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RUTA POR IRLANDA

Introducción
Es un país tranquilo de conducción fácil de paisajes encantadores y muy rural donde una parte importante de lo que hay que ver son los prados abarrotados de ovejitas. Los castillos y abadías están bastante destruidas pero eso también lo hace muy atractivo.
Se bebe cerveza negra la famosa Guiness aunque también hay rubia en los pubs donde el ambiente es distendido aunque apasionado en temas deportivos.
Fecha del viaje
En la Semana santa del 2003

Moneda
Es el euro

Nivel de vida

País caro para ir de restaurantes pero hay supermercados baratos y los B$B dan una buena calidad para lo que se paga.

Seguridad
A excepción de pasear de noche por Dublín no creo que haya demasiados contratiempos

Clima
Muy lluvioso aunque no fue en nuestro caso que sólo llovió los dos primeros días.

Diferencia horaria
Una hora menos al horario español
Guía de viaje
La Lonely Planet.

Diario de viaje

12-4-03

Salimos  con el Barcelona Bus que nos lleva de la estación del Norte al aeropuerto de Girona. El vuelo es con Ryanair y nos cuesta 176 € por persona. Llegamos al aeropuerto de Dublín donde ya tenemos un coche reservado con la empresa Hertz. Es un Peugeot 207 nuevo que va muy bien.

Llegamos a Dublín, donde vamos al Litton Lane Hostel, que está en esa misma calle. En Dublín el alojamiento es bastante caro ya que la habitación no es ninguna maravilla y cuesta 75 €.  Se enorgullecen de que estuvo alojado  aquí Van Morrison .

Dublín es la capital de la República de Irlanda y la localidad más extensa y cosmopolita del país. Se trata de una ciudad atrayente y llena de color, con bellos edificios georgianos, que cuenta con una rica historia literaria y con pubs extremadamente acogedores. Dividida por el río Liffey, está rodeada de colinas al Norte y al Sur. La mayoría de los puntos de interés están situados al sur del río que, a diferencia de la mayoría de los de ciudad, es una corriente de aspecto rural habitada todavía por peces. La zona norte del Liffey puede que esté más descuidada pero, según el escritor Roddy Doyle, también tiene más alma.

Al dirigirse hacia el Sur, atravesando uno de los múltiples puentes, es inevitable toparse con la Custom House, gigantesco edificio georgiano del año 1780, situado en la orilla norte del río. También en la orilla norte y construido por el mismo arquitecto, James Gandon, destaca el edificio de Four Courts, cuyo bombardeo en 1922 inició la Guerra Angloirlandesa. Desde la rotonda superior de su construcción central, se disfruta de unas bellas vistas de la ciudad.

Trinity College es uno de los principales monumentos de la zona sur del río. Fundado en 1592 por la reina Isabel I, este complejo universitario presume de su campanario y de los muchos añejos y gloriosos edificios que lo componen. Sin embargo, su mayor interés gira entorno al Book of Kells, un manuscrito del año 800 d.C. aproximadamente, uno de los libros más antiguos del mundo. Esta obra maestra se encuentra en la Biblioteca Colonnades. Otras edificicaciones no menos impresionantes son el Banco de Irlanda, construido originariamente para albergar el parlamento irlandés; la catedral protestante de la Iglesia de Cristo, que aún conserva algunos restos del templo de madera danés original, del siglo XI, y la catedral de San Patricio, que data del año 1190 o 1225 (existen opiniones diferentes al respecto) y que, según se cuenta, se construyó en el mismo lugar donde el santo patrón bautizó a sus conversos.

Otra de las construcciones características de Dublín es su castillo, más bien un palacio que una fortaleza, mandado construir por el rey Juan en 1204, de cuya obra original sólo queda la torre Record. Una de las partes más antiguas de la ciudad de Dublín es el laberinto de calles de Temple Bar, que ahora están llenas de restaurantes, pubs y tiendas de moda. Entre los museos de la ciudad, destacan el Museo Nacional, con una envidiable colección de tesoros desde la Edad de Bronce en adelante; la Galería Nacional, en la que sobresale una bella colección de arte italiano; el Museo Heráldico, para aquellos interesados en seguir la huella del origen irlandés y, por último, el Museo Cívico de Dublín.

El esplendor de las edificaciones georgianas de Dublín puede apreciarse mejor desde el parque de St Stephen's Green, un espacio de nueve hectáreas de vegetación situado en el centro de la ciudad. Otros lugares donde se puede contemplar arquitectura georgiana son Merrion Square, Ely Place y Fitzwilliam Square.

Dublín ofrece una amplia variedad de posibilidades de alojamiento, aunque se recomienda reservar con bastante antelación en verano. Alrededor de la calle O'Connell, al norte del río Liffey, existe un gran número de hostales, mientras que, en el sur, el alojamiento es más agradable, limpio y, evidentemente, también más caro. En el norte del río también se pueden encontrar restaurantes de todo tipo, pero donde hay más variedad es en la antigua zona de Temple Bar, al sur del Liffey.

Vamos a dar una vuelta ya que hay mucho ambiente pues es sábado. Los pubs están a tope y la cerveza  va que vuela.

Hace bastante frío aunque las chicas de Irlanda deben estar hechas de otra materia porque van con unos escotes y unas minifaldas pequeñísimas y no parecen pasar frío. En cambio nosotros con guantes, bufanda y anorak bien gordito.

13-4-03

Por la mañana prontito vamos a Glendalough que está en el condado de Wicklow. Se encuentra en el centro de un hermoso valle solitario, horadado por dos lagos sombríos. Es un centro monástico fundado en el siglo VI por San Kevin. El lugar conserva todo su encanto. Durante casi 8 siglos el monasterio contó con numerosas habitaciones, scriptoriums, una enfermería y una granja. La historia se puede ver en el Visitors Centre, donde también se exhiben cruces antiguas y losas funerarias con inscripciones.

Al este del lago inferior se encuentran los edificios principales, a los cuales se accede por una puerta fortificada, única en su genero. Con una altura de 33 metros la torre Redonda domina los demás edificios. Servía como refugio en caso de ataque, así como de campanario y atalaya.

St Mary’s Church y la Catedral son ejemplos de una iglesia irlandesa primitiva: la primera tiene una sola nave y un coro, y la segunda un pórtico con dintel sostenido por arbotante y un desnivel en sus muros norte y sur.

St Kevin Church es el único edificio de Irlanda con tejado de piedra flanqueado por una torreta redonda. El trayecto que separa el aparcamiento de Reefert Church está jalonado con montículos de piedra que señalan las distintas estaciones de una peregrinación que duró hasta 1862.

Hay un pase que se llama “Duchas Heritage Card” que te permite la entrada a más de 70 monumentos históricos y cuyo precio es 20 € el de adulto, 15€ el de jubilado, 7,5€ de estudiante o niño y 50€ el de familia. Este carné dura 1 año natural. De allí pasamos por Baltinglas donde hay un monasterio llamado el valle de la Salvación. De este monasterio solo queda la iglesia y el claustro ambos en ruinas.  De allí a Ferns Castle,  las ruinas del impresionante Castillo anglonormando, que data de los siglos XII y XIII, dominan esta ciudad y antigua sede de los reyes de Leinster. Una de las torres alberga una capilla del siglo XIII.

Llegamos a St Aidan’s Cathedral Enninscorthy. La historia de esta ciudad se remonta al Siglo VI, cuando San Senan fundó allí una iglesia. El castillo normando del siglo XIII que domina las pintorescas callejuelas de ladrillo rojo, alberga el County Museum. La catedral es neogótica y es obra de Welby Pugin.

New Ross, esta ciudad se extiende a orillas del rio Barrow. En el cementerio se encuentran los restos del coro y del crucero de St Mary’s Abbey (Siglo XIII), probablemente la iglesia parroquial más grande de la Irlanda medieval. Hay que destacar el John F. Kennedy Park que contiene unas 6000 especies de árboles y se llama así porque la familia del difunto presidente es originaria del condado de Wesford.

Visitamos la ciudad de Wesford que no es de gran interés y de allí llegamos al Hook Lighthouse Wesford. Es posiblemente el faro más antiguo del mundo ya que se piensaAcantilados que data del siglo V. Aquí nos hace un tiempo atroz y no podemos disfrutar de la abundante fauna sobre todo pájaros que se ven por estos lares.

De allí llegamos a Waterford  donde gracias a sus murallas, sus estrechos callejones y su torre normanda, conocida como torre de Reginald,  conserva un aire medieval. La época georgiana también dejó un legado de bellos edificios, en especial los del Mall, una espaciosa calle del siglo XVIII. Entre las construcciones más importantes, destacan el Ayuntamiento, del año 1788, con una imponente lámpara de araña de cristal de Waterford, y el palacio Obispal. También resultan interesantes las numerosas iglesias de la ciudad, en particular el suntuoso interior de la catedral de la Santa Trinidad. Ante todo, Waterford es una ciudad comercial portuaria muy activa, situada en el río Suir, con un estuario lo suficientemente profundo para permitir que los grandes barcos atraquen en su muelle. El famoso cristal de Waterford se fabrica en una factoría situada a dos kilómetros de la ciudad. Waterford está situada en la esquina sureste de Irlanda y está muy bien conectada, tanto por autobús como por tren.

KILKENNY

Dominada por su Castillo y su catedral, esta capital de condado situada a orillas del Nore debe su encanto a sus edificios medievales, sus casas antiguas, sus callejuelas y sus Aquí se alojó Madonnapasajes abovedados, así como a sus numerosos pubs (hay más de 68 licencias) y a los coloridos escaparates de sus tiendas. Antigua capital de la Irlanda católica en lucha por su libertad y la fe, el castillo de Butler-Ormonde, acoge exposiciones de arte contemporáneo. También se pueden admirar los jardines y las verdes praderas que invitan a tomar el sol, antes de recorrer con calma las avenidas y callejones que desgranan su pasado glorioso.

La ciudad se articula en torno al monasterio fundado en el siglo VI por San Canice, a quien debe su nombre. La ciudad vive un momento glorioso entre 1642 y 1648 cuando la confederación de Kilkenny se erige en parlamento independiente. Kilkenny Castle fue construido en el emplazamiento del fuerte fundado por Strongbow, y modificado por los Butler que lo hicieron su feudo. Fue propiedad de la familia hasta 1967 que fue cedido al Estado. Conserva su aspecto medieval y vale la pena asomarse a las antiguas cocinas donde ahora hay un restaurante aunque solo sea por ver las numerosas cacerolas de cobre que cuelgan sobre los viejos fogones.

Otros sitios a visitar son la Rothe House, que es una casa de comercio de la época Tudor, la cual alberga ahora el museo y la biblioteca de la Sociedad Arqueológica.

Curiosa también es la historia de Kyteler’s Inn, es un albergue instalado en una de las casas más antiguas siendo la residencia de Alice Kyteler en el Siglo XIII. Viuda de cuatro maridos ricos, sobre ella recayeron las sospechas de haberlos asesinado. Fue condenada por brujería pero consiguió huir, dejando que su sirvienta muriese en la hoguera en su lugar.

Dormimos en Kilkenny en un hotel que no es recomendable, ya que nuestras primeras opciones estaban a tope.

14-04-03

Vamos a Fethard que es un claro ejemplo de una ciudad medieval rodeada de sus murallas. Solo tiene 980 habitantes. La Iglesia Holy Trinity data del siglo XIII y tiene una torre para defenderla. Está a solo 15 Km. de Cashel. De allí vamos a Rock of Cashel. Dominando el Golden Vale con su impresionante masa, los edificios que se alzan en el promontorio rocoso de Cashel forman el conjunto medieval más espectacular de Irlanda, y se cuentan entre los monumentos más bellos de Europa. Es desde los siglos IV y V la capital de los reyes Eoghanacht, descendientes del heroe legendario Eoghan.Ovejas al lado del mar Cashell fue residencia de los reyes de Munster entre el 370 y el 1101, fecha en la cual se cede el peñon a la iglesia. En 1127 se construye la capilla y en 1169 comienzan las obras de una primera catedral de la que no quedan restos. En el siglo XIII se comienza a construir la nueva catedral. Se construye la gran sala y el palacio episcopal fortificado.

Destaca la torre redonda de 28 metros de alto adosada al crucero norte de la catedral, es la más antigua del lugar. El edificio más bello es la capilla Cormac, la primera y la más elaborada de las iglesias romanicas irlandesas que se conserva intacta. Antiguamente se entraba por el portico norte; hoy se entra por el portico sur. Estos 2 porticos están coronados por bellos tímpanos que podrían ser de inspiración normanda: en el primero se observa una bestia enorme, en el segundo un león atacado por un centauro que a su vez pisotea a otro animal.

Este lugar fue donde Enrique II recibió en 1171 el primer homenaje de los jefes de los clanes celtas. De aquí a Cahir Castle. En la carretera de Tipperary, a orillas del Suir, se encuentran las ruinas de un priorato agustino fundado sobre 1220. Cahir es un pintoresco pueblecito con numerosas viviendas georgianas y un hermoso parque. Su castillo es el mejor conservado del país. Tiene un tamaño excepcional para un castillo del siglo XV. La alta muralla encierra un sistema defensivo que consta de 3 patios, reforzado por igual número de torres y un torreón. Este castillo con fama de inexpugnable por su situación es un islote rocoso y sus sólidas fortificaciones, fue tomado por el Duque de Essex gracias a su poderoso cañón, algunas de cuyas balas aún siguen alojadas en los muros de la fortaleza. De allí vamos al Swiss Cottage. Está a 2 km de Cahir hay un pabellón de caza con tejado de bálago, construido a principios del S. XIX por John Nash, que más tarde diseñó otro igual para el castillo de Windsor.

Está rodeado por rosas, lavanda y otras flores. La visita es guiada y dura 30 minutos.

Pasamos por Cork. La segunda ciudad en importancia de la República de Irlanda, con sus numerosos focos de interés turístico y su activa vida nocturna, suele sorprender al visitante. El centro de la ciudad está situado en una isla, rodeada por dos canales del río Lee. Al norte del río se encuentra Shandon, una interesante zona histórica, aunque un poco descuidada en la actualidad. Entre los lugares más sugestivos de la zona sur, destacan la catedral protestante de San Finbarr ; el Museo de Cork, en su mayoría dedicado a la batalla nacionalista en la que la ciudad desempeñó un papel importante; la prisión de Cork, del siglo XIX, y el Ayuntamiento, así como numerosas iglesias, fábricas de cerveza y capillas.

Además de los muchos y agradables pubs que posee la ciudad, Cork se enorgullece de su variada oferta cultural, que puede disfrutarse en el Palacio de la Ópera de Cork, en la Galería de Arte Crawford y en el Firkin Crane Centre. También pueden realizarse excursiones al castillo de Blarney, donde incluso los visitantes menos turísticos se sentirán obligados a besar la Piedra de Blarney. Cork se encuentra a unas cinco horas en autobús de Dublín, en dirección sur.

La vemos muy grande y nos vamos a Killarney a dormir. Dormimos en el Agadhoe House Youth Hostel por 33 €.

Hay una pizzería muy buena que se llama Pizza Rio, donde te las puedes llevar o te la traen a tu domicilio.

15-4 y 16-4

KILLARNEY NATIONAL PARK, abarca 10000 hectareas alrededor de Muckross House y de sus jardines. Ofrece a los visitantes magnificos itinerarios, por sus caminos está prohibido circular en automóvil, los coches de caballos y las bicicletas confieren al lugar un encanto victoriano. El parque presenta un gran interés para los botánicos, con los característicos robles que cubrian Irlanda. Desde lo alto se ven las montañas y los tres lagos comunicados entre sí (Lower Lake, Upper Lake y Middle Lake). Es interesante si se viene de Kenmare por los puertos de montaña, circular por la carretera que serpentea hasta el Gap of Dunloe. Killarney también es el punto de partida para conocer el Ring of Kerry y sus pubs abarrotados donde la cerveza negra y el whiskey ambarino se hermanan con las baladas cantadas por los parroquianos.

La ciudad de Killarney solo se caracteriza por la Catedral, pero en algunos puntos  sobre todo al lado de Muckross House, esperan los famosos jaunting cars (coches de caballos) que llevan a las montañas y los lagos de la ciudad.

Muckross House, esta mansión neogótica conserva el recuerdo del paso de la reina Victoria en 1861. Construida en 1843 por Willian Burn, fue legada al Estado en 1932. Ahora alberga el Muckroos Traditional Farms, que recrea el entorno y la experiencia de la vida rural a principios del siglo: se representan los sistemas de cultivo y se ponen en práctica las actividades agrícolas y domésticas tradicionales.

 La Dingle Península es nuestro próximo objetivo. Es muy recomendable  rodear la península de punta a punta de Killarney a Tralee. Se pueden admirar los acantilados, las playas inmaculadas y los campos cercados por muretes de piedra que guardan vestigios seculares: dólmenes, túmulos, cromlechs, piedras orgánicas, oratorios, subterráneos, fortalezas etc.

Es la península más septentrional de Kerry, y posee más de 500 monumentos entre los que destacan los clochain, que son unas chozas de piedra en forma de colmena que sirvieron primero de habitaciones a los monjes y más tarde de refugio a los pastores. El misterioso origen de estos edificios, les confiere un carácter fascinante.

Dingle es una de las ciudades europeas más occidentales, y fue antaño un importante centro comercial desde donde se realizaban los intercambios con España. Siguiendo  por la carretera se llega a Dug Beg Fort que es un fuerte prehistórico construido en un estrecho promontorio que cae en picado sobre el océano. Un pasadizo subterráneo que conduce desde el centro del fuerte hasta los primeros muros de defensa permitía escapar en caso de ataque sorpresa. Un poco más al este detrás de la aldea de Coomenoole se encuentra la punta de Dunmore. En su playa es donde se rodaron algunos exteriores de la célebre película “La hija de Ryan”, de David Lean. Esta historia de amor que tiene como telón de fondo la sublevación de 1916 ha contribuido a traer bastante turistas a la zona.

La siguiente ciudad que se encuentra es Dunquin (Dún Chaoin) donde la huella de la cultura gaélica es más profunda, la lengua irlandesa se habla aquí con mucha constancia, y se hacen cursos de verano donde aprenderla. Todavía se pueden ver en el puerto los currahs que son las viejas embarcaciones de antaño.

Desde aquí hay un ferry que te lleva a las islas Blasket. La gran mayoría de sus habitantes emigraron a EEUU pues estaban en la miseria después de varias temporadas de pesca desastrosa. En 1953 los veintidós últimos habitantes de las islas fueron repatriados al continente. Están separadas por el Blasket Sound, un paso muy peligroso con mal tiempo. En 1588 naufragaron aquí dos navíos de la Armada Invencible, el San Juan de Ragusa y la Santa Maria de la Rosa.

Desde aquí llegamos al Oratorio de Gallarus que es el único que permanece intacto por la calidad de su construcción realizada sin mortero. Como no tiene decoración interior no se puede precisar la fecha de construcción que se supone que debe estar entre el siglo IX y el XII. Sigue siendo un lugar de recogimiento y espiritualidad a pesar de los turistas.

Seguimos el camino y pasamos por Brandon, cuya montaña está dedicada a san Brendan, uno de los tres santos más famosos de Irlanda, que quiso retirarse antes de hacerse a la mar durante más de 7 años en busca de la tierra prometida.

Como punto final llegamos a Tralee donde cada año se celebra el regreso de los exiliados. A finales del mes de Agosto se elige a la “Rosa de Tralee” entre las muchachas más hermosas de las colonias irlandesas desperdigadas por el mundo. Con ocasión de este festival se celebra un carnaval acompañado de todo tipo de espectáculos como carreras de caballos, recitales de música gaélica etc.

Desde aquí por la costa se pasa por el Condado de Clare, que es el condado de los músicos y por todas partes se oye el sonido de los instrumentos tradicionales.

Liscannor Bay, tiene un pueblo Ennistymon, que con su calle principal llena de coloridos escaparates, se anima los días de mercado y de feria de ganado Liscanor es la cuna de John Phillip Holland, padre del primer submarino americano. A la salida del pueblo se alza la torre rota del castillo de Liscanor.

El siguiente punto culminante conocido en el mundo entero son los Acantilados de Moher.

Se extienden a lo largo de 5 Km. entre Hag’s Head y el mirador de Cornelius O’Brien que se alza a 215 metros sobre el mar y desde el cual se ven las islas de Aran e incluso los montes de Kerry  y Connemara. Multitud de aves marinas anidan en este lugar como los frailecillos, araos, petreles y cormoranes. Hay que dejar el coche en el parking  que cuesta 3 €. Está abierto todos los días de 9:30 a 17:30.

De allí ya entramos en Burren. En el condado de Clare, al norte, destaca la extraordinaria región de Burren. En cualquier dirección en la que se mire, sólo se Castillodivisan kilómetros de brillante piedra caliza cárstica. Bajo su superficie se extienden grandes grutas y ríos subterráneos. El paisaje es tan arido que un oficial del ejercito de Cromwell dijo que no había suficiente agua para ahogar a un hombre, ni suficientes árboles para colgarlo, ni suficiente tierra para enterrarlo.

Llegamos a Lisdoonvarna que es una estación termal creada en el siglo XIX tras el descubrimiento de una fuente ferruginosa. Es también famosa por sus festejos como su festival de solteros o la elección de la reina del Burren. Al noroeste del pueblo nos encontramos con el castillo  de Ballynalackan un ejemplo de las torres fortificadas del siglo XV. Una carretera costera conduce hasta Ballyvaughan, donde merece la pena visitar la playa de Fanore, disfrutar de la vista de Black Head y admirar el castillo de Glenigagh que domina la bahía. Esta ciudad también se visita por su proximidad a la única gruta del Burren (Aillwee Cave) abierta al público. Al sur de la ciudad se encuentra Newtown Castle un torre redonda alejada de la carretera de Corkscrew Hill (o monte del Sacacorchos llamado así por la carretera en zigzag que conduce hasta la cima) que ofrece una espléndida vista de la región.

 Las cavernas subterráneas, así como las grietas, fuentes y simas, son el principal interés de Burren. Su flora característica es una rara mezcla de plantas mediterráneas, árticas y alpinas, y la zona es el último bastión de la exótica marta. Durante la Edad de Piedra, esta zona estaba cubierta de árboles, y en ella habitaba un gran número de personas. De esta época proceden los restos conservados de al menos sesenta y cinco tumbas megalíticas. Sin embargo, la vegetación fue destruida para cultivar la tierra, lo que ocasionó el erosionado terreno calizo de la actualidad. Los fuertes de piedra de la Edad de Hierro, conocidos como fuertes circulares, salpican el paisaje de la región, y las ruinas de castillos le otorgan un toque de misterio medieval. Verdes carreteras sin pavimentar, que datan de hace miles de años, entrecruzan la región hasta llegar a los lugares más remotos.

Desde Limerick, Galway y Ennis parten autobuses hacia Burren. Los servicios en verano son bastante regulares, pero en invierno hay que planear bien el viaje para evitar quedar atascado en una estación por causa de los cambios de horario.

Nuestra siguiente parada es Kinvara donde el castillo de Dunguaire que data del siglo XVI, domina la bahía a la salida de Kinvara. Esta tower House fue durante algún tiempo propiedad de la familia Martín de Tulira y ahora se organizan banquetes medievales.

Llegamos a Galway.  Con sus calles estrechas, sus viejos escaparates de piedra y sus bulliciosos pubs, la ciudad de Galway es un verdadero poema. Se trata del asentamiento más activo y poblado de la costa occidental, y la capital administrativa del condado de Galway. Su universidad atrae a muchos bohemios notables, y su agitada vida nocturna los mantiene allí. El abarrotado centro de la ciudad se extiende por ambas orillas del río Corrib, y la mayoría de las tiendas se encuentran en la oriental. La iglesia colegiata de San Nicolás de Myra, que data del año 1320, con su curiosa torre en aguja piramidal, es la mayor iglesia parroquial medieval de Irlanda, y en ella sobresalen sus tumbas. Entre los abundantes edificios de piedra de interés, se encuentran el castillo de Lynch, algunas de cuyas partes datan del siglo XIV, y el Arco Español, que es lo único que se conserva de la antigua muralla. En Galway se celebran considerables eventos culturales, entre ellos el Festival de Jazz de febrero, el Festival de Literatura de Semana Santa y el Festival de Arte, en julio.

Estamos en la región de Connemara que está jalonada de montañas, salpicada de lagos y turberas, siendo muy apropiada para los aficionados al senderismo.

El sol, la lluvia y el viento componen una sinfonía de colores: los verdes intensos y luminosos de los helechos y la hierba rasa, el gris de las murallas y las rocas escarpadas; el rojo escarlata de los setos de fucsias; mantos plateados de lagos tan numerosos que por momentos parecen ocupar todo el espacio.

Cogemos una carretera que va Galway a Clifden, pasando por Spiddal, lugar predilecto de escritores, pintores y artesanos es depositario de las costumbres ancestrales. En verano se reúnen con los viejos del lugar para aprender de ellos el acento, la música de la lengua y el espíritu de la antigua cultura irlandesa.

Pasamos Inveran y Rhos An Mhil, llegando a Maam Cross, es como su nombre indica la encrucijada de las principales carretera de Connemara y sede de una feria de ganado.

La carretera sigue la orilla boscosa del lago Ballynahinch que refleja el monte Benlettery. Su castillo es una mansión del siglo XVIII cargada de historia que pertenecía a la familia Martín. Uno de los propietarios se llamaba “humanity Dick” y es el más famoso ya que era el prototipo de parlamentario excéntrico, gran terrateniente atento a la suerte de los campesinos y partidario de la emancipación de los católicos. Otro de sus cualidades fue fundar la Royal Society for the prevention of Cruelty to Animals. Ahora el castillo es un hotel frecuentado por los mejores pescadores de salmón del mundo.

De aquí ya llegamos a Clifden que es un pequeño puerto de vacaciones donde a mediados de agosto el Connemara Pony Show atrae a un tropel de vendedores, compradores y aficionados a los ponys de la región. Al pie de las casas multicolores entre los puestos que abarrotan la calzada, las muchachas van vestidas con el traje tradicional y bailan los Reels gaélicos mientras se oye hablar en lenguas de todo el mundo.

De esta población sale la Sky Road donde se llega a Cleggan, minúsculo puerto pesquero amenizado por animados pubs, saliendo también el ferry que lleva a Inishbofin, donde se conservan algunos vestigios religiosos y un fuerte cronwelliano que nos recuerda que allí se recluía a los monjes y curas católicos perseguidos.

Llegamos a Letterfrack que es la entrada al Parque Nacional de Connemara de 1540 hectáreas en cuyo centro se alza el monte Diamond. Hay una garita con folletos informativos de todo lo que se puede encontrar de flora y fauna pero como es un poco tarde ya no entramos.

Esta es la salvaje y árida región situada al noroeste de Galway. Connemara es un sorprendente mosaico de ciénagas, valles solitarios, montañas y lagos, con la única compañía de alguna lejana casa de campo (cottage) o castillo escondido. Por los montes llamados Twelve Bens se pueden realizar preciosos paseos con vistas al océano y al conjunto de islas rocosas, tortuosas calas y espumosas playas de arena blanca. La carretera de la costa que sale del pueblo de Spiddal, a tan sólo 17 kilómetros de Galway, serpentea a través de este laberinto, pero aún más inolvidable resulta el viaje por el valle del lago Inagh y por el lago de Kylemore, cuya belleza es difícil de superar.

La siguiente parada es Kylemore Abbey. Está al borde de un pequeño lago rodeado de macizos de rododendros y setos de fucsias. El monasterio es un castillo victoriano de estilo neogótico construido por un rico comerciante de Liverpool. Las benedictinas se establecieron en él e instalaron un internado de niñas al final de la primera guerra mundial. A 1,5 Km. hay una jardín victoriano que está abierto al público.

Una escarpada carretera bordea la hermosa ría de Killary de 16 Km. de longitud y desemboca en Leenane una aldea de pescadores inmortalizada por Jim Sheridan en El Prado (1989).

Vamos a dormir a Westport,  al Club Atlantic Hostel por 28€. Es una ciudad agradable diseñada por James Wyatt, renombrado arquitecto de la época victoriana. Encontramos Westport House, mansión del marques de Sligo que evoca el antiguo esplendor de la ascendancy angloirlandesa. Thomas de Quincey y William Thackeray residieron en ella.

17-4-03

A 3 Km. al norte de Newport encontramos las ruinas de Burrishoole Abbey que fue un priorato dominico fundado por Richard Burke en 1469. Muy cerca nos encontramos Mulrany, situado en el istmo que separa Clew Bay de Balcksod Bay y tiene un microclima que explica la abundancia de rododendros y de fucsias gigantes. Es un lugar muy apreciado para las vacaciones.

Con sus 14659 Ha, Achill Island es la mayor de las islas que rodean la costa de Irlanda. Ahora solo conserva el nombre de isla pero esta unida a tierra por un puente.

Es un lugar mágico y bien conservado, sus turberas y brezales componen una sinfonía de color al pie de unas montañas que sobrepasan los 600 metros de altitud. Sufrió el acoso de una misión protestante en 1834 cuyo fin era extirpar el “papismo” de la región. El reverendo Nangle ofreció a los lugareños chozas y parcelas a bajo precio, una escuela gratuita para los niños, un hospital y un comedor de beneficencia para los necesitados en periodos de escasez a condición de que abjurasen del catolicismo. Fue un fracaso.

Nos encontramos con Ceide Fields. Las recientes excavaciones realizadas en las turberas situadas al norte del condado de Mayo han sacado a la luz unas murallas de piedra (paralelas y bastante espaciadas) que miden varios Km. de longitud y atestiguan una cohesión social y una organización comunitaria muy avanzadas. Bajo la capa de turba se han descubierto una tumba megalitica y varias viviendas de la Edad de Piedra y de la Edad de Bronce. Hay un pequeño museo donde se informa sobre estos descubrimientos.

Nuestra siguiente parada es Killala. Recibe su nombre de una iglesia fundada por San Patricio y consagrada a san Muiredach. La aldea posee la torre redonda más hermosa del condado. En Kilkummin, una estela recuerda el desembarco del cuerpo expedicionario francés que fue enviado y luego abandonado por el Directorio. Mil setenta y siete soldados franceses desembarcan en la costa y toman Killala y Ballina. Diversos grupos de irlandeses se suman a las tropas francesas. Este minúsculo ejercito derrota a cinco mil infantes y a mil jinetes ingleses. Al final llegan refuerzos y tiene que capitular el General Humbert.

Después de pasar por unos cuantos pueblitos de la costa llegamos al Carrowmore Megalithic Cemetery. Esta gran necrópolis, situada al pie de Knochnarea, cuenta con una cincuentena de vestigios de arcas megalíticas, a menudo rodeadas por círculos de piedra, que datan las más antiguas del quinto milenio antes de nuestra era. Los montones de huesos calcinados que se han hallado hacen pensar que se hacían cremaciones colectivas.

Para dormir llegamos a Sligo y lo hacemos en Harbour House que nos cuesta 38 €.Se encuentra al noroeste de la ciudad y no está mal.

Los verdes y frondosos  valles, las altas montañas, las playas de arena del condado de Sligo fueron evocados tantas veces en la poesía por W. B.  Yeats y en los cuadros por su hermano Jack que una parte del condado ha recibido el nombre de Yeats Contry. Por todas partes en medio de inmensas turberas, entre brezos y retamas, las sobrecogedoras siluetas de los monumentos megalíticos se alzan como centinelas eternos.

Sligo Abbey es el monumento más antiguo de Sligo. Destruido por un incendio en 1414, el convento fue reconstruido y posteriormente saqueado por las tropas parlamentarias en 1642. A lo largo del muro sur se alzan los monumentos funerarios ricamente esculpidos por los O’Connor.

18-4-04

Por la mañana nos acercamos a Lough Gill donde está el Parke’s Castle. A pesar de que este lago inspiró a Yeats escenas idílicas, su tranquilidad se vió amenazada, durante varios siglos por dos castillos erigidos en su orilla norte sobre el emplazamiento del actual castillo de Parke. Las excavaciones realizadas en el recinto de la fortaleza han sacado a la luz los cimientos de una torre fortificada del siglo XV o XVI, construida al abrigo de estas altas murallas probablemente por los O’Rourke. A lo mejor fue en esta fortaleza donde se refugió el capitán Francisco de Cuellar, oficial de la Armada Invencible. La torre fue desmantelada por Parke y las piedras se utilizaron para construir la actual. Fue unos de los colonos que vinieron de Inglaterra, trayendo su arquitectura, y es uno de los poquísimos castillos coloniales que se ven en Irlanda. Es un edificio de un piso construido a lo ancho e integrado en las murallas. La muralla bien conservada, protege unas caballerizas y una fragua restauradas en su emplazamiento original.

De aquí vamos bajando y llegamos a Boyle. Esta iglesia fue fundada hacia 1160 por los MacDermot, ilustra la evolución de los estilos y de las técnicas de construcción entre 1161 y 1220. El coro y los cruceros, que son las partes más antiguas, denotan la influencia borgoñona en la planta de sus capillas. La nave presenta las sólidas formas redondeadas características de los arcos románicos ingleses con columnas de capitales dentados y arcos góticos que reposan sobre pilares con columnas embebidas por el lado norte. La torre que domina el crucero fue añadida en el siglo XIII al igual que las tres ventanas alargadas del aguilón oriental. El claustro sufrió graves daños en el siglo XVII cuando el monasterio sirvió de cuartel.

Nuestra siguiente parada es Roscomon. La ciudad debe su nombre a San Comman, que estableció una comunidad monástica en el Siglo VI. Al oeste de la ciudad se encuentran las imponentes ruinas del castillo construido por el justiciero  real Roger de Ufford en 1269. El recinto conserva sus cuatro torres semiesféricas de esquina y su imponente puerta fortificada, en el lado este, y su poterna en el lado oeste.

Llegamos a Athlone, el cual tiene un gran monumento que es Jhon’s Castle, que vigila el puente desde hace casi 800 años. Ahora alberga un museo. A su lado se extiende el casco antiguo de la población con algunos pubs tradicionales. Río arriba se puede ver el elegante puente ferroviario construido durante la década de 1850.

Otro hit  es Clonmacnois En el condado de Offaly, éste es el enclave monástico más importante de Irlanda. Emplazado en la cumbre de una montaña, ofrece unas bellas vistas del río Shannon. Se trata de una extensión circundada por murallas, en la que existen numerosas y antiguas iglesias, cruces altas, torres redondas y tumbas, muchas de ellas en un estado de conservación admirable, que permiten hacerse una idea real de cómo eran los monasterios medievales. La zona está rodeada de terreno pantanoso, en el que habitan muchas plantas salvajes y especies de aves. Su museo exhibe lápidas, cruces originales y otros elementos descubiertos durante las excavaciones. No hay transporte público que lleve a Clonmacnois; el pueblo más cercano es Shannonbridge, a siete kilómetros en dirección sur, desde donde puede hacerse autostop o alquilar un taxi.

Nos acercamos a Newgrange .En el valle del Boyne encontramos los impresionantes túmulos prehistóricos de Dowth, Knowth y Newgrange. En este, el enorme túmulo (90 metros de diámetro y casi 13 de altura) está formado en parte por grandes cantos de río. Está rodeado por un circulo de menhires;  solo se conservan doce de los treinta y cinco elementos que lo componían. El cairn está rodeado por grandes losas colocadas horizontalmente. El monumento es del 2500 antes de Cristo. El túmulo recubre un dolmen con pasadizo de 19 metros que comprende 43 pilares laterales. El techo es un extraordinario voladizo de losas de 6 metros de alto. Tres pilones de piedra pulida decorada servían para depositar las ofrendas. El eje del pasadizo fue trazado simbólicamente apuntando a la salida del sol en el solsticio de invierno. La simbología de la decoración es misteriosa y con problemas de interpretación. Los circulos concéntricos o con radios evocarian el culto al sol. Los arcos concéntricos podrían ser la transformación de la diosa madre, protectora de los muertos y de las cosechas. En cuanto a los signos ondulantes podrían evocar al mar: mar de los vivos, pero también mar celeste del pensamiento religioso.

Llegamos a Dublín, donde nos alojamos en un B&B que es muy recomendable ya que nos costó 72 € pero la habitación era muy bonita, amplia todo muy limpio y el desayuno del día siguiente fue espectacular. Se llama Country Home B&B y está en Pine Lodge, Pormarnock. La propietaria se llama Alyne Healy el teléfono es 460097.

19-04-03

La mañana antes de coger el avión la dedicamos a pasear un poco por Dublín y visitar la Kilmainham Gaol. Ofrece un desgarrador testimonio de la lucha de Irlanda por su independencia. Desde 1796 ha servido principalmente como prisión política y por ella han pasado algunos de los personajes más ilustres del país. Tras la revuelta de los Irlandeses Unidos en 1798, las cárceles están llenas. Los hermanos Sheares abandonan la prisión para ser ejecutados. Los Jóvenes Irlandeses de la insurrección de 1848, los fenianos de la revuelta de 1867 y los Land Leaguers de 1883 abarrotan las celdas. La prisión cierra las puertas en 1924, pero fue restaurada por voluntarios. Se pueden visitar las celdas y los lugares de ejecución. Muy cerca también está la fabrica de cerveza Guinness pero no tenemos tiempo.

Devolvemos el coche en el aeropuerto y a las 14 horas volamos hacia Barcelona.

Fin del viaje a este país tan encantador por sus paisajes y sus gentes.