Aprendiendo a querer

Diálogos


El jardín

"And you know the light is fading all too soon.
You're just two umbrellas one late afternoon.
You don't know the next thing you will say.
This is your favorite kind of day.
It has no walls.
The beauty of the rain
is how it falls, how it falls, how it falls."

The Beauty of the Rain
Dar Williams


     Un día, paseando por Internet, me encontré con tu página y tus poemas...

     ¿Llegó a tu playa la botella con el mensaje?
Vivimos a orillas del mismo mar...
"Poemas para un elfo" es un diálogo entre Ana      mi amiga       y Merlín      como a ella le gustaba llamarme      .
Casi todo es de Ana.
Para ella, la poesía es un intento romántico de evasión, un grito de socorro de su corazón, hambriento de cariño.

     Lo leí, y me fascinó.

     Quizá porque tú también sabes ver lo preciosos que son los lugares cotidianos.
Dime: ¿pasea también por tu jardín la Verdad?
Dime: ¿La has visto?

     ¡Mi jardín...!
Cambia según el día, según la luz, según el tiempo.
Hay muchísimas flores: girasoles, amapolas, margaritas... y también malas hierbas. A mí no me desagradan.
Acepto lo que encuentro en mi jardín, como acepto lo que vivo hoy, lo que puedo aprender hoy.
Hay árboles gigantes, viejos y con muchas raíces.
Hay pájaros que van y vienen, cantan o guardan silencio, vuelan o descansan.
Hay vida y a la vez hay paz.

     Tu paz, amiga mía, que ves reflejada en ese jardín, espejo de tu alma.
Mis palabras son como las aves y los árboles de tu jardín: un dedo que señala hacia Dios. ¡No te quedes mirando el dedo!

     A eso me refiero. ¡El jardín es una metáfora!
Y para ti, ¿qué es “la” verdad?

     ¿La Verdad, en singular, con mayúscula?
¿Quién va a ser?
El mismo que hizo ese jardín tuyo, tan hermoso, lleno de vida.
El mismo que hizo tu alma, y la llena de fe y de amor.
Vivir con amor cada instante en presencia de Dios, es conectar con la eternidad... un anticipo del cielo.
Caminamos por esta vida como peregrinos.
Nuestra meta es el cielo

     El cielo... ¿qué es el cielo?

     La Vida de Dios: Verdad, Belleza y Sabiduría, Amor eterno, gozo que sacia sin hartar...

     Hay días de otoño, tormentosos, en que el viento zarandea los árboles de mi jardín y arranca las hojas.
Entonces, los pájaros desaparecen.
Estoy rara      como el día      .
Ha hecho sol esta mañana y, de repente, se ha puesto a llover.
Así estoy yo: melancólica.
Lo acepto      por algo será      . Viendo la lluvia así, delante de mí, parece que el cielo esté llorando, y yo con él.

     Este mundo es un valle de lágrimas y no el Paraíso.
Sin embargo, para quien tenga ojos para ver, es una maravilla, obra de Dios.
A mal tiempo, buena cara, dice el refrán.

Tempestad en la noche: relámpagos majestuosos zigzaguean entre las nubes,
inundando fugazmente de resplandores violáceos
la tierra, el cielo, y la lluvia que desciende.
Lluvia en el bosque: aromas de resina,
troncos limpios, relucientes,
tierra húmeda,
musgo...

¿A eso le llamas mal tiempo?

     Me traes a la memoria recuerdos de mi niñez y adolescencia, cuando pasaba horas y horas en el bosque, jugando, paseando...
Me gustaría encontrarte algún día en el camino.

     Las cimas de los montes más altos son como un imán. Atraen a gentes provenientes de los cuatro puntos cardinales, y en ellas se reencuentran amistades perdidas durante años.
Sigue tu camino, hacia arriba, hacia Dios, y en el cielo... nos encontraremos.

     Resérvame un pequeño hueco como amiga.
Tenme en cuenta cuando te pida ayuda o consuelo.
No me dejes sin despedirte.
 
 


Te escucho.
Si puedo, te daré un consejo.
En cualquier caso, rezaré por ti.

Escríbeme.



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