“Cataluña que en la dilatada y penosa carrera de sus esfuerzos para sacudir el yugo del Tirano de la Europa y conservar la gloria y libertad de la Nacion ha dado tantos testimonios de la heroyca constancia y distinguido patriotismo de sus habitantes, toca ya el doloroso extremo de no poder continuar sus sacrificios para atender á la manutención de los numerosos Exercitos Nacionales y aliados que tiene en su seno (…)

Así es, Señor, que á los continuos clamores que han dirigido á esta Diputación los Pueblos para el alivio en el apronto de los inmensos suministros que la imperiosa necesidad de su manutención ha obligado á exigir (a) las tropas, á mas de las contribuciones regulares, y la especial del adelanto del coste de las obras de fortificacion de la Plaza de Tarragona que pesa sobre los vecinos de aquel corregimiento (…) se han acumulado las manifestaciones del General en Gefe, y del Intendente de este Exercito y Provincia, relativas á la falta de caudales y artículos de suministro, pronosticando por ella hasta su disolución, si no se acude á subsanarla prontamente (…)

En otros periodos de esta guerra cruel y destructora ha podido esta Provincia sobrellevar, aunque á costa de increibles sacrificios y privaciones, los gastos que la han desolado para mantener el Primer Exercito (…); pero despues que los dispendios se han multiplicado hasta lo infinito con la duracion, despues de tantos saqueos y devastaciones, despues de tener ocupadas sus Plazas, y la mas buena y feraz parte de su país, y despues que cuenta ya el sexto año de la terrible lucha con un enemigo poderoso (…) ¿podran todavía exigirsele sacrificios tales que con sus solos recursos, y escasas producciones haya de atender á la manutención de mas de quarenta mil hombres de nuestros Exercitos, sin contar los aliados, y de unos treinta mil ó mas del enemigo…?”

(Memorial de la Diputació de Catalunya al govern, de 8 novembre 1813. Archivo del Congreso de los Diputados, Serie General, Leg. 18 n. 91)