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Revolta popular i temors de les autoritats 

Manresa

« Señor : el dia dos del corriente por la mañana se amotinó el pueblo de esta ciudad; todos pedían armas, y que no querían obedecer al gobierno francés, sino a Fernando VII. Los Domeros salimos para contener el alboroto, y por fortuna se logró apasiguarlo sin que sucediese la menor desgracia, pero no se pudo detener el que se quemase en la plasa el papel sellado. Pidió el tumulto se hiciese un Pregón que todos debían llevar escarapela hasta los eclesiásticos Seglares y Regulares, a lo que nos ha sido preciso condescender llevando todos en el pecho un pequeño señal de tafetán encarnado.

Por ahora el pueblo está quieto. Se ha formado una Junta de eclesiásticos y seglares de la gente mas visible de la Ciudad. Se van alistando gentes y dando las mas serias y prontas diligencias para la quietud y tranquilidad”

(Carta del Domer de Manresa al bisbe de Vic Francisco Veyan, de 4 juny 1808. Arxiu Episcopal de Vic, llig. “Bisbe, Varia interessant 1808-1809”)

Vic

“Bien previstas tenia yo las fatales consequencias que (….) resultarian seguramente a este pueblo de las novedades ocurridas en el. Asi lo he procurado persuadir antes y después que sucediesen á quantos sujetos se me han proporcionado, así de los que piensan con juicio y prudencia como de los que oía se dexaban arrastrar de ideas irracionales y de una imaginación demasiadamente exaltada (…) El haber parado enteramente las fábricas de esta ciudad y de otros lugares circumvecinos, y el no hallar que trabajar en sus oficios otros muchos artesanos los tenía ociosos e inquietos por verse precisados a mendigar (….) (S’anaven distribuïnt) varios papeles y noticias, y entre ellas muchas falsas o exageradas de inquietudes de otras Provincias y ciudades lo que conmovia los ánimos de la gente incauta (….) (Coneguts els fets de Manresa) ya no guardaron los inquietos moderación alguna; insultaban á los que les hablaban de tranquilidad y orden; pidieron armas al Ayuntamiento amenazando ya descaradamente al Governador y á otros en particular. (L’Ajuntament es veié obligat a formar una Junta) de personas principales de todos estados y clases (….) hallándose reunida una gran muchedumbre del pueblo baxo en las puertas y en las cercanías de las Casas Consistoriales”

(Carta del bisbe Francisco Veyan al capità general Ezpeleta, de 8 juny 1808. Arxiu Episcopal de Vic, llig. “Bisbe, Varia interessant 1808-1809”)

“El poble de Vich es revoltà contra el bisbe, que degué la seva salvació únicament a les seves antigues bones accions i a una processó general del clergat secular i regular, va rebre el príncep (francès) de Salm al seu palau, un dia va voler passejar-lo en la seva carrossa per sostreure’l a una lapidació; fou obligat de refugiar-se al seu palau”

(«Ripoll. Troubles qui ont eu lieu dans la ville de », de 27 octubre 1808. Archives Nationales, París, F/7 6559. Original en francès)

Balaguer

« La Junta de Govierno de la ciudad de Balaguer pone en consideración de V.S. Ilmo. que al anochecer del Domingo último cometió el Pueblo baxo de esta ciudad el más cruel y bárbaro atentado (varios individuos –tres- fueron golpeados y echados al río, uno de ellos desapareció) (…) Esta Junta mira con dolor abandonada la seguridad pública, sus vocales y la gente de bien están expuestos al furor del baxo Pueblo, que habiendo exparcido las amenazas más insultantes ha empezado á executar sus sanguinarios y criminales proyectos.

Espera que V.S.I. enviará inmediatamente alguna fuerza armada para contener e imponer respeto a los tumultuados y sostener la autoridad de la Junta, que por no tener fuerza armada es mirada con desprecio y no les impone ningún temor (…). El vulgo desatado y frenético propala que ahora no hay justicia, que han cesado los pagamentos y que en adelante no pagarán nada (si no tiene la junta autoridad no les podrá obligar a pagar)”

(Carta de la Junta de Balaguer de 12 juliol 1808. Citada a: MOLINER, Antoni: La Catalunya resistent a la dominació francesa(1808-1812). Barcelona, Ed. 62, 1989, p. 45)

Mataró

“Luego después del departo de las tropas francesas, algunos individuos de Mataró y de otras Poblaciones del Corregimiento precisaron al Cavallero Governador de Coupigny a que diese las armas a la plebe, que concistían en unos 150 fusiles existentes en la Casa de la Ciudad; otros individuos de Mataró creieron ser prematuro el armamento y muy arriesgado; porque, siendo Mataró una Ciudad por todas partes habierta, sin fortificaciones ni murallas, con tres caminos reales a la parte de Levante y otros tres a la de Poniente, era facilíssima y casi cierta la invación de un Exército de diez mil hombres de tropa que se hallava tan cerca como lo es Barcelona, solo distante cinco horas (…)

Todas estas razones y reflecciones no fueron suficientes para impedir que en el discurso de media hora se resolviese la formación de la Junta de Gobierno, se diesen las armas, se tocase a rebato y se dispusiese el armamento del Castillo de Montgat, que en los primeros días sólo se componía de un corto número de jóvenes de Mataró y algunos somatenes de los Pueblos vezinos, poco disciplinados, desovedientes y malcontentos; y a pesar que algunas personas bien intencionadas hicieron ver lo muy débil de la defensa y el inminente peligro en que se hallava Mataró de una incursión que seguramente tendría fatales resultas, con todo percistieron los demás en su determinación; y a fuersa de movimientos lograron la venida de Somatenes de distintas partes de Cataluña, que juntaron unos dos mil hombres”

 (Relat de l’aixecament de Mataró durant els primers dies de juny de 1808. Citat a:  Beulas, E.- Dresaire, A.: La Guerra del Francès a Mataró (1808-1814). Mataró,  Ed. Alta Fulla, 1989, pp. 245-246)

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