Maquina a vapor construida por Newton, considerada como el primer automóvil existente.
Automóvil de Trevithick & Vivian, construido en Inglaterra en 1804.
El automóvil
Consideraciones generales
Un automóvil no es otra cosa que un aparato o máquina capaz de trasladarse por sí solo de un lugar a otro a voluntad de un conductor.
Una locomotora, un aeroplano, una canoa, no son más que automóviles, pero vulgarmente se aplica el nombre de automóvil solamente a los vehículos que provistos de motor, ya sea eléctrico, ya de vapor o a explosión, se desplazan por el suelo. El nombre de automóvil, puede, evidentemente, aplicarse a todo aquel aparato que se mueve por su propia fuerza y que funcione con cualquier género de motor.
El automóvil no data de una época tan reciente como vulgarmente se cree, pues el problema del transporte mecánico ha sido estudiado por muchos y hace infinidad de años que empezaron las tentativas para encontrar una solución a tan importante problema.
Si queremos recordar las distintas fases sucesivas por que ha atravesado la locomoción automovilística desde su creación, habremos de remontarnos a tres siglos atrás, pues, indudablemente, la máquina a vapor construida por Newton en el año 1670, fue el primero de los automóviles.
Esta máquina tan sólo consistía en una simple caldera montada sobre cuatro ruedas, la cual se desplazaba debido a la reacción que sobre el aire ambiente ejercía un chorro de vapor a presión. La posibilidad de la propulsión por reacción ha sido, teórica y prácticamente probada, siendo de notar que, fundada en este principio, funcionaba la eolipila de Heron el año 130 antes de Jesucristo, y por reacción marcha el coche cohete construido recientemente en Alemania por la casa «Oppel» y con el que se ha llegado a unas velocidades de verdadera consideración.
A título solamente de información y siguiendo el orden cronológico, desde que el automóvil puede considerarse como medio de transporte útil, dirémos que por el año 1771 apareció en Francia un carro automóvil a vapor, que fue construido por Cugnot, el cual es conservado todavía en uno de los museos de París.
En 1804, Oliviero Evans construyó en Filadelfia «L'Oruktor Amphibolis», cuya máquina ofrecía la particularidad de moverse indistintamente sobre el suelo o sobre el agua, lo que le proporcionó a su inventor mucha fama y dinero.
Seguidamente, Trevithick & Vivian construyeron en Inglaterra un vehículo a vapor, aprovechando en su mayor parte las ideas de Evans.
Más tarde, en el año 1827, Gurmey construyó en Londres un vehículo, también a vapor, capaz de llevar 18 pasajeros, pero su peso era de más de dos toneladas.
Walter Hancock, construyó en 1830 unos vehículos muy parecidos al de Gurmey, algunos de los cuales hicieron servicio de viajeros en la metrópoli londinense. Estos vehículos llevaban, tanto el motor como la caldera, en su interior.
Un ingeniero italiano construyó en el año 1833, en Birmingham, un vehículo a vapor extremadamente pesado, pero que podía transportar una carga igualmente grande.
Han seguido otros inventores haciendo experimentos, pero la vida propiamente dicha, del automóvil, no dio principio hasta que le fue aplicado el motor de explosión, siendo Daimler quien construyó el primero en 1883 y que fue aplicado a un cuatriciclo en 1887, llamando poderosamente la atención, sobre todo de los constructores que en aquella época se preocupaban de resolver este problema, muy especialmente De Dion-Bouton, que se dedicaron de pleno al estudio de estos vehículos y perfeccionamiento del motor a gasolina, pues fue advertida seguidamente la ventaja de esta clase de fuerza motriz sobre la producida a vapor.
El desarrollo del automóvil, desde el punto de vista de su construcción, ha sido muy grande en todo el mundo en pocos años, pues desde buen principio, la atención del inventor de máquinas y de los constructores de todos los países, se concentraba en el estudio de los medios de transporte, y para estimularles, Le Petit Journal organizó en París un concurso en el año 1894 para vehículos sin caballos, teniendo tan buena acogida por parte de los constructores, que haciendo un esfuerzo adelantaron un paso muy grande en este problema, pues para alcanzar un fin práctico y conveniente tuvieron que vencer obstáculos muy grandes para obtener simplicidad y perfección en el funcionamiento de los mecanismos. Uno da los obstáculos más grandes consistía en encontrar un motor lo más eficaz y ligero posible para correr a una velocidad importante durante un curso largo. La simplicidad de maniobra del vehículo era un requisito indispensable.
"El automóvil (ENCICLOPEDIA GRÁFICA)", Ernesto Rodríguez Iranzo, Ingeniero
Fotos del Autor, Plá. David. S. A., Soriano, Fenwick, Compañía General de Autobuses. Cuerpo de Bomberos de Barcelona, Tranvías de Barcelona, Hispano Suiza y Agencia «Ford»
Dibujos del Autor. Plá y Molist
Editorial Cervantes, Barcelona, 1931