Portada.Historia.Tecnología.Sociedad.Enlaces
257. Globos aereostáticos

El primer globo que se elevó en la atmósfera fue construido por los hermanos Montgolfier, en Annonay, el 5 de junio de 1785. Era un globo formado de tela, forrado con papel, de 11 á 12 metros de diámetro, y le llenaron de aire caliente ó humo, quemando debajo de su boca papel y paja húmeda; por esta causa se da el nombre de mongolfieras á los globos que se elevan con el aire caliente. Después se sustituyó el gas hidrógeno al aire caliente, habiéndose elevado el primer globo por Charles el 27 de agosto del mismo año en París. Rozier con otro compañero fueron los primeros que se elevaron en la atmósfera el 21 de noviembre del mismo año, valiéndose de un globo lleno de aire caliente; y el 1.° de diciembre siguiente, Charles y Robert se elevaron en uno lleno de gas hidrógeno.

Desde esta época las ascensiones aereostáticas se han repetido hasta el punto de ser en el dia enteramente comunes, y escitar por lo tanto muy poco la curiosidad, teniendo que acompañarlas para llamar la atención alguna circunstancia particular, como la de ser un hombre montado en un caballo, ó haciendo ejercicios en un trapecio el que se eleva; ó como la ejecutada en el campo de Marte en París por Mr. Poitevin y su esposa en julio de 1851, que se elevaron en una carretela tirada por dos caballos, con la cual volvieron á París á su descenso.

Pero entre todas las ascensiones ejecutadas hasta el dia, ha sido la mas importante la de Gay-Lussac en 1804, porque su objeto fue científico, y en ella hizo muy útiles observaciones, habiéndose elevado á 7.000 metros, ó sea algo mas de legua y cuarto: el viaje duró 6 horas y en este tiempo anduvo cerca de 30 leguas.

Para elevar un globo aereostático, si solo se trata de un esperimento curioso, se podrá formar de papel, que se escojerá fuerte y delgado, uniendo con engrudo los diferentes pedazos, y dejándole una boca ancha; su diámetro podrá ser 3 á 4 varas: en seguida, bien plegado, se pone boca abajo y se enciende un cuerpo cualquiera que produzca humo, por ejemplo paja ó pedazos de papel, y este humo se hace entrar en el globo. Cuando se encuentra lleno se suelta de las cuerdas que deben  sujetarle á unas perchas clavadas en el suelo, y se elevará mas ó menos según sus dimensiones y el calor del aire que tiene dentro. Cuando este se enfria descenderá el globo, y para que no sea tan pronto puede ponerse suspendida debajo de su boca una porción de papel ú otro cuerpo ardiendo, y hará que el aire del globo esté caliente algo mas tiempo.

En estos globos de aire caliente, construidos de tafetán ó tela ligera, suelen también á veces elevarse personas, pero es imprudente, porque el aereonauta va á merced del globo y no puede evitar el caer donde quiera que sea cuando el aire se ha enfriado: puede también una ráfaga de viento volver ó ladear mucho el globo, y entonces el aire caliente se saldrá y el aereonauta caerá precipitado; es verdad que se elevan poco estos globos y caen pronto, pero sin embargo son muy poco seguros.

Cuando el globo haya de elevar personas debe llenarse de gas y hacerle cerrado; en esto caso el globo será de tafetán fuerte, construido de varias piezas unidas que formen próximamente una esfera; el tafetán se barniza para que retenga el gas, y las piezas se cosen, y barnizan también las costuras. Este barniz se hace de varias maneras: en un principio era tafetán engomado, pero se hace ahora en lugar de la goma un barniz de aceite secante de linaza, y una disolución de caoutchouc ó goma elástica en aguarrás. También se construyen globos de la tela impermeable formada con dos tafetanes unidos por una capa de goma elástica; y otras veces el tafetán se barniza con la disolución ú barniz de goma copal. El globo tiene una pequeña boca por donde entra el gas, la cual se cierra cuando está lleno; debe tener otra abertura en la parte superior, que estará muy bien cerrada, pero que el aereonauta podrá abrir ó cerrar por medio de un cordón.

Se une al globo una barquilla de mimbres ó de otro cuerpo ligero, donde se colocan los aereonautas con todos los útiles necesarios en su viaje; pero como la barquilla no podrá unirse al globo directamente, porque la tela de que está formado no resistiria el peso que contiene y se romperia por la unión, va el globo cubierto ó mas bien introducido en una red, y la barquilla se une á varias cuerdas que salen de ella, sirviendo además para hacer al globo mas resistente.

El gas que se emplea generalmente en el dia cuando la ascensión se hace en un punto donde se fabrica para el alumbrado, es el mismo empleado con este objeto, que es el hidrógeno carbonado mas ó menos puro, cuya densidad (255) es algo mayor que la mitad de la del aire, y con este gas se han hecho también en Madrid las ascensiones verificadas en estos últimos tiempos; pero el hidrógeno es 14 1/2 veces mas ligero que el aire y por tanto es preferible, porque la fuerza ascensional con este gas resulta mucho mayor aunque el globo sea mas pequeño.

El hidrógeno se prepara en un aparato compuesto de varios toneles, que tienen un tubo de comunicación con otro tonel mayor que contiene agua, por la que el gas pasa y se lava, marchando desde este al globo por medio de un tubo ó manga; puede también hacerse un pequeño gasómetro con un tonel ó cuba abierta, introducida con el fondo arriba en otro tonel abierto de algo mas diámetro, que contenga agua. En los toneles menores se pone agua y limaduras de hierro ó pedazos de zinc, se tapan bien, y por un pequeño orificio que se tapará en seguida, se introduce ácido sulfúricó.


Fig. 133.

Para darnos cuenta de la trasformación que sufren estos cuerpos reunidos y de la producción del hidrógeno, supongamos representados por círculos (fig. 133) cada uno de los elementos de los cuerpos mezclados: en la primera linea tenemos agua formada con los círculos 1 hidrógeno y 2 oxígeno; despues zinc  3; y en fin, ácido sulfúrico formado con el círculo 4 oxígeno y el 5 azufre: lo primero que sucede se presenta en la línea 2ª; el agua se descompone separándose el hidrógeno 1, que queda libre, y uniéndose el oxígeno 2 con el zinc 3 para formar óxido de zinc; en seguida el óxido de zinc formado 2, 3 se une al ácido sulfúrico de 4, 5, línea 3ª, resultando el cuerpo llamado sulfato de zinc, que se encuentra en los toneles disuelto en el esceso de agua, quedando como al principio el hidrógeno libre, que se desprende y va al tonel de lavado por los tubos de comunicación» que deben tener sus estremos introducidos en el agua, desde donde pasa luego, como hemos dicho, al globo.

Deben dejarse perder las primeras porciones de gas, porque si no el aire que contiene el aparato mezclado con el mismo gas, pasará al globo. Para llenarle se tiene colgado de un pie derecho hasta que se mantenga por sí solo, y entonces se sujeta con cuerdas atadas á la red, que se fijan en estacas clavadas en el suelo y se van aflojando á medida que el globo se llena. Cuando contenga próximamente las dos terceras partes del gas que en él cabe no se debe introducir mas, porque al elevarse en la atmósfera, la disminución de presión hace dilatar el gas, y esta dilatación rompería el globo si estuviera completamente lleno.

Cuando está dispuesto se ata la barquilla y se colocan en ella, además de los aparatos que el aereonauta quiera subir, como barómetro y otros científicos, una porción de saquillos de arena que sirvan para alijerar el peso cuando sea necesario, y una áncora para que al bajar pueda servir como punto de apoyo. Debe también suspenderse á la barquilla una banderola, que por su posición y movimiento indica si el globo sube ó baja y en qué dirección marcha. Todo así preparado y el aereonauta en su puesto, se sueltan las cuerdas que sujetan el globo, y este se eleva con mas ó menos rapidez según su fuerza aseensional, hasta que encuentre un aire que pese lo mismo que él en igual volumen, y si lleva un barómetro, podrá calcularse la altura á que se ha llegado.

En la ascensión de Gay-Lussac, el barómetro desde 0m,7652 que señalaba en tierra, bajó á 0m,3288; y el aparato indicador de temperatura, desde 27°,75 que marcaba, descendió á 9°,5 bajo 0:  el estado de sequedad del aire era grande: observó además este físico que la circulación de su sangre se aceleró de modo que el pulso, que en tierra marcaba 66 pulsaciones por minuto, llegó hasta 120, y su respiración se hizo también anhelosa á causa de la poca densidad del aire; todas estas observaciones eran hechas en medio de un silencio que nada interrumpía, y cubierto de un cielo azul oscuro.

Cuando el aereonauta observa que el globo está completamente lleno por haberse dilatado el gas, debe abrir la válvula inferior para que el gas no esté comprimido contra el tafetán y rompa el globo. Si llega á un punto en donde encuentra vientos que le hacen marchar en dirección contraria á su deseo, puede elevarse mas, arrojando lastre, es decir, parte de la arena, ó descender abriendo la válvula superior para dar salida al gas y hacer mas pesado el globo por su menor volumen, hasta llegar al punto conveniente si le es posible. Cuando quiere descender abre tambien la válvula; y si ve que va á caer en un sitio donde no le conviene, arroja lastre y se eleva hasta que vea un paraje á propósito para el descenso; en este caso abre de nuevo la válvula y desciende, pero si lleva áncora debe echarla para que le sirva de apoyo y acabar de descender; si no deberá hacer salir tanto gas como sea necesario para que pueda abandonar la barquilla sin peligro de que la falta de su peso haga elevarse  de nuevo al globo: esto en el caso de no tener quien le ayude á sujetarle.


258. Cálculo de la fuerza ascensional de un globo.

Para calcular en un punto dado la cantidad de peso que un globo puede elevar, tendremos que saber el peso del globo y el piso del aire que desaloja. La diferencia de estas dos cantidades nos dará el peso que puede elevar, quedándole mas ó menos fuerza ascensional. Supongamos un globo de 12 metros de diámetro: su volumen se encuentra multiplicando su radio 6 metros por sí mismo 2 veces 6 x 6 x 6 = 216, y esta cantidad se multiplica en todos los casos por el número 4,1888 y será en el presente 216 x 4,1888 = 900 metros cúbicos próximamente, que es el volumen del globo; pero como hemos dicho que debe estar lleno solo á los dos tercios, contaremos 600. Según la tabla (255), 1 litro de hidrógeno pesa 0g,0894, o lo que es lo mismo, 1 metro cúbico pesa 0k,0894; los 600 metros pesaran 0,0894 x 600 = 53k,64 á la temperatura y presión que dice la tabla; pero contemos este número como exacto, pues el gas dilatado pesará menos, y queda el error en beneficio de la fuerza ascensional. Para calcular el peso del aire desalojado, es necesario conocer la altura barométrica en el punto donde se ha de hacer la ascensión. Supongamos que es en Madrid, y que la altura sea 0,71; 1 litro de aire á esta presión pesa menos que á 0,76, y sería un error calcular con la última; en efecto 1 metro cúbico de aire á 0,76 de presión pesa 1k,299; y como las densidades son proporcionales á las presiones, ó lo que es lo mismo, los pesos de igual volumen (171), tendremos que si 1 metro cúbico á 0,76 pesa 1k,299, á 0,71 pesará 0,71 x 1,299 : 0,76   x = 1k,214 de modo que los 600 metros cúbicos á la presión de 0,76 pesan 600 x l,299 = 779k,4, y á la presión de 0,71 pesan 600 x l,214728k,4; estos números tienen una diferencia 779,4 - 728,4 = 51 kil., que bastaría para elevar á una grande altura el globo, pues solo se dejan para fuerza ascensional 8 ó 10 kilogramos de diferencia entre el pesó del globo y el del volumen de aire que desaloja: esta es la causa por qué un globo que sube en Cádiz ó Barcelona puede no subir en Madrid, pues elevándose en estos puntos á una altura de 2.000 pies, todavía se quedaría mas bajo que Madrid, que se encuentra elevado sobre ellos 2.290 pies. Contando, pues, que la ascensión se hace en Madrid con la presión supuesta; la diferencia entre el peso del aire y del hidrógeno será 728,4 - 53,64 = 674,76. Contemos para peso del globo y red, barquilla, lastre y demás 200 kil., tendremos 474k,76, que quitando 10 para fuerza ascensional quedan 464 kil. ó 40 arrobas, fuerza suficiente para elevar 6 personas regulares. El globo al elevarse conserva su fuerza ascensional entera en tanto que el gas tiene espacio para dilatarse y llenarle completamente, pues si bien el aire desalojado disminuye en densidad, también es mas cantidad la que se desaloja por aumentar el gas, y por tanto hay compensación; por esto la fuerza de 8 á 10 kil., que hemos dicho para ascensional, hace elevar el globo á mucha altura.


259. Para-caidas.

Algunos aereonautas bajan por medio de para-caídas, que son unos aparatos exactamente de la forma de paraguas, formados de una tela tuerte y con cordones al estremo de las varillas: estos aparatos sostienen la barquilla donde va el aereonauta, y están recojidos y suspendidos del globo. Cuando se ha de descender se desprenden de este, y la resistencia que les opone el aire los hace abrir, de modo que presentando mucha superficie tienen que desalojar una cantidad grande de aire al bajar, y por tanto descienden con muy poca velocidad, sosteniendo al aereonauta. Deben tener en el centro un agujero, para que el aire comprimido bajo del aparato salga por él y no lo rompa. Tiene este método el inconveniente por lo menos de perderse el globo.


260. Advertencias para una ascensión.

Las ascensiones aéreostáticas no son peligrosas, preparadas de la manera que hemos dicho; pero una imprudencia puede ser muy funesta al aereonauta. Téngase presente que el gas hidrógeno ó el del alumbrado son inflamables, y que el globo es un cuerpo que no pesa nada en la atmósfera, pues pierde todo su peso sumorjido en ella (256), y presenta grande superficie para recibir el empuje de los vientos, de modo que el aereonauta no sabe dónde puede ir á parar ni el espacio que correrá.


261. Dirección de los globos.

Muchas son las tentativas que se han hecho para dar dirección á los globos, pero hasta el dia todas han sido inútiles: la poca resistencia que el aire ofrece como punto de apoyo, y el encontrarse sumerjido el globo en la atmósfera, han sido obstáculos que, unidos al efecto que producen sobre él los vientos en movimiento en las diferentes regiones atmosféricas, no se han podido vencer hasta el dia. También se han inventado otros aparatos para viajar en la atmósfera, pero ninguno ha producido los resultados que sus autores se prometían.



"Manual de física general y aplicada á la agricultura y la industria" Eduardo Rodríguez
Ingeniero industrial; doctor en ciencias y ex-catedrático de la Universidad de Madrid; ingeniero químico de la Escuela Central de París; profesor de física general y aplicada en el Real Instituto Industrial
Madrid, 1858
Imprenta, fundición y librería de Don Eusebio Aguadó