aburridos se encuentran en el punto de partida. Esta dinámica desmotiva, al postergar los contextos más significantes.

6. Proveer un feedback inmediato a cada consulta, puede simplificar las respuestas y reducir el pensamiento, impidiendo entregar respuestas con mayor profundidad.

7. Prevenir los errores del usuario desvía las mayores oportunidades de aprendizaje, donde cada alumno puede aprender de sus propios errores. Si no se presentan riesgos o desafíos, difícilmente se puedan generar pensamientos significativos o compromiso por parte del estudiante.

8. Contrario a lo que algunos sostienen, la práctica enseña. Ensayando desde las pequeñas experiencias es como funciona el aprendizaje. Implementadas correctamente, este tipo de estrategias pueden derivar en procesos formativos sofisticados y poderosos.