“Por último en atencion á que de mucho tiempo atrás se observa que el rápido, y excesivo incremento que ha tomado el luxo en este Reyno ha sido causa de infinitos pecados contra su Divina Magestad, de muchisimas, y quasi continuas discordias entre Maridos, y Mugeres, y de la ruina de muchas Casas, y familias ricas, y de quasi toda la Juventud, disponiendola insensiblemente á recibir las pésimas maximas de los incrédulos, con grandisimo detrimento del bien espiritual de las Almas (…): y atendido igualmente que la licensiosidad que se ha observado en los Teatros públicos de comedias, y óperas, sin embargo de lo que disponen las Leyes, y Ordenanzas para que en los mismos se guarde la seriedad, decoro y modestia que son necesarias á fin de que puedan tolerarse en un Reyno Christiano; como y tambien la muchedumbre de Tiendas de Modistas Nacionales, y extranjeras han contribuido mucho á la escandalosa, é intolerable relaxacion, señaladamente de las Mugeres, y á los incomprehensibles males que se dexan indicados.

Contempla el Cabildo ser indispensable que se restablezcan las sabias Leyes sumptuarias del Reyno, ó que se forme una que arregle el modo de vestir en todas las clases de Gentes, y que se rectifiquen los Teatros, y se prohiban del todo las Tiendas de las Modistas”

(Memorial del capítol de canonges de Tarragona de 27 setembre 1809. Archivo del Congreso de los Diputados, Serie General, Leg. 6 n. 24)