Aprendiendo a querer

Diálogos


E.T.

     El apartado del tema OVNI debería establecerse con una serie de hipótesis razonadas y razonables. Lo he encontrado demasiado simple.

     OVNI  no es un estudio científico, ni nada parecido. Es, sencillamente, la transcripción literal de un corto diálogo que mantuve con cierta persona, perpleja ante lo que vió o creyó ver.
Me limito a comentar o responder lo que mis corresponsales me exponen, pensando en primer lugar en su bien, en acercarles a Dios, y quizá también a los que lean más tarde el relato.
Prefiero sugerir a machacar.
El problema con los OVNIS es que en algunas personas constituyen un componente de su Credo, llegando incluso a sustituir la fe en Cristo por la fe en los extraterrestres. Parece como si, al flaquear en ellos la virtud teologal de la fe, se les hubiese colado por las rendijas del alma la credulidad ante cualquier misterio visible.
Algunos aprovechados, como el Sr. Benítez, viven de alimentar esa credulidad con sus "caballos de Troya".

     Si existe vida extraterrestre, y suponemos que es inteligente, y que son capaces de navegar interestelarmente, me pregunto: ¿tienen o pueden tener relación con Dios, creador del Universo?

     Todo, sea animado o inanimado, tiene relación con Dios: alfa y omega.
Alfa: la fuente de la que procede todo es el amor divino.
Omega: el fin de todo es la gloria de Dios.
Cada ser creado, a su manera, da gloria a Dios, consciente o inconscientemente.
Dan gloria a Dios las estrellas, que generan los elementos desde el inicio del mundo.
Dan gloria a Dios el depredador y la presa, el brote que germina y el tronco muerto que vuelve a la tierra, la mente genial y el alma sencilla...
¿Los pecadores? También. Además, hacen brillar su misericordia.
Hasta los condenados tendrán que reconocer la santidad de Dios y su justicia.

     Aunque fueran más inteligentes que nosotros, ¿Serían seres espiritualizados o no?.

     ¿Espiritualizados? ¿Qué entiendes por espiritualizados?
De quienes sean dignos de la resurrección gloriosa se podría decir que serán espiritualizados.
Dios y los ángeles son espíritus.
Nosotros somos materia, nada. Pero materia animada, capaz de conocer y amar a Dios, aunque de un modo muy limitado. Es decir, materia capaz de operaciones espirituales.
¿Y qué decir de la relación mente-espíritu, y de la inteligencia animal...?
¿Y qué clase de vida tendremos como almas separadas, tras la muerte y antes de la resurrección...?
Nos gusta elucubrar, pero quizá sería mejor callar, porque no sabemos nada, o casi nada.
De todos modos, si quieres elucubrar, ten en cuenta esto: es el Espíritu el que gobierna el Universo, no el azar. Aún suponiendo que pudiese surgir vida inteligente por un largo proceso evolutivo - cosa increíble - el espíritu, lo inmaterial, no puede emerger de la materia sin la intervención del Espíritu.
Dios podría, si quisiese, hacer miles de millones de planetas poblados de seres animados, inteligentes, capaces no sólo de desarrollar una civilización tecnológica, sino de llamar Padre a Dios.
Apuesto a que, si se halla vida en Marte, algunos pretenderán haber dado un paso para "demostrar" que Dios no existe. ¡Y no digamos si se llegase a contactar con una civilización extraterrestre!
Vana pretensión...

     A propósito del alma separada, ¿cómo te la imaginas?

     Prefiero no imaginar nada. Me atengo al Magisterio de la Iglesia: comunión de los santos, rezar por los difuntos...
El peligro de elucubrar sobre este tema es caer en el espiritismo.

     ¿Podría tener Dios otros mecanismos de revelarse a los extraterrestres? Quizás no lo ha hecho...

     Si fuesen verdaderamente inteligentes, el estudio del Universo, y su misma existencia, constituirían ya una cierta revelación de Dios. La vida y la inteligencia son dones divinos para empezar a conocerle, y una invitación a buscarle.

     ¿Han venido realmente a la tierra? Algunos afirman haber visto objetos volantes no identificados. No es preciso que sean de origen extraterrestres; podrían haber sido fabricados por el hombre: parece ser que los nazis fabricaron platillos volantes, y no conocemos todo el potencial armamentístico de los EE.UU., por ejemplo, o si son capaces de fabricar naves que sean secreto de estado.

     Si tuvieran naves capaces de moverse como las que describen los que han visto platillos volantes, no se gastarían tanto dinero en poner en órbita satélites por el método tradicional de quemar combustible por un tubo.

     En cualquier caso, Cristo trazó claramente el camino de salvación. Si conocer la existencia de extraterrestres hubiera tenido alguna importancia para salvarnos, Dios nos lo hubiera dicho.

     Entramos en terreno de especulación teológica...
Efectivamente: Dios nos ha dado en Cristo todos los medios necesarios para salvarnos. Nos ha mostrado el Camino, y el Espíritu nos enseña todas las cosas.

Permíteme hacer algunas reflexiones sobre el protagonismo de Cristo en la historia:
Dios es eterno, y tiene presente toda la historia, desde el Big-Bang hasta el presente, y por siempre. Podría decirse que no le "sorprende" nada de lo que ese ser libre que llamamos hombre pueda hacer. Nadie le puede torcer los planes.

Nos conoce desde antes de crear el mundo.
En Cristo se une a la naturaleza humana, y nos llama a la comunión perfecta con Él:
"Yo y el Padre somos uno". (Juan 10,30)
"Quien me ve a mí, ve al Padre". (Juan 14,9)
"Yo soy la vid y vosotros los sarmientos". (Juan 15,5)
"Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti". (Juan 17,21)

¿A qué se refería cuando hablaba de las bodas del Cordero? (Apoc. 19,7)
En primer lugar a la encarnación del Hijo de Dios y a la glorificación definitiva de su naturaleza humana tras la Resurrección. Pero también a la comunión con su Iglesia en el Reino. La vocación cristiana consiste en hacerse uno con Cristo, participando de la vida divina.

Por tanto, si Cristo es aquél con quien Dios se une a la criatura del modo más íntimo que pueda imaginarse, no es ninguna exageración considerar la Encarnación como el momento central de la historia, la cumbre, el instante predilecto en el plan divino. Y no es nada descabellado considerar al Universo como subordinado a Cristo en los planes de Dios. Hizo al mundo para que existiera el hombre. Hizo al hombre para unirse a él en Cristo.
Desde el punto de vista de Dios, la Creación se ve al revés:
Primero Cristo, el hombre-Dios.
Luego, el hombre, a imagen y semejanza de Dios, según Cristo.
Luego, la Tierra y el Sol, la constitución de la materia, las leyes físicas, todo lo demás... de la nada...
 
 
 

"Hágase la luz...
...Y vió Dios que era muy bueno todo lo que había hecho."
(Génesis 1)


Te escucho.
Si puedo, te daré un consejo.
En cualquier caso, rezaré por ti.

Escríbeme.



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