Breve reseña
Datos de interés
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Comarca de Estella

La comarca de Tierra Estella, de 2.067 km2 y una población de 62.000 habitantes, está formada por 72 municipios y las sierras de Urbasa, Andia, Lóquiz, y Codés. Está regada por los ríos Ega, Urederra, Arga y Ebro, entre otros. El relieve y el agradable paisaje de esta zona varía de la sierras con bosques, montes escarpados, llanuras deforestadas y prados, a las riberas de sus más importantes ríos, donde es bastante plano, con montes suaves. Su agradable clima es de transición entre el oceánico y el mediterráneo continental. Su economía se basa en la ganadería -al norte- y en la agricultura, de secano y regadío, con su transformación por la industria conservera -en el sur-.

El río Ega (tras recibir al Urederra) marca la identidad de Estella, que es, con cerca de 13.000 habitantes la principal ciudad de esta parte de Navarra. De tradición comercial, cuenta con una buena calidad de servicios e infraestructuras, y mantiene un gran respeto hacia su entorno y patrimonio. Todas las épocas son apropiadas para visitar esta zona.

Montaña y Ribera dotan a Tierra Estella de contrastes que acentúan la belleza de sus paisajes. Las sierras de Urbasa y Andia, con una altitud media de mil metros, tienen un gran interés naturalístico por su población de hayedos y robledales, llanuras despobladas y prados, cavidades y grietas y sus ricos manantiales, como el del Urederra. Por ello, es considerada frontera entre los pastos y hayedos montañeses y los ricos campos de vid, cereal y las vegas fructíferas del Ebro.

La sierra de Lóquiz nos ofrece frondosas carrascas, robledales, encinares, hayedos y abundantes arbustos, que a menudo deben abrirse paso entre rocas. Repoblada hace algunos años con corzos, alberga en sus bosques de encinas y robles la escasa y preciada trufa negra. Empinada y pedregosa, da sombra a los valles de Allín y Lana. En este último aún se mantiene la fabricación artesanal de carbón vegetal.

Al pie de Urbasa, limitado al sur por la sierra de Lóquiz, está el valle de las Améscoas, sorprendente por su naturaleza, silencioso y legendario. El monte Limitaciones, situado en esta misma zona, es una de las facerías más destacadas de Navarra por su antigüedad y por su extensión. En Baríndano, en Améscoa Baja, a unos 17 km de Estella, puede apreciarse, la reserva natural de Basaula o Basaura, un barranco que desciende de Lóquiz y acoge un bosque muy frondoso de carrascas, encinas, etc., junto a una comunidad faunística de gran interés. En la ladera del barranco hay una cueva de la que se han explorado más de 3.000 metros de galerías; en su nivel más bajo hay un almacenamiento de agua que aflora a la entrada de dicho barranco, fuera de los límites de la reserva, que se relaciona con el manantial de Itxako.

La sierra de Codés, al suroeste de Navarra, está formada por montañas cuyo punto más alto son las peñas de Yoar, de 1.414 m, sobre la depresión del Ebro. Es magnífico mirador para contemplar esta depresión. Es un lugar agradable para paseos y excursiones.

El paseo por estos montes se complementa con espacios como la Reserva Natural del Barranco de Lasia, en Zúñiga, y la de Peñalabeja, en Cabredo (cercanas a Alava). Y, en Viana, en su parte más próxima a La Rioja, la del embalse de Las Cañas, hábitat de numerosas aves acuáticas. Además, son Enclaves Naturales los Pinares de Lerín (Lerín); y Monumentos Naturales una encina de Eraúl, el encino de las Tres Patas de Mendaza, las encinas de Cábrega, el quejigo El Centinela de Zudaire, los quejigos de Learza, los álamos de Lodosa y el tejo de Otxaportillo en Urbasa. Cerca de Estella se encuentra, el pantano de Alloz.


Nacedero del Urederra. Se accede desde Baquedano, a 18 km. de Estella, después de un desvío de la carretera a Zudaire y Olazagutía. A pie, por un frondoso hayedo, se llega hasta el circo de rocas del que surge el agua en forma de cascadas. Es un itinerario de gran belleza.


La Sierra de Urbasa. Es Parque Natural y merece un tratamiento especial por su singularidad. En él conviven zorros y jabalíes, tejones y liebres, buitres y aguiluchos, alimoches y vencejos reales. Y con ellos, como en Andia, ganado ovino, vacuno y equino. Tierra de pastoreo -y de producción de quesos-, fue habitada desde la prehistoria, a juzgar por los hallazgos de dólmenes, estructuras tumulares y menhires (del paleolítico inferior y medio) y del yacimiento destrozado de Coscobilo. Sus extensos pastizales son usados por los rebaños de ovejas de los ganaderos de la zona (hasta hace unos años, por los de toda Navarra que venían por las cañadas). Junto a los pastos, afloran balsas, crecen hayas y robles, quejigos y carrascas. Aquí se encuentra el espectacular nacedero del Urederra (Reserva Natural). Los amantes de la espeleología pueden encontrar cuevas, simas y corrientes subterráneas que dan lugar a manantiales. Se puede ir desde el valle de Allín o de las Améscoas; también por Zudaire-Olazagutia.

Puede contemplarse el Palacio de los Marqueses de Andia y Duques de Rivas (del XVII), en cuya capilla se venera un artístico Cristo.


Historia. La presencia humana en Navarra tiene su mayor antigüedad en la sierra de Urbasa. Más reciente en el tiempo es el yacimiento de El Castillar (Mendavia) de las edades del Bronce y Hierro, y el del Viso (Lodosa) de la del Hierro. Han sido localizados asentamientos romanos en el término de Viana, así como en otros lugares de la zona, entre los que puede destacarse Lodosa, que conserva parte de un acueducto, y Arellano, con la villa de las Musas.

En la Edad Media, Tierra Estella fue poblada por árabes y judíos (estos últimos habitaron una importante aljama situada en Estella hasta el siglo XIV), y se convirtió en importante bastión de los monarcas navarros frente a posibles invasiones desde el otro lado del Ebro. Por y para el Camino de Santiago, con quien esta zona tiene especial vinculación, nació la ciudad de Estella en el año 1090. Comenzó con el barrio franco de San Martín, su iglesia de San Pedro de la Rúa y con el barrio de la Judería (Elgacena), situados en la margen derecha del río Ega. En la segunda mitad del siglo XII se extendió hacia la margen izquierda, creándose el barrio franco de San Miguel. En los siglos XIII y XIV se levantó el barrio de San Juan. Así quedó definida la Estella medieval.

En el XIX, Tierra Estella se vio sacudida por las guerras carlistas. Montejurra se convirtió en el monte emblemático de la causa del Pretendiente y Estella en su capital política y moral. Además, el general Zumalacárregui se refugió en las Améscoas, para organizar sus tropas.


Gastronomía. Tierra Estella ofrece las pochas y el gorrín asado al horno de leña. También oferta alubias pintas, setas, truchas, carnes de vacuno y de cordero, caza (codorniz, perdiz y liebre) y quesos de oveja.


Arte monacal. Existe un gran patrimonio cultural que merece ser conocido:

La antigua abadía de Sta. María de Iranzu (XII-XIII), con claustro gótico. Se puede acceder desde Abárzuza y está situada al pie de los escarpados montes de la sierra de Andia, en un solitario y magnífico paraje. En la zona del valle del Yerri se encuentran Villanueva de Yerri (XIII) y las iglesias góticas de Ugar y Riezu. El monasterio de Sta. María de Irache (X), benedictino, fue el más antiguo hospital de peregrinos del Camino de Santiago en Navarra. Aún conserva la iglesia cisterciense, el claustro renacentista, una torre de estilo herreriano y otras dependencias levantadas cuando el monasterio albergó una Universidad (1569-1824). El acceso está en Ayegui, al pie de Montejurra y de Monjardin. Otro lugar cercano es Villamayor de Monjardín (fines del XII) con su cruz parroquial, ejemplar cumbre de la orfebrería navarra (XII-XIII).

En el Valle de Allín se puede ver la iglesia de Amillano (XIII), la de Artavia (con una pila del XII y un Crucificado del XV), Echávarri (con una pila del XII, una talla mariana del XIV y retablos del XVI), Galdeano (con una talla mariana del XIII), Larrión (XIII) y Muneta (con pila del XIII y talla mariana del XIV). En Améscoa Baja existe fuerte influencia del Císter en algunos de sus templos del s. XIII como los de Urra, Gollano (sillería gótica del XV), Baríndano (la ermita de San Cristóbal) y Zudaire. En la Améscoa Alta, ruinas de un antiguo castillo en Eulate y una portada románica en Larraona.