La historia de Sansón

 

Héroe de fuerza descomunal, encarna la lucha de los judíos contra los filisteos. Entre sus hazañas figuran su lucha con el león, al que según la Bíblia "despedazó al león como quien despedaza un cabrito" (Jueces, 14, 6) o la muerte de mil filisteos armado únicamente con la quijada de un asno.

Dalila, instigada por los filisteos, lo seducirá con la intención de conocer el secreto de su fuerza. Tras varios intentos fallidos, finalmente Sansón le revela que su fortaleza radica en sus largos cabellos:

"Si soy rapado, mi fuerza se apartará de mí, me debilitaré y seré como todos los hombres." (Jueces, 16, 17)

Dalila culmina su traición durmiendo a Sansón y, aprovechando su sueño para cortale los cabellos:

 

Rubens. Sansón y Dalila (Londres, National Gallery). 1609.

Hizo ella que Sansón se durmiera sobre sus rodillas y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza. Entonces comenzó ella a afligirlo, pues su fuerza se había apartado de él.

Jueces, 16, 19

 

En esta pintura de Rubens se sigue literalmente el texto bíblico. Vemos a Sansón dormido sobre las rodillas de Dalila, mientras un hombre procede a cortar su cabellera. Al fondo, en el vano de la puerta, se distingue la presencia de soldados filisteos que aguardan para capturar a Sansón.

Con frecuencia el arte cristiano tendió a representar el tema haciendo que Dalila corte con sus propias manos el cabello de Sansón.

 

 

Una vez capturado, los filisteos le sacan los ojos, y lo obligan a hacer girar la rueda del molino de la cárcel. Un día, para ponerlo en ridículo, lo llevan al templo del dios Dagón (uno de sus dioses más importantes). Pero entretanto sus cabellos han crecido de nuevo. Sansón, que ha recuperado sus fuerzas, abraza un par de columnas del templo y las derriba provocando el derrumbe del techo y la muerte de múltiples palestino y de él mismo:

 

Gustave Doré. Grabado ilustrativo de la historia de Sansón. Siglo XIX.

Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: "Traed a Sansón para que nos divierta". Trajeron de la cárcel a Sansón y les sirvió de juguete. Luego lo pusieron entre las columnas. Entonces Sansón dijo al joven que lo guiaba de la mano: "Acércame y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas". La casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí. En el piso alto había como tres mil hombres y mujeres que estaban mirando el escarnio de Sansón. Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: "Señor Jehová, acuérdate ahora de mí y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos". Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y gritó Sansón: "¡Muera yo con los filisteos!". Después se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.

Jueces 16, 25-30