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La ciudad de Oviedo

LA UNIVERSIDAD.—

Está situada fuera de la antigua cerca, inmediata á la plaza de Porlier y entre la calle de San Francisco y la de la Picota, hoy de la Universidad. Compónese de un severo edificio de un solo piso y de cuadrada planta, de 50 metros de línea, del orden dórico, construido de sillería, con los elevados zócalos, salientes sillares, estriadas pilastras y pesados cornisamentos que caracterizan á las obras de principios del siglo XVII. Tiene dos entradas: la principal por la calle de San Francisco y la de la calle antigua de la Picota. Sobre ellas, y en los ángulos del edificio, campean con. las armas de Oviedo las del fundador de esta insigne escuela. Fue este el Arzobispo de Sevilla é Inquisidor general Don Fernando Fernandez de Valdés, natural de Salas, en esta provincia, que floreció desde 1520 á 1568. En el interior de la Universidad hay un espacioso patio de dos cuerpos, de columnas y arcos dóricos el bajo y del orden jónico el principal en sus sencillos claustros y abiertos ó utilizados corredores. En el centro del patio, sobre un elegante pedestal, se alza el busto de la reina Doña Isabel II. A la derecha de la entrada principal se abre la anchurosa escalinata de dos tramos, de la Universidad, que conduce al cuerpo alto y en el que, pasada una verja, están la galería-antesala, la rica Biblioteca, el salón de profesores, el rectorado y las principales dependencias, la mayor parte de las cuales ostentan en  las paredes curiosísimos retratos al óleo de los doctores eminentes y hombres ilustres que han pertenecido á la Universidad ó que han honrado á  Asturias con sus trabajos. A la izquierda de la entrada se encuentra la Capilla. En la planta baja están varias cátedras y el Paraninfo. Desde la puerta de Oriente, bajando algunas gradas, se penetra en el mismo patio, é inmediata está la subida á las dependencias del Instituto provincial, que ocupa mucha parte de este edificio. En ellas puede visitarse el rico y curiosísimo gabinete de Historia natural, uno de los mejores de España: el de Física, el laboratorio químico y la bonita y completa instalación del Observatorio meteorológico, que alza su elegante torrecilla moderna, terminada en la azotea de observación, con multitud de aparatos, y que descuella airosa sobre toda la mole del edificio, descubriéndose desde ella una preciosa vista. Se dan en la Universidad, la enseñanza de la facultad de Derecho y la de la carrera del Notariado y acuden á sus aulas unos 200 escolares. Estudiaron en ella y la honran con su recuerdo hombres tan distinguidos como Jovellanos, Campomanes, Feijoó, Navia Osorio, Martínez Marina. Arguelles, Florez Estrada, Riego, Toreno, Inguanzo y otros, y han figurado como rectores suyos los personajes mas ilustres del país. Hoy se halla á su frente desde 1866 el veterano profesor Excmo. Sr. D. León Salmean. Pertenecen á este centro los institutos de Leon, Gijon, Casariego de Tapia y Ponferrada. El Instituto de segunda enseñanza está dirigido por el distinguido y respetado catedrático Don Claudio Polo. El observatorio meteorológico funciona bajo la entendida dirección del joven profesor Don Luis Frades, a quien se deben, además de otras obras científicas, el estudio detallado de la climatología de Oviedo, deducida de las observaciones constantes de un periodo de 30 años. Vea el lector curioso si desea conocer en todos sus detalles esta Universidad y sus centros de enseñanza anejos, la curiosa obra titulada Historia de la Universidad de Oviedo, que dio á luz el estudioso profesor, arqueólogo y publicista ovetense Don Fermín Canella Secades.

Cuenta la capital dé Asturias con una. notable Escuela de Bellas Artes, con varios centros de enseñanza práctica para los obreros, con algunos colegios particulares y con un plantel de numerosas escuelas públicas y privadas que sostienen la enseñanza á gran altura.

La Audiencia está instalada en el severo palacio que los Quirós, hoy los marqueses de Campo-Sagrado, alzaron al lado de la fortaleza de la ciudad, en la que hoy se llama Plaza de Porlier. Tiene este reducido punto de entretenimiento público, un sencillo plantel de árboles y corridos asientos que la circundan y un pabellón en su centro, en el que se coloca la banda de música cuando en las noches de verano y en los claros días de invierno se forma alli el concurrido paseo de la población.

El movimiento de Oviedo está reconcentrado en las calles de la Rúa ó Florez Estrada, de Cimadevilla, Plaza de la Constitución, calle de la Magdalena y el Fontan, las más céntricas, y en la mayor parte de las cuales se ven los comercios, almacenes y talleres más concurridos. En las inmediaciones del Fontan se alza el teatro viejo, al que va á sustituir el suntuoso que se levanta en ol Campo de la Lana.

Las edificaciones modernas tienden á marchar hacia el Norte, hacia el campo de San Francisco y la estación del ferro-carril. En esa dirección está abierta  la magnifica calle de Campomanes con sus ostentosos edificios, sus almacenes y sus cafés. Más allá de su terminación se ha construido un bonito y anchuroso Circo, llamado á ser un gran centro de animación y entretenimiento para Oviedo.

En los viejos barrios, más al Oriente de las viejas Puertas nuevas, se alza fuera del paseo de ronda el ex-convento de Santo Domingo, con fachada dórica de grandes columnas, construida en el siglo último, y de una sola magnifica nave que á la ornamentación y gusto del Renacimiento une los recuerdos de la inspiración ojival en su postrer periodo. En sus múltiples capillas abiertas en las naves laterales hay caprichosos enterramientos. Se alzó este templo en 1530 por el maestro mayor do la Catedral Juan de Cerecedo.

El convento de San Francisco, situado fuera de la población, en un tiempo, y al Poniente como queda dicho, debió su creación en 1214 al venerable Pedro, compañero ó compadre de San Francisco de Asís. Aun ostenta hacia Oviedo el artístico conjunto de su poligonal ábside, rasgado por grandes ventanas y al que corresponden en el interior la ojival capilla mayor y las dos laterales. El resto del templo, como sucedió con la mayor parte de los de su orden, fue toscamente recompuesto ó modificado en el siglo XVII. Figuraron como decididos patronos y favorecedores de esta casa los Bernaldo de Quirós, de cuya renombrada familia hay en la iglesia numerosos enterramientos y escudos de armas. En sus capillas se encuentran curiosos detalles artísticos de todas las épocas, desde la de la fundación. En una de las modernas, que se añadieron á la obra general, se ha instalado el Museo arqueológico provincial, bajo la dirección de la Comisión de monumentos, y de la del señor Canella principalmente, y en él puede ver el visitante ilustrado una curiosísima colección de restos, procedentes de casi  todas las localidades de la comarca, el sepulcro de Don Rodrigo Rodríguez de las Asturias, el de doña Gontrode, madre de la reina Urraca, muchas inscripciones, notables cuadros y académicas reproducciones de los viejos monumentos de esta tierra, tales cuales debieran estar  restaurados.

- Rodea al ex-convento, por el poniente y norte, ocupando una amplia zona, el famoso Campo de San Francisco, regalo y delicia de Oviedo. Hay en su dilatada área: hermoso bosque de gigantes robles y un fino yerbin, un paseo extenso llamado del Bombé, con fuente monumental y asientos y alamedas paralelas, donde lucen sus galas y belleza las hijas de la capital, y donde concurre durante el buen tiempo lo más selecto de la sociedad; una serie de jardines en irregulares parterres y en vario declive, cuajados de toda claao de plantas y flores, con solitarias plazuelitas, sinuosos senderos, pintorescas revueltas, escondida fuente, hermoso lago con aves acuáticas, isla y pajarera y lozana vejétacion ya espontánea ó ya artificial, que todo lo invade. Es indudablemente este Campo de San Francisco, un paseo propio de una capital de mucho más vecindario que Oviedo. En una de sus reducidas plazoletas está sirviendo de choza-garita del jardinero, parte del tronco, invertido, del colosal roble llamado: El Carbayon, que unió su nombre al de la ciudad, que fue muy enaltecido durante largos años, que estuvo plantado cerca del convento de San Francisco y que se cortó en 1879. También entre los robles del bosquecillo del Campo se enseña uno, á cuyo troncó estuvo atado el poeta Menendez Valdés para ser fusilado en 1808.

Ha cruzado la parte septentrional de este gran paseo la nueva y magnifica calle de Uría, que comunica á Oviedo con la Estación, cuya acera de oriente está ya completamente llena de modernas edificaciones, y que en la opuesta tiene, además de la linea del paseo, otra de lindos chalets modernos, como los de los señores Vereterra y Aguirre, que dan especial belleza á aquella parte, la más favorecida de la capital. Detrás de estos, y al frente del campo, se alza la poligonal mole de la artística y notable capilla del Hospicio, trazada con arreglo á los planos del insigne Ventura Rodríguez. El establecimiento es de primer orden, digno de la cultura de Oviedo y de ser visitado por los amantes de estas instituciones.

Al extremo de los barrios, que bajan desde la Catedral y entre los caminos de Gijon y Langreo, están el ex-convento de monjas benedictinas de Santa María de la Vega, que fundara en 1153 Doña Gontrode, madre de la reina de Navarra Urraca y manceba que fue de Alonso VII.

Está el templo cerrado al   culto, y nada conserva de su primitiva forma más que alguna olvidada sepultura. En sus dependencias, reformadas convenientemente, hay instalados varios servicios de la inmediata Fábrica nacional de armas de fuego portátiles, que es el establecimiento industrial más considerable de la ciudad. Su guerrera y aparatosa fachada, descuella á la derecha de la carretera de Gijon é imita una fortaleza de estilo prusiano. En el interior, simétricamente colocados á los lados de  una avenida-jardin están los magníficos hornos, fraguas, talleres y almacenes, que ocupan a más de 800 operarios. En aquellos animados salones del trabajo, en que el vapor impulsa centenares de aparatos, vé el visitante moldear, elaborar y pulimentar todas las piezas del cierre del fusil, de la perforación del cañón, construcción de la bayoneta, alzas,  aparejos y cajas, y se admira la perfecta ejecución del fusil español, de diversos otros sistemas extranjeros reformados en está fábrica, y de rewólvers de variados tipos. Es un establecimiento que honra á nuestra patria, y que vale á Oviedo especial renombr y no poca animación y riqueza.

Poco más adelante se alza, en un barrio, el humilde templo de Santullano ó de San Julián de los Prados, que fundó Alonso el Casto, que no conserva otros vestigios de tan remota época, más que su planta, los arcos figurados y las columnitas que constituyen el presbiterio, y que en gran parte oculta el altar mayor, y el alto ajimez dé su muro posterior, que se descubre desde el inmediato cementerio y en el que se vé el espíritu de aquel arte cristiano primitivo, que dejó tan bellos recuerdos en Asturias en los siglos VIII y IX.

Se publican en la Capital, representando dignamente los intereses y aspiraciones de la misma, El Eco de Asturias, El Carbayon, El Diario de Oviedo y El Ferro-carril.

La buena sociedad de Oviedo tiene excelentes centros de reunión; y entre ellos: El Casino, situado en la calle de San Juan. Hay varios cafés, instalados con todo gusto, como el Suizo, el Español, el de Madrid y el de París. La industria, naciente aún, está representada por una fábrica de pólvora, tres de chocolate, dos de jabón, tres de curtidos, once de sidra, dos de fundición de hierro, una de fósforos, una de puntas de Paris, diez de teja y  ladrillo y dos de cal y yeso.

Celébranse en la ciudad y sus cercanías las siguientes concurridas romerías: en 2 de Febrero la de las Naranjas en San Pelayo, el 9, la de Santa Apolonia en Faro; en Marzo el 3, la de Santo Medero en Bendones; el 19, la de San José en Villafria; el 27, la de los Huevos en Pola de Siero; en Mayo el 14 y 15, la del Bollo ó de la Belasquida en la capital.  En  Junio el 29, la de San Pedro de los Pilares. En Julio, el 25 la del Barco de Soto ó de  las Segadas, el 26 la de Santa Ana en  Abuli, el 31 la del Monte de San Cristóbal. En Agosto del 13 al 15 las de las calles de Santa Susana y el Rosal. En Setiembre el 8, la del Hospicio, del 19 en adelante las de San Mateo, principales fiestas de Oviedo, y el 23 la del Cristo de las Cadenas. La animación que en ellas reina y el característico buen humor que los ovetenses del pueblo muestran sin cesar escitado por la inspiración de la asturiana música y por el fresco zumo de las manzanas, ha hecho muy conocido en todas partes el famoso proverbio, que asegura  que:

"Xente d' Uvieo, tambor y gaita,»

siendo  proverbial  también el que, tales dias sirven de natural y necesario esparcimiento para el espíritu y para las fuerzas de un pueblo cual el de Oviedo, activo, laborioso, sufrido y económico como el que más.


"Caminos de Hierro de León, Asturias y Galicia - De Palencia a Oviedo y Gijón, Langreo, Trubia y Caldas", Ricardo Becerro de Bengoa
Cronista de Vitoria, Catedrático de Física y Química, Académico correspondiente de la Historia, etc.
Palencia, 1884, Alonso y Z. Menendez, Editores, D. Sancho, 13.