Fundamentos y motivación

El bullying es un fenómeno presente en todos los centros en mayor o menor grado. Los cálculos más positivos cifran las situaciones de victimización en un 3%. Esto significa casi un alumno por aula.

Afortunadamente la mayoría de los casos no son graves, pero aún así, la persona sufre una situación injusta, de la que no es responsable y que puede tener consecuencias negativas para su desarrollo.

Una sociedad como la que pretendemos no puede permitir reconocer que estas cosas pasan de manera impune.

Además, las situaciones de rechazo y de exclusión a menudo afectan al alumnado que se incorpora a nuestro sistema educativo procedente de otros países. Podríamos decir que incluso se observa una evolutiva: primero son objectivo para pasar después a agentes activos en contra de los que han llegado detrás suyo.

En nuestro enfoque de abordage, inspirado en los estudios y proyectos de intervención de los países nórdicos, pioneros en el estudio y que aún hoy son el marco de referencia, pensamos que todos los alumnos del grupo juegan un papel, ya sea como agresor, como víctima o simplemente como espectador.

Sabemos que las personas que se socializan en un entorno de violencia, aunque ésta sea psicológica, subterránea o encubierta, acaba pensando que:

- Las normas son para saltarselas y que no cumplirlas proporciona prestigio social (deterioramiento moral)

- La forma de sobrevivir es converirse en violento (inevitabilidad de la violencia).

Por esto proponemos una intervención a muchos niveles, basada también en el grupo. El grupo es en definitiva el que tiene en sus manos el poder de amplificar el proceso o de inhibirlo.

La webquest que presentamos está en esta línea.

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