La sonda (Probe) se desprendió de la nave Orbiter-Galileo el 13/7/1995. La sonda Probe atravesó la atmosfera joviana el 7/12/95 a las once de la noche, hora local (21h UTC). Seis horas antes comenzó a grabar incidencias de los fuertes cinturones radioactivos que envuelven el planeta. La caída de la sonda a la atmosfera joviana fue a una velocidad de 50kms/seg., para lo cual se diseñó un escudo protector. En cuestión de minutos la velocidad quedó en una milésima parte.

Se desprendió lo que quedaba del escudo protector y se abrió el paracaídas y dejó al descubierto los sensores de presión, temperatura, calor, control de nubes y composiciones de las partículas, huracanes, grandes vientos y relámpagos (algunos van del planeta a Io).

La información fue registrada en la nave Orbiter-Galileo y ésta la envió lentamente, a 10 bits/seg. y en diversas etapas, a la Tierra. Se completó la información de la sonda a finales de febrero del 1996.
Esta información permitirá conocer como son por dentro los planetas gaseosos del Sistema Solar. El exceso de presión y temperatura destruyó, aproximadamente, a los 60 minutos, la sonda.
La sonda fue diseñada por Hughes Aircraft Company bajo un contrato de la NASA.

Probe, montaje de la sonda.
Sonda entrando en la atmosfera de Júpiter.