EJERCICIO(extraído de Carolina Figueras y Marisa Santiago, "Planificación" en Estrella Montoliu (coord.), Manual práctico de estructura académica, Ariel (Ariel Practicum), vol. II, cap. 1, pp.  26-28, Barcelona, 2000)

            Dos libros de cocina definen a sus lectores potenciales como sigue:

     Texto 1

Un texto fundamental para aquellos que pretendan comer bien quince minutos después de haber llegado a su casa sin que les espere la mesa puesta. Decenas de recetas fáciles y exquisitas, pensadas para el hombre que vive solo (y pretende comer acompañado), útiles también para jóvenes expertos sólo en el manejo del abrelatas, único conocimiento previo (además de la alfabetización) que exige este libro para preparar suculentos majares.

(A.  Guglielmone [1970], ¡Viva la lata!, Barcelona,

Lumen, 1985, texto de contraportada)

            Texto 2

            Este Gran libro de cocina, que sus autores y editores os ofrecemos hoy, tiene una característica peculiar que lo distingue de otras obras del género: ha nacido, por un lado, de la experiencia doméstica de una mujer –Giuliana Bonomo- que considera la cocina un elemento fundamental de la vida familiar y, por otro, de la experiencia, más profunda y completa, de quienes han hecho de la cocina una auténtica profesión: Carlo Santi y Rosino Brera. Por esta razón, encontraréis una riquísima serie de recetas de cocina familiar al alcance de todas las amas de casa que quieran realizarlas sin temor a inoportunos fracasos. Pero encontraréis también muchas recetas refinadas, sin que falten obras maestras de los grandes chefs de cocina, capaces de satisfacer a las más entendidas y exigentes.

(B.   Santi, R. Brera y G. Bonomo [1969] ,

El gran libro de cocina Nauta, Barcelona, Nauta, 1969, p. 13)

           

            ¿Cuál de los textos siguientes pertenece a cada libro? ¿Por qué?

            Texto 1

Rodaballo con salsa Bercy

Cuatro tajadas de rodaballo, un puñado de hierbas aromáticas (perejil, perifollo, tomillo, salvia, laurel) muy picadas, una taza de salsa holandesa “Titi”, una cucharada de mostaza inglesa, una cucharada de estragón picado, un baso de jugo de carne (para el que se necesitan 500 g de huesos, una cebolla, una zanahoria, dos ramas de apio, dos clavos, medio litro de vino tinto, dos cucharadas de salsa de tomate, dos cucharadas de harina).

Prepara en primer lugar el jugo de carne necesario para la salsa Bercy, lo que requiere bastante tiempo. Partir los huesos, ponerlos en una cazuela y meterlos en el horno sin añadir ningún otro ingrediente, dejándolos sofreír durante unos cuarenta minutos, transcurridos los cuales se añade la zanahoria, el apio y la cebolla picados, los clavos, y se deja rehogar durante otro cuarto de hora. Se escurre la grasa desprendida por los huesos y se rocían éstos con medio litro de vino tinto y se añaden la salsa de tomate y la harina diluida en un poco de agua. Se mezcla todo bien y se mezcla con un litro de agua, que se dejará hervir durante tres horas con el recipiente tapado. Transcurrido este tiempo se pasa este caldo por un tamiz muy fino y se recoge el jugo en una pequeña cacerola, que se vuelve a poner al fuego hasta que la salsa queda reducida a poco más de un vaso. Mientras se espera que el jugo de carne esté listo se prepara la salsa holandesa, se le añade la mostaza y el estragón muy picado, y se conserva muy caliente al baño de María. Por último se mezclan delicadamente las dos salsas. Lavar y secar cuidadosamente el pescado, sazonarlo con sal y pimienta y cocerlo sobre la parrilla muy caliente, espolvoreándolo con las hierbas aromáticas muy picadas. El pescado se sirve con la salsa Bercy aparte.

 

            Texto 2

            He aquí una serie de recetas fáciles para camuflar una vulgar hamburguesa y convertirla en un majar digno de nuestra mesa.

            Calcular dos hamburguesas por persona. En una fuente para horno, cocinar por ambos lados las hamburguesas (con un tenedor podrás calcular el grado de cocción y una buena porción de mantequilla impedirá que se peguen). Prepara aparte una buena crema de champiñones, utilizando para ello los sobres que se venden en el mercado) y menos agua de la que se indica en los mismos, cubrir las hamburguesas y terminar la cocción. Acompañar con arroz hervido. Para evitar riesgos, utilizar siempre arroz parbolizado.

 

Conocimientos del lector sobre el tema tratado en el texto

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