La Italia fascista

"Inmersión sobre la ciudad" (Tulio Crali, 1939, Italia)

Pintura y escultura:

A pesar de que a lo largo del régimen fascista de Mussolini las tendencias pictóricas no siempre fueron iguales, se puede hablar de una inclinación global hacia el futurismo: se trata de un estilo heróico, belicista, obsesionado por las máquinas. Sus autores trabajaron sus temas de la velocidad y del vuelo representados de dos maneras: como analogías cósmicas, o como vistas aéreas vertiginosas de aviones bajando en picado sobre el paisaje.

escultura en el Estadio de los Mármoles (Bernardo Morescalchi, 1932, Italia)

Las esculturas son alusivas y académicas, impregnadas de retórica fascista, e imágenes conformistas hechas con un formalismo vacío de significado. Contribuyeron a la construcción del mito del fervor, optimismo, eficiencia y vigor nacionalistas.

Palacio de Recepciones y Congresos. EUR (Adalberto Libera, 1938-42, Italia)

Arquitectura:

La arquitectura fascista viene a ser una metáfora del restablecimiento del Imperio Romano, en donde el culto a la antigua Roma se convierte objetivo prioritario. En sus edificios se combinaba la modernidad con la monumentalidad clasicista.

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