Nietzsche. Una primera lectura

1. La perspectiva nietzscheana

El pensamiento de Friedrich Nietzsche se encuentra en el cruce de dos coordenadas intelectuales del siglo XIX: la actitud de sospecha y denuncia y, en segundo lugar, la actitud de afirmación de los valores vinculados a la vida en detrimento de los vinculados a la razón.

  • Nietzsche comparte con Marx y Freud la actitud de sospecha y denuncia. ¿Qué es sospechar? Es intuir que las cosas no son tal y como parecen. La sospecha lleva a ir más allá de las apariencias, a buscar el fondo escondido y soterrado de las cosas. Marx, Nietzsche y Freud serán conocidos con la expresión filósofos de la sospecha. La sospecha de Marx y Engels fue de cariz socioeconómico: en el corazón del sistema capitalista late sufrimiento, enajenación y explotación. La sospecha de Freud será de cariz psicológico: bajo los más nobles ideas y más buenos sentimientos se esconden móviles oscuros, irracionales e inconscientes. La sospecha de Nietzsche es global y radical: los valores de la cultura occidental ya no son valen, son valores vacíos y no pesan realmente en la vida de les personas.
Friedrich Nietzsche
     Actitud de sospecha y denuncia
  • La cultura occidental a menudo ha dado primacía a la razón. Los ilustrados del siglo XVIII divinizan la razón: una herramienta que nos capacita para analizar y entenderlo todo. En el siglo XIX, con el positivismo, la razón científica quiere tener la última palabra. Nietzsche, por el contrario, intuye que la naturaleza, la actividad humana, la vida en su totalidad, escapan a las capacidades de la razón científica. La vida no es matematizable; la vida es historia, proceso, cambio, irracionalidad. El más hábil y capacitado para acercarse al corazón de la vida no es el filósofo ni el científico, es el artista. El artista está dotado de una disposición para entender la realidad y la vida que falta al científico. Y entre todas las artes, la música es la que expresa la realidad vital con más plenitud. Nietzsche es el más apasionado representante de este vitalismo.

   

2. Primera gran intuición

El primer y revolucionario libro de Nietzsche El nacimiento de la tragedia desde el espíritu de la música, profundamente marcado por Schopenhauer y por Wagner, muestra el núcleo de su pensamiento: el reconocimiento de la vida como valor fundamental y la convicción que la cultura occidental ha rechazado o temido la vida. Contrariamente, el mundo que representa la tragedia griega clásica se mantienen los valores vinculados a la vida, sin olvidar los vinculados a la razón. La tragedia muestra la viva oposición entre el espíritu dionisíaco Dionisos es el dios del vino, la fecundidad, la pasión, la corriente vital efervescente, la oscuridad) y el espíritu apolíneo (Apolo es el dios de la luz, la proporción, la medida, el equilibrio).

Nietzsche considera que la Grecia clásica no ha olvidado ninguno de los dos dioses: hay pasión en el equilibrio griego. Contrariamente, con Sócrates y el Cristianismo se inicia el predominio de aquello que es lógico y racional, o sea, de los valores apolíneos en detrimento de los valores dionisiacos.

Nietzshe llegará a ser el gran defensor de la actitud dionisiaca de aceptación de la vida tal y como es, incluso con la muerte que lleva consigo. Llegará a ser el gran crítico de la actitud de renuncia de la vida, de huida ante la vida, la actitud iniciada por Sócrates.


   

3. Los grandes temas de Zaratustra

Así habló Zaratustra es el libro más leído y la obra central de Nietzsche. Su crítica radical a la religión, a la metafísica, a la moral se complementan con la parte más positiva de su filosofía. Zaratustra dirá a la vida y establecerá la nueva tabla de valores.

Cuatro grandes temas aparecen en un primer plano:

  • La muerte de Dios. Todos los valores de nuestra cultura descansan en la presuposición que el sentido de este mundo está fuera de él. Dios personifica ésta presuposición.
    Con la muerte de Dios se hunden todos los ideales, incluso el ideal de la ciencia, puesto que la ciencia se basa en la presuposición de un sentido único y fijo de les cosas que el concepto puede coger. Nos precipitemos hacia el nihilismo.
  • El superhombre. La doctrina del superhombre se fundamenta en la muerte de Dios. El superhombre será el nuevo «dios terrenal», será el «sentido de la tierra»; el polo posado al «último hombre». El superhombre devendrá el gran creador de valores.
  • La voluntad de poder. ¿Con que cuenta el superhombre para operar la transvaloración? Únicamente con la voluntad de poder. La voluntad de poder (palabra parecida a vida) expresa una energía siempre inquieta que crea incesantemente nuevas formas de vida, pero que también las destruye; una inquietud sin descanso que sólo se sosiega un poco por la creación de nuevas formas de vida. Voluntad de poder es el imperativo nietzscheano.
  • El eterno retorno. Eterno retorno o «circularidad del tiempo» muestra que la distinción entre pretérito y futuro no la hace el mismo tiempo, sino cada uno de nosotros desde su propio punto de vista. Lo que a alguien aparece como pretérito, a otro aparece como futuro. Lo que cuenta es que en cada instante creador se alumbra el paisaje entero del tiempo, como un relámpago, y se interpreta que siempre pasa lo mismo, la creación y muerte de nuevas formas.

   

4. Transmutación de valores

Todos los escritos de Nietzsche posteriores a Así habló Zaratustra están marcados por la idea de transvaloración o de transmutación de todos los valores. Para él todos los problemas de la filosofía son, esencialmente, problemas de valores.

La supresión de la denuncia hecha por Nietzsche exige reconocer que la vida y sólo la vida es el fundamento último de todos los valores. La afirmación del valor de la vida es la transmutación de todos los valores, o sea, la eliminación de la autoalienación humana.

La genealogía de la moral: un escrito polémico es un trata sistemático en el que argumenta que la categoría de toda moral depende de como reconozca el valor de la vida, de como se ajuste a la voluntad de poder. Destaca la contraposición de dos morales: la moral de señores y la moral de esclavos.

La moral de señores es noble, elevada y opera con la contraposición «bueno» y «malo»; bueno es todo cuanto eleva el individuo, todo cuanto lleva a afirmar la vida; bueno es igual a noble, poderoso, bello, feliz, grato a Dios. La moral de esclavos es la moral del rebaño y de la mediocridad, una moral impregnada de instinto de venganza contra la vida superior; es la moral de la democracia: quiere igualar todas las personas; una moral que glorifica todo aquello que hace soportable la vida a los débiles; bueno será igual a pobre, carente, impotente, enfermo, feo.

La moral original era la moral de señores, ésta se encuentra en la base de toda cultura; pero, se produjo la inversión de los valores morales: una rebelión de los esclavos obra de los judíos y el cristianismo que se inicia cuando el resentimiento deviene creador y genera valores.