La Alemania nazi

"Alerta" (Arno Breker, 1939, Alemania)

El arte nacionalsocialista buscaba superar las diferencias de clase social y cohesionar la nación en una comunidad de ciudadanos que participasen de los mismos ideales. Había de vincular los individuos con la nación. La única justificación del arte era la colectividad, de la misma manera que el objetivo de la arquitectura y los mítines multitudinarios era fundir los ciudadanos en una experiencia colectiva. Suprimía el deseo individual de experimentar e investigar, y en su lugar recetaba soluciones y formulas ideológicas dictadas desde arriba.

Bajo el régimen de Hitler, las artes visuales reflejaron un conjunto de tópicos que se repetiran a lo largo de todo aquel período y que llegaron a alcanzar un significado cultural: El Movimento Juvenil, las grandes concentraciones de masas, la glorificación del cuerpo sano, la educación heróica, el culto a la murte heróica, las vistosas ceremonias públicas, los mítines multitudinarios, los estadios deportivos, las nuevas fábricas y viviendas, las autopistas, los edificios públicos, los retratos de Hitler y del partido, los temas antisemitas...

Miembro de la SA (Hermann Otto Hoyer, 1933, Alemania)

Pintura y escultura:

La escultura materializó la obsesión nacionalsocialista por la raza y la etnobiología, a la vez que actuó como complemento de la arquitectura. La escultura fue la transmisora de los valores concretos del nazismo. A las tradicionales representaciones en la escultura decimonónica alemana del soldado o el guerrero, se les añade la guerra, el partido, la camaradería, los campesinos, la maternidad, el cuerpo femenino y fecundo...

Lo que dominó en la escultura fue la representación, inspirada en los modelos de la Antigüedad, de la belleza del cuerpo humano, idealizado. El desnudo masculino representaba el ideal de la raza aria: camaradería, disciplina, obediencia, impasibilidad y valor..

Estadio Zeppelin en Nuremberg (Albert Speer, Alemania)

Arquitectura:

La arquitectura se convirtió en la expresión más contundente del nazismo. Sus características eran la horitzontalidad, la simetría en les fachadas, el uso de pórticos, el aire de fortaleza y el hermetismo. Los pesados frontones de madera tenían por objeto impresionar e infundir respecto.

Con respecto a la ornamentación, las fachadas eran sobrias, las columnas y pilastras combinaban decoración y tecnología. El águila y la esvástica nazis eran ornamentos obligatorios. Un buen porcentaje de la arquitectura tenía aire militar. Las estructuras eran inexpresivas, metódicas, ordenadas...

La magnitud de los edificios empequeñecía a la persona. La arquitectura de Hitler era ampulosa y reiterativa. La impresión general era de vacío y monotonía. Su finalidad era impresionar e intimidar a las masas.

Menú