Todos los actos comunicativos tienen
como finalidad principal dar a conocer una información. Pero
también todos los mensajes pueden centrarse en uno de los
elementos que conforman el proceso de comunicación. (Recuerda:
emisor, receptor, mensaje, código, canal y referente). Por
ejemplo, en el mensaje: coge el paraguas, la pretensión
del emisor es influir en el receptor para que haga algo; por el
contrario en el mensaje: me duele el pie, el emisor expresa
algo de sí mismo. En el primer caso el mensaje se centra
en el receptor, mientras que en el segundo se centra en el emisor.
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