David y Salomón: dos reyes modelo
De entre los diversos reyes de los israelitas destacan David y Salomón. Sus hechos más relevantes fueron frecuentemente representados en la Edad Media, que vió en ellos modelos dignos de ser seguidos por los monarcas contemporáneos.
David sucedió a Saúl, el primero de los reyes de Israel. Era el octavo hijo de Jesé y, por tanto, antepasado de la Virgen. En su juventud cuidó los rebaños de su padre, momento en el que realiza la que constituye su primera proeza, al matar, defendiendo al rebaño, a un oso y a un león.
De entre su amplia iconografía destaca muy particularmente el episodio de su combate con Goliat, héroe filisteo de impresionante fuerza y estatura. El joven David se enfrenta a él armado únicamente con su honda. Lanza una piedra en plena frente del filisteo, para, tras derribarlo, cortarle la cabeza con su propia espada:
Esta miniatura de un manuscrito holandés de finales del siglo XV secuencia, como si de un comic se tratara el episodio de David y Goliath en varias escenas. Empezando por la parte inferior izquierda vemos en primer lugar como David se enfrenta a Goliath con su honda de pastor. A continuación corta la cabeza del gigante filisteo tendido en el suelo. Finalmente asistimos al recibimiento que las mujeres de Jerusalén tributan a David cuando éste regresa con la cabeza de Goliath clavada en la punta de la espada.
El éxito de David provocó los celos del rey Saúl, quien, pese a los intentos de David por calmarlo con la música de su harpa, en un ataque de furor intentó matarlo:
Así, cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y la tocaba. Saúl se aliviaba y se sentía mejor, y el espíritu malo se apartaba de él. 1 Samuel, 16: 23
Pero el espíritu malo de parte de Jehová se apoderó de Saúl; y estando sentado en su casa con una lanza en la mano, mientras David tocaba, Saúl procuró clavar a David con su lanza en la pared, pero él se apartó de delante de Saúl, y la lanza se clavó en la pared. David huyó y se puso a salvo aquella noche. 1 Samuel 19: 9-10
Tras la muerte de Saúl, David fue proclamado rey de Israel. Durante su reinado el Arca de la Alianza que los filisteos habían robado fue devuelta a Jerusalén:
En la miniatura puede verse a David, con el arpa, encabezando la procesión que devuelve el Arca a Jerusalén. En la Bíblia se hace referencia a como David danzaba y tocaba delante de ella.
Menos edificante es la historia de los amores entre David y Betsabé. David la vio bañarse desde la terraza de su palacio. Se enamoró de ella y, como era una mujer casada, envió a su marido Urías a la guerra con la esperanza de que muriese, lo que en efecto ocurrió. De esta historia el arte del Renacimiento y del Barroco tendió a representar la escena del baño de Betsabé, mientras que el arte medieval prefirió el arrepentimiento y penitencia de David.
Hijo de David y Betsabé, Salomón sucedió a su padre en el trono de Israel. Su fama de rey justo deriva del episodio conocido como juicio de Salomón. Relata como dos mujeres tienen cada una un hijo casi en la misma fecha. Uno de ellos muere al poco de nacer y su madre lo cambia por el vivo. Ambas mujeres acuden ante Salomón reclamando la maternidad del niño. El rey ordena a un soldado que con su espada lo parta por la mitad para poder así repartirlo entre ambas. En ese momento la verdadera madre reacciona pidiendo que se entregue el niño vivo a la otra mujer. Salomón comprende que ésta es la verdadera madre. El tema ejemplifica tanto la justicia del rey como su sabiduría:
En seguida el rey dijo: -- Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra. Entonces la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y le dijo: -- ¡Ah, señor mío! dad a esta el niño vivo, y no lo matéis. -- Ni a mí ni a ti; partidlo -- dijo la otra. Entonces el rey respondió: -- Entregad a aquella el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre. Todo Israel oyó aquel juicio quehabía pronunciado el rey, y temieron al rey, pues vieron que Dios le había dado sabiduría para juzgar. 1 Reyes 3, 25-28
Salomón es también el responsable de la construcción del templo de Jerusalén, destinado a albergar el arca de la Alianza:
El pintor francés Jean Fouquet (s. XV) al pintar el tema de la construcción del templo, representó éste al modo de una catedral gótica de su tiempo. Puedes observar en la miniatura como los canteros tallan las piedras y como éstas son izadas con la ayuda de una grúa, tal como se hacía al final de la Edad Media.
Salomón, desde un balcón de su palacio, contempla los trabajos.
Otro de los episodios más representados de la historia de Salomón es la visita que le hace la reina del país de Saba atraida por la fama de sabio y justo del rey. Ésta le plantea una serie de enigmas que él resuelve con gran inteligencia. La reina impresionada por la sabiduría de sus respuestas hace a Salomón importantes regalos.