“Mientras que llevo adelante por primer objeto de esta Campaña, el recobro de Barcelona; para lo que preparo la aproximacion del Exercito a estrechar el sitio en toda su linea de circunvalacion: preveo que obligar al Enemigo a rendir la Plaza y sus Fuertes, por reglas de ataque, es operacion un poco larga por los muchos recursos que para aguantar bastante tiempo, tiene aquel en la poblacion de Barcelona, en donde para que padezca hambre el primer Frances ha de haber perecido de ella el ultimo Español.

De otra parte, si para ganar la Ciudadela y Monjuich se ha de destruir el hermoso caserio de Barcelona sepultando en sus ruinas los tesoros y preciosidades que encierra, y algun numero de sus habitantes: nunca equivaldrá el provecho al sacrificio.

Estas reflecciones me empeñan a discurrir sobre la posibilidad de sobornar a los Generales Duhesme y Lechi, con estimulos de dinero, de gerarquia y de seguridad de sus personas. Una cantidad que cebe su codicia; la conservacion de sus grados y sueldos en España, proteccion personal en nuestro territorio, y ofrecimiento de transportarlos a Inglaterra o America...”

(Carta del capità general de Catalunya Juan Miguel de Vives, de 17 novembre 1808. Archivo Histórico Nacional, Estado, Leg. 43/2, Expediente 56)