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Cereales
10. - Cultivo de los cereales

59. Alternativa de cosechas. — Principio de las alternativas *.—

Toda cosecha extrae anualmente del suelo gran cantidad de elementos nutritivos especialmente útiles a la vegetación y que la mayoría de los abonos son impotentes para restituir en un año; por otra parte, ciertos vegetales de raíces cortas toman solamente los principios fertilizantes de la superficie del suelo, mientras que otros de raíces profundas van a buscar su alimento en las capas más bajas; por fin, hay plantas, llamadas esquilmantes, que agotan el suelo y favorecen el desarrollo de las malas hierbas, mientras que otras, llamadas mejorantes, enriquecen el suelo y dificultan el desarrollo de las malas hierbas. De aquí viene la necesidad de alternar los cultivos sobre el mismo terreno y adoptar un orden racional de sucesión de las cosechas, a lo cual se da el nombre de rotación. Para ello se dividen las tierras cultivadas de una explotación agrícola en tantas parcelas como años ha de durar la rotación, para reanudar al cabo de éstos el mismo orden de cultivo que se ha seguido desde el principio.


Alternativas.— La alternativa * bienal (dos rotaciones) y la trienal (tres rotaciones), basadas en el barbecho *, se emplean todavía en algunos países. La rotación cuadrienal es conveniente para los cultivos pequeño y medio, en la siguiente forma: 1.er año, hortalizas; 2.° año, trigo, centeno, etc.; 3.er año, trébol, etc.; 4.° año, cebada, avena.

Una rotación apropiada a las tierras pobres es la siguiente: l.er año, patatas o remolachas; 2.° año, trigo; 3.er año, trébol; 4.° año, trigo, e inmediatamente después, nabos; 5.° año, avena.

Las alternancias pueden modificarse sobre todo en vista de las plantas que más convienen a los terrenos, y también, por lo que respecta a las plantas industriales, según las probabilidades de venta.


60. Cereales.—

Llámanse cereales a las plantas que se cultivan por su grano, y por su paja, que se utilizan en la alimentación de los animales. Los principales cereales son: el trigo o candeal, el centeno, la avena, la cebada, el maíz, el sarraceno o alforfón, llamado también trigo negro, el arroz y el mijo común.


61. El trigo.—

El trigo es el más precioso de los cereales, el que ocupa en la Agricultura el lugar más importante.

Divídense las variedades de trigo en dos grandes clases: 1.ª, los trigos de grano desnudo, cuyo grano se separa fácilmente de la paja; 2.ª, los trigos vestidos, cuyo grano está adherido a sus cubiertas.

Entre las variedades más conocidas de trigo figuran en lugar preeminente: el candeal de Castilla o trigo de raspa (fig. 166), de color amarillo y cubierta dura, y muy poco exigente en materia de clima, así como el trigo chamorro o mocho (fig. 167), de espigas lampiñas y granos tiernos, muy apreciado para la panificación.

Entre los trigos exóticos figuran trigos blandos (figuras 168 a 172), trigos de gran resistencia al frío y a la humedad (figs. 173 y 174), los trigos duros del Mediterráneo y del Mar Negro (figs. 175 y 176), las espeltas (fig. 177), que se acomodan en terrenos magros y resisten climas duros: los trigos almidoneros (fig. 178), que difieren de las espeltas por su espiga compacta y aplanada, cultivándoseles en las regiones montañosas de la Europa central; las escandas (fig. 179), cultivadas en las tierras mediocres y que son poco productivas.

Desde el punto de vista de la siembra se clasifican los trigos en trigos de invierno, que se siembran a principios de otoño, y trigos de primavera, que se siembran al terminar el invierno.


62. Mejoramiento de los trigos.—

Los trigos se mejoran por selección y por cruzamiento. Al escoger simientes perfeccionadas no debe perderse de vista que dan resultados más favorables en los lugares de origen que en otro clima cualquiera. Además, siempre es posible seleccionar las variedades perfectamente aclimatadas.


63. Suelo conveniente para el cultivo del trigo.—

Para determinar la naturaleza de los suelos más convenientes para el trigo, hay que tener en cuenta el clima. En los países frios y húmedos, los terrenos arcillosos conservan demasiada humedad en primavera y se prestan poco a este cultivo.

Las mejores tierras para el trigo son las tierras francas y las de consistencia media. En los países cálidos son preferibles los suelos compactos o que retienen mejor la humedad necesaria para la vegetación del trigo.


64. Abonos.—

El estiércol de cuadra es el abono más empleado; pero como a veces no es ni bastante abundante, ni bastante rico en nitrógeno, ácido fosfórico, etc. se le completa por medio de abonos químicos.

En la rotación del trigo, el abono se da habitualmente a la hortaliza que le precede.

Cuando, después de la primera cosecha, algunos de los principios fertilizantes del trigo han sido ya absorbidos, se da a la tierra un abono complementario en primavera, cuando el suelo ha perdido su exceso de humedad.

Para obtener una buena cosecha se esparce en primavera de 100 a 150 kilos de nitrato de sosa por hectárea o bien 100 kilos de sulfato amónico, o aun mejor, de 150 a 200 kilos de sangre desecada si los cereales son amarillentos o parecen languidecer. Sólo la experiencia indica la utilidad relativa de estos abonos.


Fig. 166. — Trigo candeal o de raspa. —Espiga con grandes barbas, amarillenta; cubierta dura; existen numerosas variedades.



Fig. 167. — Trigo chamorro o mocho.— Espiga oblonga y lampiña, granos cortos y tiernos; da un pan excelente.




Fig. 168.— Trigo blanco de Flandes o trigo de Bergues. — Espiga blanca piramidal, paja alta, grano blanco de superior calidad.



Fig. 169. — Trigo Schireff de espiga cuadrada. —Espiga blanca compacta, paja corta y tiesa; prospera en tierras fuertes y profundas.




Fig. 170. — Trigo Dattel — Espiga roja, grano blanco. Trigo bueno y muy productivo.




Fig. 171. — Trigo Victoria de Otoño.— Espiga blanca, paja alta, grano de color amarillo rojizo.




Fig. 172. — Trigo Erizo. — Espiga barbuda y corta, grano pequeño, de color cobrizo. Puede cultivarse como trigo de otoño o de primavera.



Fig. 173. — Trigo Petanielle blanco. — Espiga gorda y blanca, raspas caducas, grano blanco.



Fig. 174. —Trigo de Miracle. — La espiga de este trigo es ramosa y su grano blanco o de color amarillento; barbas cortas.




Fig. 175.—Trigo de Médéah.-Espiga negruzca, barbas de color violeta.



Fig. 176. — Trigo de Polonia.—Espiga larga; las cubiertas del grano son de aspecto foliáceo.



Fig. 177. — Espelta común.—Espiga blanca, floja, sin barbas; grano vestido. Resiste climas duros.



Fig 178. -Almidonero blanco. — Espiga compacta, grano vestido.



Fig. 179.-Escanda común. — Espiga compacta, eje frágil, grano vestido.

65.  Preparación del suelo.—

Si el suelo ha sido invadido por las malas hierbas, a la labor del arado ha de seguir la del escarificador; después se pasa al rastrillado.

Para los trigos de primavera, se labra inmediatamente después de levantada la cosecha anterior; a la entrada del invierno se da una labor profunda, y antes de la siembra se pasa el escarificador, y por fin el rulo y la grada.


66. Elección de semillas; encalado.—


Para la sementera hay que escoger granos sanos y bien conformados; todos los granos pequeños deben desecharse (véase Lección IX); después se introducen las semillas en una lechada de cal o  mejor en una disolución de sulfato de cobre.


67. Cantidad de simiente por hectárea. —

La cantidad de simiente por hectárea es diferente según la variedad, la época de la siembra y la naturaleza del suelo. En general  se necesitan de 1,5 a 2 hectolitros cuando se siembra a voleo y una tercera parte menos si se hace con sembradora. Cuanto más tarde se siembra, se requiere una cantidad tanto mayor de grano.


68. Profundidad de las semillas. —


En las tierras fuertes se entierra el grano a la profundidad de 2 a 5 centímetros y en las tierras ligeras de 5 a 8 centímetros. Los trigos de primavera han de enterrarse a mayor profundidad que los de invierno (véase lección VIII).


69. Época de la siembra. —

En cada comarca, la experiencia de los labradores ha determinado la época más a propósito para la siembra.


70. Cuidados que requiere el trigo durante la vegetación. —

Después de la siembra, se excavan, en el sentido de la pendiente del terreno, surcos destinados a la salida del agua. Al terminar el invierno, si el suelo se ha endurecido formando una costra impermeable al aire, se pasa la grada. Si por causa de las heladas los trigos han sido descalzados, se pasa el rulo al terminar el invierno. Además, hay que limpiar el campo de malas hierbas.


71. El centeno. —

Cultívanse el centeno de invierno (fig. 180), en los países más fríos, y el centeno de primavera (fig. 181), que tiene la paja más fina y más corta que el anterior.

El centeno sirve para nutrir y engordar los animales, bien sea solo, cocido o machacado, bien mezclado con habas, guisantes, etc. Algunas veces, para hacer pan, se añade a la harina de trigo un poco de harina de centeno.


72. Suelos más convenientes para el centeno. —

Los suelos ligeros, pobres, calcáreos o silíceos,  convienen perfectamente para el cultivo del centeno, mientras no sean demasiado húmedos. Después de artigar un terreno se obtiene casi siempre una magnífica cosecha de centeno.


73.  Abonos. —

Los abonos empleados para el trigo convienen generalmente al centeno, pero pueden ser menos nitratados.


74. Tranquillón. —

Llámase tranquillón a la mezcla de trigo y centeno que se siembra en los terrenos poco fértiles. Este cultivo irracional tiende a desaparecer.


75. La cebada. —

La cebada produce un grano que se emplea en la fabricación de la cerveza, y que machacada sirve también para la nutrición y el engorde del ganado y de las aves de corral. La paja de este cérea se utiliza como la del trigo.


Variedades.—

Distingüese la cebada cuadrada de invierno (fig. 182), que soporta bien el frío y se cultiva como el centeno de invierno, pero en suelos mejores; la cebada exagonal, con seis hileras de granos, y que se siembra indiferentemente en invierno o en primavera (fig. 183); la cebada de primavera, llamada también cebada pequeña o de los arenales, que llega a madurar aun sembrándola en plena primavera; la cebada de dos carreras (fig. 184), de grano muy bueno y muy estimado de los fabricantes de cerveza, es productiva y se siembra muy temprano en la primavera.


Abonos. —

La cebada requiere abonos ricos en ácido fosfórico, en potasa y en nitrógeno. Los abonos líquidos parecen adaptarse bien a la rapidez de su vegetación; se esparcen estos abonos en el penúltimo rastrillado que precede a la siembra.


76. La avena. —


La avena (figs. 185 y 186) no se utiliza en la alimentación del hombre. Su grano, en cambio es la base de la alimentación de los caballos y se da también al ganado lanar y a las aves. La paja de avena es tan nutritiva como la del trigo y conviene al ganado mayor y al lanar.


Variedades. —

La avena común de invierno es rústica y da buen producto: la avena común de primavera produce menos y madura más tarde; la avena de Hungría es muy cultivada y da buen rendimiento. Si se exceptúan ciertas variedades que requieren un terreno rico, la avena puede vegetar en suelos mediocres con la condición de que no sean ni demasiado ácidos ni demasiado calcáreos.


Abonos. —

Ordinariamente no se abonan los campos de avena; pero si la cosecha languidece se esparcen ; sobre el campo abonos químicos.


77.  Arroz, mijo, maíz y sorgo. —


El arroz (figura 188) se cultiva en los terrenos de aluvión * fértiles y fácilmente inundables.

El mijo (fig. 191) exige tierras ligeras, de buena calidad; le perjudican mucho las malas hierbas, lo cual obliga a frecuentes escardas.

El maíz (fig. 190) se cultiva en los países fríos como planta forrajera; en los países templados se le cultiva por el grano, que sirve de alimento al hombre y a los animales.

El sorgo (fig. 192) se cultiva también como planta forrajera.


78.  El  alforfón. -

El alforfón  (fig. 193),  llamado también trigo negro o sarraceno, da un grano que puede reemplazar a la cebada y al maíz en la nutrición del ganado caballar, vacuno y de cerda, cuando ha sido convenientemente machacado.  Se cultiva también esta planta como abono verde.


Paseos  escolares

Examinar en el campo cereales y granos. Conservar muestras de granos en frascos, para aprender a reconocerlos.


Fig. 180. - Centeno común o de invierno — Esta variedad de centeno es la que ordinariamente se cultiva en nuestros campos.




Fig. 181. - Centeno de primavera. — Grano grueso, paja corta y pequeña; planta precoz.



Fig. 182. — Cebada cuadrada de invierno.— Planta productiva; es de los primeros cereales en madurar.



Fig. 183. - Cebada exagonal. — Espiga corta y gruesa, con seis carreras iguales de granos.




Fig. 184.- Cebada de dos carreras.— Grano de primera calidad. Espiga con los granos dispuestos en dos hileras.




Fig. 185. — Avena gris de Houdan. — Panículo abierto, paja de talla mediana, grano gris. Es planta productiva.




Fig. 186. — Avena negra de Hungría. — Panículo ancho y unilateral, paja fuerte. Muy productiva, pero de grano ligero.



Fig. 190. — Maíz. — Mazorca y grano.



Fig. 188. —Arroz. —Se cultiva en terrenos que puedan inundarse a voluntad.



Fig 187.—Avena amarilla de Flandes o de las Salinas.— Paja amarilla y alta, grano largo y lleno: muy productiva.



Fig. 189.—Maíz.—Planta monoica, flores masculinas en la parte alta; las femeninas en la axila de las hojas.




Fig. 191. — Mijo común. — Planta cultivada por su grano, que sirve para la alimentación de los pájaros.




Fig. 192. — Sorgo. — Cultivado por sus panículos, con los cuales se hacen escobas, y por su grano, que sirve como alimento de las aves de corral.



Fig. 193. — Alforfón plateado, llamado también trigo sarraceno.— Flores blancas, grano liso de sección triangular, empleado en la alimentación del hombre y de los animales.




"La agricultura al alcance de todos"  Prof. Daniel Zolla
Gustavo Gili Editor, Barcelona, 1914