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Fábrica de Mieres

LA POLA DE LENA
; kil. 109, á 330 metros sobre el nivel del mar. La parroquia de San Martin de Pola se extiende por ambos lados de la carretera, en la verde y frondosa vega, entre el rio y la vía férrea, á la derecha de ésta. Tiene cerca de 1.000 habitantes, es además de Pajares la ünica villa del concejo y la capital del mismo, que comprende 58 lugares ó aldeas y unos 80 caseríos. Ofrece Lena dos partes distintas: la población rural, diseminada sin orden  y sin  ningún  cuidado urbano entre las huertas, desde el viaducto de entrada por la vega, y la población más moderna que se alza á los lados de la carretera, hacia la plaza y casa de Ayuntamiento, que es de buena construcción. Tiene anejos tres barrios: Barraca, Robledo y Crespa. Todos los sábados se celebran en esta población concurridos mercados de ganado de cerda, de lana y vacuno. Sus animadas ferias y fiestas tienen lugar en los dias 12, 13 y 14 de Noviembre, y las romerías se celebran, además dé la de Santa Cristina, ya citada, en las ermitas de San José, Virgen de la Flor y San Antonio, en estas colinas. Produce su vega maiz, escanda, patatas, habas, coles, algunas frutas y gran cosecha de avellanas. También la rodean muchos prados de recolección de yerba. El terreno carbonífero á que pertenece toda esta zona ha dado origen á la explotación de numerosas minas de hulla en las cercanías, aunque en muy pequeña escala. Los yacimientos de cinabrio, tan curiosos en medio de este suelo de carbón, se empiezan á presentar en las alturas del poniente de este valle, en las derivaciones de Brañavalera y la Segada, hacia los pueblos de Maramuñiz, Brañalamosa, Frechoro y Muñón. Para su explotación se han fundado algunos centros industriales, y entre ellos la Fábrica de rejalgar y azogue de la Soterraña, instalada en Muñon-Cimero,. dirigida por el inteligente M. Alejandro Van-Straalen, que por un procedimiento ingenioso separa perfectamente el sulfuro de arsénico del mercurio, obteniendo por año 150 toneladas de rejalgar y 400 frascos de azogue. Estos criaderos y fábrica son propiedad de la de Mieres.

Entre las viejas crónicas de las casas de Lena se recuerdan las hazañas de los Fernandez de Lodo, en las conquistas de Toledo y Granada, y las del marino Gonzalo de Bayon, uno de los animosos capitanes de los primeros descubrimientos y conquistas de América.

Desde La Pola en adelante marcha la vía al pié de las pobladas y verdes colinas de la izquierda, donde están Piedracea, Miñón fondero, Vega, Muñón, Fueyes y Retruelles y por la derecha la acompañan constantemente la carretera y el rio Lena, que forma muchos islotes cubiertos de vegetación en sus pintorescas orillas y frescas vegas, dilatadas hasta las vertientes de la Sierra del Ranero. Queda á la derecha, entre la vía y el rio, el pueblecito de Villallana, de 184 habitantes, con su rústica escuela debajo de un hórreo; más adelante, al otro lado de la carretera se divisa la cerrada fábrica de aceros de La Bárzana, y pásanse después el túnel de Senriella, de 75 metros, y el vallecito donde está la desembocadura del rio Aller. Viene este del extenso y retirado valle así llamado, después de haber recibido las aguas del Nembra, en cuya montañosa y áspera comarca hay grandes criaderos de carbón, encajados; entre cayuelas y areniscas, y donde, entre otras empresas «La Montañesa» ha explotado muy notables criaderos. Hoy, la mayor parte de las minas de Aller pertenecen al señor López, marqués de Comillas, que está instalando una explotación en grande escala con toda clase de elementos, bajo la dirección del reputado ingeniero M. Félix Parent. En breve, pues, vendrá á unirse en este punto con la vía férrea otra nueva vía minera, que traerá los carbones y los productos fabricados, desde el corazón de  las sierras de Aller hasta las vegas de Lena.

El rio Lena, al recibir las aguas del Aller, cambia su denominación por la de Caudal. A corta distancia del encuentro de ambos está el túnel de Ujo, sobre el  pueblecito ó parroquia de este nombre, entre el  rio y la via y en pintoresco cuadro, en una garganta que forman las estribaciones de la sierra de Longalendo por la derecha y las de don Diego por la izquierda. Los touristas arqueólogos no olvidan en Ujo la visita á su iglesia de Santa Eulalia, rico legado del arte románico florido.de fines del siglo XII, que en su portada, en su capilla mayor y en su ábside ofrece con profusión especial muestra de los muy conocidos detalles, que caracterizan á aquel gusto. Es muy curioso este vestigio románico.

Un kilómetro más adelante viene el rio Turón desde el valle de su nombre á engrosar en Figaredo las aguas del Caudal. Dos sociedades diversas explotan los abundantes carbones del valle de Turón: la Carbonera y Metalúrgica y la de Don Inocencio Fernandez, en Figaredo. El terreno carbonífero, que venimos atravesando desde el puerto ofrece ya en esta zona, numerosos afloramientos de combustible, que han dado origen á las grandes explotaciones de Aller, Mieres, Sama y Laviana, en cuyas cuencas se han instalado los principales centros industriales de Asturias.

Un kilómetro más adelante de la embocadura del rio Turón se encuentra la pequeña estación de:

SANTULLANO: kil. 118, á 270 metros sobre el nivel del mar. Lugar con 280 habitantes, situado también sobre la carretera general y al que han dado movimiento é importancia las minas de los alrededores. Pertenece con los inmediatos de Cortina, Peñuli, Santa Marina y Vego la Fonte á la parroquia de Fiqueredo. A la izquierda tocamos en las laderas de la Sierra de Gallegos, de la parroquia así llamada, y poco más adelante viene de una barrancada el rio Cuna, á cuya parroquia pertenece el pueblecito de El Pedroso, que queda inmediato á la izquierda de la vía. Al otro lado desl rio destácase en una eminencia un extenso edificio moderno, bien blanqueado: es el cuartel de obreros de la mina Corujas perteneciente á la fábrica de Mieres. El tranvía, que contorneando la carretera se vé sin cesar al lado de la via, es el que sirve para el trasporte de los carbones desde aquel criadero a este gran centro industrial. Frente á unos islotes del rio Caudal queda a la izquierda el barrio de El Requejado y nos encontramos ya dentro del precioso valle de Mieres, cuya población dilatada en extensa linea se distingue al otro lado de la vega, al pié de las alturas. El valle de Lena es de suyo pintoresco y agradable; pero este de Mieres que le sigue aparece más amplio, más frondoso y más lleno de vida. Su contemplación en los dias serenos, encanta al viajero, que comprende con cuánto motivo muchos asturianos suponen que éste es uno de los paisajes más bellos del Principado, que compite en atractivos con los que se extienden en las cercanías de Pravia ó en las asperezas de Covadonga.


II.

De Mieres á Oviedo.
MIERES DEL CAMINO: kil. 121,400, á 245 metros sobre el nivel del mar. La parroquia de San Juan de Mieres, que cuenta 2.657 habitanies, se extiende por ambos lados de la carretera general, al otro lado de la fresca y lozana vega de la derecha del rio Caudal, desde cuyas orillas y pasado el puente nuevo, inmediato á la estación, conduce al pueblo una excelente carretera, llana y en línea recta, de poco más de un kilómetro. A la izquierda y á la entrada de Mieres encuentra el viajero la severa y elegante mole de la Escuela de Capataces de minas y artes. El pueblo de Mieres tiene en longitud una extensión superior á la de muchas capitales, porque sus sucesivas partes ó barrios de La Villa, Sobre la Vega, La Pasera, Requejo, Oñon, Arrojo y La. Peña, forman una calle, apenas interrumpida, de dos kilómetros. En La Villa, la población primitiva, al pié del tranvía de las minas del Tablado, están el santuario del Carmen y los famosos palacios de las aristocráticas familias de Campo Sagrado, San Esteban del Mar y Santiago; en Sobre la Vega está la casa de Ayuntamiento, con sus soportales, su cuadrada torre y su plazoleta, y algunos edificios que muestran sus paredes acribilladas á balazos en la irrupción de los carlistas; en La Pasera están el comercio, los cafés, la plaza y la parroquia de San Juan, cuya portadita románica, de caprichosa ornamentación merece visitarse: en Requejo avanza el riachuelo San Juan desde la agüería de este nombre, pasando al lado de los originales lavaderos, que forma debajo de unos hórreos; en Oñón hay bonitas y modernas casas de campo; en Arrojo, una barriadita de labradores y al pasar la agüería de San Tirso se ven las fábricas de destilación de mercurio de la Sociedad y mina El Porvenir, las escombreras de estos criaderos, que avanzan por la vega, y en La Peña las bocas minas Porvenir y Union y el barrio minero. Desde este punto parte una desviación de la carretera que conduce á la gran fábrica de Mieres.

Todas estas partes de la bonita población tienen hacia el poniente la vega, poblada de huertas, de maizales, de legumbres, de sinuosas líneas de arbolado, limitada por los llerones ó arenales, que deja el rio en seco, y que se convierten muy pronto en ricos prados. Hacia Oriente la villa parece recostada en las laderas de los altos de Tablado, Pedrova, La Peña y la Matinada, cubiertas de frondoso arbolado, de verdaderos bosques de castaños, nogales, manzanos, robles y otros lozanos árboles, que dan extraordinaria belleza, frescura y comodidad á aquellas viviendas. Los palacios tienen en torno suyo grandes plantaciones, y hasta las casas más modestas se encuentran sombreadas por el castaño magestuoso, la venerable higuera y los alegres cerezos y perales. Las casas, de un solo piso, son de piedra y están blanqueadas en sus frentes y adornadas con oscuros zócalos y amarillas bandas. Estos barrios, blancos en general, se destacan entre el verdor eterno del paisaje, desde lejos, produciendo muy bonito aspecto. Multitud de colinas rodean al valle, henchidas todas de hermosa vegetación, extendiéndose de Mediodía á Norte por la banda de Poniente las de Valdecuna, Pajio, Fresnedo, Ribono, La Embermiga, Seana con el pueblecito de este nombre y Proacinero, con el de Sueros y con su plano inclinado de la mina Nicolasa sobre los términos de Ablaña, en las inmediaciones de la fábrica. Al otro lado de la estrecha garganta, en que esta se halla emplazada, y frente á las anteriores colinas, cerrando el valle, están el Terronal, La Peña, La Matinada, Ablaña del Oro, Ladepata, La Rotella, Pedrova y Las Rozadas. Tantos montes con sus múltiples cumbres, con sus graciosas curvas festoneadas de árboles, con sus vallados intermedios ó agüerías, sirven de pintoresco marco á la vega riente, en la que está encajada la villa, paralelamente á las riberas del Caudal, ostentando en un extremo del cuadro los torreones de la casa de Quirós, símbolo de aquel ayer feudal, que imperaba «después de Dios»; y en el otro, las altas chimeneas, los encendidos hornos y los pomposos penachos de vapor de la fábrica de hierro de Don Numa, representación genuina del hoy poderoso, del trabajo y del progreso, que van «delante del hombre» para sostenerle é iluminarle.

El concejo de Mieres comprende las parroquias de San Juan, de su nombre, Agüerias, Rebolleda, Baiña, Seana, Loredo, Turon, Urbies, Gallegos, Cuna, Ujo, Santa Cruz y Figaredo, con noventa y ocho pueblos, que reúnen unos 12.700 habitantes. Cójense en su vega y valles maiz, escanda, yerba, lino y algunas legumbres. Mieres celebra su mercado los domingos y sus fiestas de San Juan, el Carmen y la Peña en los dias respectivos y el 14 de Setiembre. El Caudal produce muchas anguilas y algún salmón y truchas. Las enfermedades más comunes son las pneumonías y catarros en los pueblos altos y las fiebres palúdicas de todas clases en la vega.

El establecimiento que más honra á la villa es la Escuela de Capataces, de reciente y notable construcción, con seis cátedras, gabinetes de física y mecánica, que guarda bonitos modelos hechos por los alumnos, museo de historia natural, laboratorio, salas de dibujo, biblioteca y excelentes habitaciones de dirección y secretaría. Débese la construcción de este hermoso edificio al municipio de Mieres, al apoyo poderoso del dueño de la fábrica M. Guilhou y á la iniciativa y actividad del director el ingeniero don Jerónimo Ibran, quienes al instalarlo han resuelto en favor de Mieres la debatida cuestión de la localidad en que debia arraigar definitivamente este centro instructivo, en tantas partes planteado con carácter interino, y por todos los pueblos industriales deseado.

No solo se dá en ella la instrucción á los que han de ser capataces de minas, sino á cuantos obreros estudiosos quieran dedicarse á las demás ramas de la industria y de las artes. En el estado actual de la Escuela son profesores los ingenieros de minas Don Jerónimo Ibran, don Luis Adaro, Don Wenceslao González y un ayudante, que hace de secretario  del  establecimiento.


FÁBRICA DE MIERES
: En el extremo Norte de la vega, en una angostura que los montes forman y á unos tres kilómetros de la estación de Mieres, inmediato á la de Ablaña, se alza, en la orilla derecha del rio, el gran establecimiento industrial, que ha hecho famoso el nombre de la villa y que se llama Fábrica de Mieres. Todos los viajeros de Asturias, los de las antiguas diligencias ayer, los del tren hoy, recuerdan y ponderan aquel espectáculo fantástico que la fábrica ofrece por la noche, cuando de repente y desde lejos se ven  fulgurar hileras de grandes luminarias en la ribera y en los hogares del cok, en los colosales hogares de los talleres y altos hornos y en las cimas de las empinadas chimeneas, relampagueando entre nubes de vapor y de humo. Pero tan pasajero recuerdo nada significa, comparado con el de la visita á la renombrada fábrica. Puede esta efectuarse, ó desde Mieres, subiendo la pintoresca carretera, ó desde Ablaña, pasando el puente.  La via férrea, de iguales dimensiones que la general, circunda y sirve con sus carriles á todo el establecimiento. En su magnifico conjunto, extendido por el negro suelo, al  pié de las verdes laderas de Las Piezas que hoy sustentan todo un pueblo de obreros llega el curioso á ver, á la izquierda, entrando desde Mieres, las oficinas, la dirección, la sala de dibujo y museo de proyectos y obras;   á la derecha, los  tres altos hornos cilindricos de 18 metros de altura, rodeados en su base de una corriente constante de agua, las poderosas máquinas soplantes, estufas y bombas y los pisos de obtención del hierro moldeado. Al frente, la primitiva y curiosa casa de la máquina soplante; á su izquierda el gran taller de pudlado, con 28 hornos del sistema Boetius; más adelante los talleres de refinos y laminación, con seis hornos y tres poderosos trenes, grande, mediano y chico. En frente á ellos, los bien ordenados almacenes de toda clase de efectos para la fábrica y los obreros, y que contiene existencias por valor de más de cuarenta mil duros; al lado opuesto la carpintería y el Museo de modelos, admirable y riquísima colección de ejemplares, que por sí solo forma una verdadera escuela de tipos de fundición; los tres extensos talleres de fraguas y ajuste; enfrente, el taller de montaje de puentes y calderas; el curioso aparato de remachar, de agua comprimida, las calderas; la dinamo Gramme para el alumbrado eléctrico de los talleres; la fábrica de ladrillos refractarios; la capilla; los aparatos lavaderos del carbón, de diversos sistemas, y en fin, en el extremo de la fábrica los dos grupos de hornos de fabricación del cok, 40 del antiguo sistema Smet y 30 del sistema Ibran, en medio de grandes montones de combustible ya fabricado.

Supónganse todos estos centros en continuo atronador é infernal movimiento, imagine el lector mil doscientos obreros agitándose entre este encendido telar de fuego, trabajando sin cesar de noche y de día y llegará á formarse una confusa idea de lo que la fábrica es en realidad. Aqui no caben estéticas descripciones. La poesía de la  industria   son los números. He aquí, pues, condensado una parte del poema de Mieres:

La fábrica ocupa una superficie de 240.000 metros cuadrados; tiene 24 máquinas de vapor, con 38 calderas y 750 caballos de vapor de fuerza. Consume 35.000 toneladas de carbón, 25.000 de cok, 16.000 de fundentes y 33.000 de mineral de hierro. El carbón procede de las minas Nicolasa, Mariana y Corujas, del concejo de Mieres; de la de Santo Firme, concejo de Llanera, y de las de Sama, Candín, y Llascaras del concejo de Langreo y Siero, que ocupan 5.772 hectáreas y que producen 144.000 toneladas. El hierro se extrae de las minas de Villaperez, Naranco, Boquerón y Grandola, próximas á Oviedo, y de la de Aguilero en Aviles, siendo la primera la que da mayores cantidades para el consumo. Todas son propias de la Sociedad, la cual compra además unos siete millones de kilogramos de hierros, procedentes de Vizcaya, de Somorrostro y Ollargan. Produce la fábrica: 10.500 toneladas de hierros laminados; 300 de martillados; 12.500 de lingote, y 13.300 de hierros bastos. Ha construido en 1882, 29 puentes, y ocupa en sus minas y fábricas 2.300 operarios.

Fue creado este establecimiento en 1848 bajo la dirección de M. T. Lambert; pero la falta y dificultad de las comunicaciones, y la pobre explotación que se hacia de hierros y carbones, hizo malograr los primeros trabajos, en los que se emprendió la tarea nueva en España de obtener la fundición de hierro por medio del cok. Veinte años después el entendido y emprendedor hombre de negocios Don Numa Guilhou se hizo cargo de ella, desarrolló en grande su marcha industrial, y, gracias á la apertura de la vía férrea de Lena á Gijon logró ponerla en grandes condiciones de producción. Para que estas arraigaran y tomasen verdadera importancia, constituyó en 1878 la Sociedad Fábrica de Mieres, cuya presidencia lleva. Entonces empezó una gran campaña cientifico-económica, que triplicó los productos, que unió todos los criaderos de carbón y hierro con la vía general, que consiguió utilizar equitativamente la mala calidad de los hierros silíceos asturianos y que metodizó la extracción y uso de los carbones, según su diversa calidad, tarea esta última no muy difícil, dada la variedad y riqueza de los yacimientos en cuyo centro está la fábrica emplazada. Ha sido y continúa siendo esta una verdadera providencia para el país, puesto que bajo su amparo se han formado populosas barriadas, se ha asegurado la vida y progreso dé centenares de familias, y se han creado escuelas, hospitales, cajas de ahorros y sociedades cooperativas muy económicas.

Don Numa Guilhou, entendido, laborioso y caritativo como pocos, ha llegado á ser por su tolerancia, su carácter y sus ejemplares dotes un padre para esta comarca. A su lado figuran en la fábrica y las minas, sosteniéndolas á envidiable altura, el director D. Jerónimo Ibran, cuya competencia es ya proverbial en estos valles; D. Buenaventura Junquera, ingeniero constructor, y los Sres. Alejandre, que dirige la fabricación del hierro, Sánchez. Tirado la explotación minera, Nespral la contabilidad, Commeax los talleres en general, Cloux la laminación, Beanche el pudelado, Soto el taller de ajuste y Cabeza, Bericua y Robert los trabajos de construcción de puentes y montaje.

Repetir aquí que esta fábrica se ha colocado en primer término en las exposiciones nacionales é internacionales y que se honra con múltiples recompensas, seria casi una redundancia. Tanto como sus triunfos, en los certámenes de la civilización la honran sus productos, y entre ellos puede recordar el lector curioso, los magníficos puentes del Nalon cerca de Pravia, el de Sequeiros en la línea de Galicia, y algunos en el puerto de Pajares. Con la apertura de la vía general empezará de seguro una nueva época de actividad y de progreso para esta grandiosa fábrica.

A un kilómetro del apeadero estación de Ablaña, en terreno ya muy quebrado, se cruzan la peña del Fresno y el pequeño túnel de Peña Laspra. El rio Caudal pasa por debajo de la via, por un puente de 75 metros, y cambia su rumbo al O. desde el Cardeo, hacia Baiña y Loredo, detenido por la sierra del Padrum, enlace de la de Fayedo con la del Layos, que forman la divisoria entre él y el Nalon. Para salvarla, atraviesa la vía el túnel del Padrum, de 1.726 metros, en dos. planos inclinados ó pendientes, uno de 800 en ascenso de 0,009 y otro de 887, en descenso de 0,008. Al salir de él nos encontramos con los hermosos panoramas de los valles del Nalon, en términos de Tudela, Sandianes y Olloniego, habiendo dejado atrás, como puede verse en las trincheras, las pudingas del terreno carbonífero, para entrar en el devoniano, que se extiende casi sin interrupción al N. O., hasta las costas de Aviles á Pravia.

En una empinada loma entre aquel círculo de montañas, destaca la ruina del castillo de Tudela ó de Armatila, erigido en el siglo X, propiedad del poderoso cabildo de Oviedo y asilo de aventureros y asoladores del país durante tres siglos después, sitiado en 1316 por el famoso caudillo D. Rodrigo Alvarez de  Asturias.


"Caminos de Hierro de León, Asturias y Galicia - De Palencia a Oviedo y Gijón, Langreo, Trubia y Caldas", Ricardo Becerro de Bengoa
Cronista de Vitoria, Catedrático de Física y Química, Académico correspondiente de la Historia, etc.
Palencia, 1884, Alonso y Z. Menendez, Editores, D. Sancho, 13.