Durante miles de años, la escritura se grabó en cincel sobre barro y piedra, se rascó sobre cera, corteza de árbol o cuero, se pintó sobre bambú, papiro o seda para muy pocos. Luego, en China, entre los siglos II y VI a.C.se inventó el papel, la tinta y la impresión con bloques tallados de madera: se podían hacer ya muchas copias de una misma obra. Poco antes de 1450 no había más de unas cuantas docenas de miles de libros en toda Europa, todos escritos a mano; tantos como en China en el año 100 a. de C. y una décima parte de los existentes en la gran Biblioteca de Alejandría. Cincuenta años después, hacia 1500, había diez millones de libros impresos.

Desde la antigüedad las bibliotecas son las depositarias de copias de libros que conservan el saber y los sueños. Un recorrido por algunas bibliotecas nos acercará a las obras más importantes escritas por los hombres.

Nuestro objetivo es conocer una de las grandes bibliotecas de la antigüedad, saber cuáles han sido las bibliotecas más famosas a lo largo de la historia, entrar en la Biblioteca Nacional y en una moderna biblioteca electrónica y tener ante nuestros ojos un ejemplar de alguna obra que en ellas se conserve.

Parte de esta introducción
es una adaptación del texto
que aparece en la página
http://www.bib.uc3m.es/~nogales/csagan.htm