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La más esperanzadora Declaración | ![]() |
¿Por qué proclamar derechos?
Podemos afirmar que casi siempre los hijos de los esclavos y pobres han seguido siendo esclavos y pobres; que los hijos del ignorantes, han sido ignorantes; que los hijos de los militares, se han dedicado a las armas, y que los hijos de los poderosos han sido ellos mismos poderosos. Ha sido así durante siglos y siglos, y se argumentaba que así tenía que ser. ¿Qué provocó un cambio? Un cambio de visión se inició en la época que llamada Modernidad, especialmente en el siglo XVIII, el Siglo de la Ilustración. Las luces del este siglo llevaron a reconocer que todo hombre puede ser un mayor de edad, o sea, un ser que puede pensar por sí solo y que con su razón criticar los comportamientos y valorarlos éticamente. En el siglo XVIII se redactaron las primeras declaraciones de derechos humanos. Todas ellas establecían derechos después de que los hombres hubiesen tomado conciencia del poco respeto con que habían sido tratados; todas ellas partían de situaciones de explotación del hombre por parte del hombre; todas ellas proclamaban derechos con el objetivo que fuera respetada la libertad, la dignidad del hombre, defendiendo la igualdad de todos ante la ley. Así, en el 1776, la Declaración de Virginia y la Declaración de Independencia de EEUU eran una reivindicación de derechos por parte de los emigrantes europeos contra el poder de la Corona Inglesa.
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2. Evitar que eso se repita
Los asesinados llevados a cabo en los campos de concentración y de exterminio nazis se basaban en la creencia según la cual existen pueblos o razas (la aria) superiores a las otras, y que estas razas superiores se han de proteger de cualquier contacto con las inferiores. Eso era lo que defensa Adolfo Hitler en el sede libro Mein Kampf (Mi lucha).
El italiano Primo Levi, nacido en Turín el 1919, fue deportado en el campo de concentración de Auschwitz a comienzos de 1944. Merced a un conjunto de factores casuales logró sobrevivir; posteriormente ha explicado sus traumáticas vivencias. En 1987 se suicidó. En uno de sus libros, Los hundidos y los salvados, explica una de las técnicas que se empleaba para destruir la personalidad de los prisioneros: el tatuaje.
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3. La más esperanzadora declaración humana Además de los titánicos progresos científicos y tecnológicos que se han producido en el siglo XX, además de las dos guerras de magnitud nunca pensada, también se ha de atribuir al siglo XX la creación de un ideal que ha sido como una luz en medio de les tinieblas, la aprobación el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de les Naciones Unidas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Su aprobación, en los momentos de formación de los dos bloques opuestos, el occidental y el comunista, fue un acuerdo que años después tal vez habría sido imposible.
Esta ambiciosa y esperanzadora tarea sólo parcialmente llegó a buen término:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada y promulgada consta de un Preámbulo y un conjunto de Treinta Artículos. Acepta los derechos políticos defendidos en las constituciones de los países occidentales y acepta los derechos sociales y económicos que estaban en la base de la constitución de la URSS. Rechazando la ideología nazi, asume y proclama cuatro principios básicos:
Cuatro principios básicos que dan fundamento y se concretan en un conjunto de derechos:
Se habla, también, de derechos procesales en el sentido de normas o vías que, en un proceso judicial, tienen por objetivo garantizar la efectividad del conjunto de derechos; por ejemplo, derecho en apelar a un tribunal superior. La Declaración es sólo una declaración, no un tratado vinculante como sería deseable, pero pese a todo, ha llegaso a ser una herramienta potente. El expresidente sudafricanono Nelson Mandela, con la autoridad moral que le otorgan veintisiete años de carcel debido a su oposición al régimen racista de su país, recordó a la Asamblea General de les Naciones Unidas, en el 50º aniversario de la Declaración, lo siguiente: "Para esos que, como nosotros, habíamos luchado por nuestra emancipación, para esos que habíamos de liberarnos del régimen criminal del apartheid, la Declaración Universal de los Derechos Humanos servía para justificar nuestra causa". A los 50 años de su proclamación, 185 Estados del planeta han reconocido y ratificado la Declaración. |
4. Derechos occidentales o derechos universales Hay muchos pueblos que tienen tradiciones que chocan con los derechos que proclama la Declaración Universal; tradiciones y costumbres que no proclaman la igualdad ni la libertad, sino la diferencia y el sometimiento. Se ha afirmado que cada pueblo, cada cultura tiene sus propios valores y que aquello que es un valor para los hombres occidentales tal vez no lo es para los musulmanes o los chinos; esta postura se conocida con el nombre de relativismo cultural.
En un mundo que se nos hace más y más pequeño y en el cual todo está interconectado es muy conveniente llegar a una ética mínima universal. Partiendo de lo que las diferentes culturas proclaman, se han de buscar los puntos comunes, aquello que acerca unos a otros. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, acordada después de grandes vergüenzas internacionales, nos muestra un camino: es posible un acuerdo mínimo entre todos los pueblos. |
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6. ¿Qué pasa si no se cumplen?
Si tenemos los ojos bien abiertos, constataremos que siempre ha habido personas que han luchado para mejorar nuestro mundo, personas que incluso han sufrido penalidades y sanciones debido a su lucha. Pero gracias a todos ellas, hoy estamos mejor. Gracias a las personas que hoy llevan a cabo su lucha, mañana estaremos mejor. Cada uno de nosotros puede hacer su colaboración. |