|
|
||
|
|
||
| ||||||
|
|
En la "evaluación de los resultados obtenidos" que expongo en la Introducción, ya se apuntan algunos aspectos que conforman lo que podrían ser las conclusiones fruto de este trabajo. Añadiré aquí, para finalizar, una cuestión que me parece de suma importancia en lo que se refiere a la utilización de Internet como almacén de información al que se recurre como si se tratase de un medio de trabajo más. Sin duda La Red se va convirtiendo progresivamente en un lugar en el que cabe todo. Esta es una de sus mayores grandezas, pero también una de sus más penosas servidumbres. Durante el desarrollo del presente trabajo o, para ser más exacto, ya desde el comienzo mismo, la dificultad más grande con la que tuve que enfrentarme (no cuento en ello, naturalmente, los problemas constantes de conexión, los incesantes cortes en la comunicación, la exasperante lentitud de transmisión, etc., dificultad, ésta, prácticamente insalvable a cuyo pesar y casi como graciosa concesión o milagro este trabajo ha podido sobrevivir y, más mal que bien, ajustarse a los plazos establecidos) fue la ingente cantidad de información que, en principio, se me mostraba. El problema no era buscar información sin más; en Internet esto es fácil. El problema radica en qué información se busca. En cómo seleccionar lo que buscamos. Lo primero que me sorprendió como algo paradójico, pero significativo al respecto de lo que comentamos, es que ya no baste con emplear buscadores para encontrar lo que buscamos, sino que haya que utilizar buscadores que busquen a su vez buscadores para iniciar la búsqueda, de forma que antes de comenzar propiamente a indagar sobre el tema de investigación estamos exhaustos y perdidos sin haber iniciado el trabajo. Exagero, sin duda, pero es una vivencia que tengo siempre al proponerme un tema de estudio en Internet y que sospecho se incrementará con el tiempo. La primera tentación, en la que inevitablemente caí, fue la de recopilar todo lo que encontraba que tuviese alguna relación con el objeto de estudio. La dificultad consistió luego, en deshacerse de todo lo que no servía, y en establecer unos criterios de selección claros, operativos y prácticos. Perdí mucho tiempo en la primera parte recopilando grandes cantidades de información vacía que posteriormente resultaban inservibles. Es aquí donde sitúo la conclusión más provechosa que he podido extraer del procedimiento de realización de esta investigación, y, por extensión, de la forma de acercarse a Internet como instrumento de trabajo, muy particularmente desde la perspectiva docente. No ha de ponerse el acento en la información como un cúmulo cuantitativo de datos: la estructura de Internet, su enorme crecimiento y la prospectiva de futuro sobre sus posibilidades, a la vez que la facilidad de disponer de ellos, propicia este tipo de comportamiento que, en realidad, no conducen a nada. Un buen criterio de selección, una clara conciencia de los límites, un esfuerzo constante por acotar, delimitar y fijar la linde precisa que ha de constituir el campo de estudio o interés que nos proponemos, esta es la enseñanza, a modo de conclusión, que extraigo del presente trabajo. Si tuviese que empezar de nuevo, sin duda perdería mucho menos tiempo en navegar y dedicaría mucho más a planear una buena ruta y precisar con mayor claridad y rigor el puerto de destino.
Antonio Banderas |
