A continuación se presentan dos críticas de arte, una de cine y otra de teatro. Intenta establecer qué metas persiguen estos dos textos. En otros términos, qué función o funciones comunicativas están presentes
"NUECES PARA EL AMOR" 25 años de desesperanza DIRECTOR Alberto Lecchi ACTORES Ariadna Gil, Gastón Pauls PAÍSES Argentina/España AÑO 2000 ESTRENO 2 de febrero del 2001
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Nueces para el amor tiene dos aciertos: la manera de dividir la historia en cuatro bloques ya la utilización dramática del color y su ausencia, el blando y negro. Alberto Lecchi trata los últimos 25 años de la vida argentina. Toma como referente el último concierto de un conocido grupo de rock de los años 70, Sui Generis, y se nutre de elementos reales y de las experiencia s del director. En cuanto a lo primero, la noticia de una mujer que escapó de un centro psiquiátrico, subió a un tren, puso en marcha la locomotora y partió a la búsqueda de su antiguo novio, desaparecido durante la dictadura. En relación a lo segundo, el título del filme, una frase que acostumbraba a decirle a Lecchi su abuela. El cineasta teje un emotivo filme en torno a la relación imposible entre los personajes, los
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personajes, los encarnados por Ariadna Gil -con nada forzado acento argentino- y Gastón Pauls. Se conocieron en 1975 y se reencuentran otras tres veces, en cada uno de los tres bloques del filme. La situación social y política argentina desfila con ellos. La represión militar, la pérdida de identidad, el exilio, la soledad y la locura son algunos de los elementos que puntúan esta relación sin esperanza. En cuanto a la utilización del color, Lecchi asegura que los argentinos viven en blanco y negro y recuerdan el color. La idea queda muy bien expuesta gracias a la degradación progresiva del color a medida que el drama se instala en la conciencia de lo personajes. QUIM CASAS Una película amarga sobre las víctimas de la reciente historia argentina El Periódico, 8 de febrero del 2001 |
Intérpretes: Carles Xuriguera, Rafael Faixedas Y Quim Masferrer Dirección: Quim Masferrer Estreno: Capitol 2 (3/I/2001) JOAN-ANTON BENACH |
Pasó por Tàrrega, por alguna sesión golfa de Artenbrut, por el último Sitges y ahora se instala en Barcelona para una temporada que puede ser su consagración definitiva. Les hablo de Teatre de Guerrilla, una compañía cómica excepcional que se ha adueñado de muchos tics de la Catalunya pueblerina, supuestamente incontaminada, con la misma agudeza que Capri registró las pulsaciones más hondas de nuestra menestralía urbana y pequeño-burguesa. Una de las diferencias esenciales entre el humor del actor desaparecido y el de estos guerrilleros de Sant Feliu de Buixalleu se hallaría en el uso de la palabra. Si Joan Capri se caracterizó por un verborrea incontinente, el trío que desciende hasta esa "terra baixa" desde una hermosas alturas selvatanas se muestra muy parco en la oración gramatical y extremadamente dadivoso en la mueca, el gesto y la interjección. Si no se utilizara el punto y aparte, el texto de su "Som i serem", espectáculo de 75 minutos, cabría en seis cuartillas. "Som y serem". Tiene gracia que junto a la barahúnda cosmopolita y multirracial de la Rambla se levante la vieja proclama de autoafirmación autóctona. La frase suena con una chulesca desfachatez que, claro está, se desmorona tras la primera carcajada del público, es decir, a los cinco segundos de dar comienzo la función. No sabemos qué opinan de Internet y la globalización los personajes que interpretan Carles Xuriguera, Rafael Faixedas y Quim Masferrer. No se sabe de dónde salieron ni de qué viven. Masferrer es el listillo del pueblo, el hombre sustancialmente atareado, metido en todas las comisiones y tinglados municipales. Siempre de un lado a otro. Un fantasma. Xuriguera y Faixedas, en cambio, conforman una unidad fraterna que es la pura inmovilidad, la quietud, la calma, la perfecta inanidad espiritual y material. Intuimos que la pareja se alimenta de modestas
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rentas agrarias y sabemos con certeza que su avaricia alcanza una mezquindad inquebrantable, nacida de un exacerbado instinto de supervivencia. Genio e ingenio Quim Masferrer, que además de actor ejerce como director, diseñó el trío de "Som y serem" y lo lanzó por la pendiente de lo que llama un "teatre antropològic d'humor corrosiu". Quédense , si les parece, con el primer adjetivo. En espectáculo, en efecto, es fruto de un análisis antropológico admirable, extraordinariamente lúdico. Tal vez algunos jóvenes urbanitas no perciban la autenticidad de los registros de una gente de pueblo que caerá muy lejos de su experiencia, pero lo cierto es que con el tratamiento de la expresión y el gesto y en la sátira cruel de ambas cosas, el genio y el ingenio de esos guerrilleros quedan fuera de toda duda. Ninguna caricatura se sostiene sin una base objetiva y verificada, y es evidente que el trío viaja con ella abriéndose a un teatro cómico muy original y de grandes posibilidades. La caricatura inmisericorde de una conductas que se alimentan de la nimedad más ridícula es la materia prima de un "Som i serem" que contiene un humor tonificante, sin antecedentes conocidos.
Después de verlo en Sitges, he reencontrado el espectáculo eficazmente rejuvenecido. Sólo desearía que tras apurar el deseable éxito, el grupo no se fuera del Capitol sin regalarnos aquella gozosa villanía que tituló "Teatre total", a mi juicio, dos palmos por encima de su espléndido "Som i serem".
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