Imaginemos
que se hallan reunidos en un café en torno a una mesa cuatro personas
(un filólogo, un editor, un internauta consumado y un historiador).
La conversación gira en torno a los últimos libros que cada
uno ha leído. En un punto de la discusión acaban hablando
de un cantautor que ha publicado un libro de sonetos y que alguno de ellos
ha leído recientemente. La conversación les tiene tan atrapados
que deciden aportar cada uno desde el punto de vista de su profesión
su grano de arena a conocimiento y difusión del soneto.