El tono y el color
      El diferente grado de luz que un objeto absorbe o rechaza dará como resultado en la imagen unos valores de tono que irán desde el blanco al negro, pasando por una serie de grises. Toda la gama de tonos posibles constituye la escala de tonos.
       
        La mirada se dirige a lo más iluminado, al tono más claro antes que a las zonas más oscuras.
        Al contrario, si se da un encuadre de gran calidad, lo primero que atraerá la mirada será un objeto oscuro.
      Usos del color en el cine:
       
        El color pictórico. Intenta evocar el colorido de los cuadros e incluso su composición.
         El color histórico. Intenta recrear la atmósfera cromática de una época.
         El color simbólico. Se usan los colores en determinados planos para sugerir y subrayar efectos determinados.
       
        El color psicológico. Cada color produce un efecto anímico diferente. Los colores fríos (verde, azul, violeta) deprimen y los cálidos (rojo, naranja, amarillo) exaltan.
      El color y la perspectiva: los colores cálidos dan impresión de proximidad, y los fríos de lejanía. También influye el valor de la intensidad tonal de cada color: los valores altos, iluminados, sugieren grandiosidad, lejanía, vacío... Los valores bajos, poco iluminados, sugieren aproximación.

      Los fondos iluminados y claros intensifican los colores, dan ambiente de alegría y los objetos tienen más importancia en su conjunto. Los fondos oscuros debilitan los colores, entristecen los objetos que se difuminan y pierden importancia en el conjunto.

      El color sirve para centrar la atención, favorecer el ritmo en la narración y en el montaje, y expresar con más fuerza ciertos momentos.

       Menú