Larraona
Comunidad Foral de Navarra (Nafarroa).
DOC. Larrafona, Larrahona (S. XI, C. 1108, 1366, 1350, NEN); Larraona
(1268, 1280, NEN).
Lugar situado en el extremo occidental de las Améscoas, al noroeste
de la meridiana de Estella. Formó parte de la tierra navarra de
Arana, posteriormente llamada Améscoa Alta, (forma el valle de
la Améscoa Alta junto con Aranarache y Eulate) de la que se apartó
en 1846 para constituir ayuntamiento independiente. El termino municipal
se extiende desde las cumbres del escarpe calizo en que termina por el
Sur la sierra de Urbasa (N), por el valle y la sierra de Santiago de Lóquiz
hasta el Monte Santo (1.256 m.), entre los términos de Aranarache
(E) y Contrasta, en el valle alavés de Arana (O).
El pueblo está en llano, al pie del escarpe rocoso; lo atraviesa
la carretera que recorre el valle hacia el puerto de Opacua y Salvatierra.
Por la zona meridional del término corre el río Uiarra.
Clima atlántico en las zonas altas y submediterráneo en
el fondo del valle. Vegetación de robles, quejigos y hayas. El
terreno forestal ocupa 1.269 Has., que supone casi el 70 por ciento de
la superficie total del municipio. La superficie cultivada en 1984 era
de 290 Has., de las que 210 estaban ocupadas por cereales (trigo, cebada,
avena), recogiendose patata en 25. La concentración parcelaria,
llevada a cabo en 1969, afectó a 242 Has. Y 46 propietarios, reduciendo
a 120 las 802 parcelas existentes anteriormente.
La economía tradicional tuvo uno de sus pilares básicos
en la ganadería de vacuno, ovino, caballar y porcino. En 1982 censaban
respectivamente, 293, 436, 56 y 3.025 cabezas. El ganado se cría
principalmente en la sierra, circunsatancia a la que se debe el predominio
de bovino de raza pirenáica, el ovino de raza lacha, y el típico
caballo poney navarro.
Hoy la ganadería, la agricultura y los recursos forestales, que
antaño eran las únicas fuentes de recursos en una economía
autárquica, se ven sabiamente conjugadas en el pueblo, con el trabajo
en pequeñas industrias, principalmente madereras en pueblos cercanos,
o con trabajos en las industrias de la llamada Navarra industrial e incluso
del País Vasco, a las que se accede gracias a las mejoras de las
comunicaciones y medios de transporte.
Historia: Del hallazgo de hachas de la Edad de Bronce parece deducirse
la existencia de pobladores en esa época. Estuvo ciertamente habitada
durante la romanización, según lo demuestran una serie de
lápidas conservadas fragmentariamente.
Larraona aparece documentada en la mitad del siglo XI, en una donación
por la que Gonzalo Alvarez de Larraona deja tres campos al Monasterio
de Irache.
En la documentación de Irache de los siglos XI y XII consta con
las grafías "Larrahona", "Larrafona", que han
dado la actual. Fue pueblo de señorío realengo; sus labradores
pechaban a la Corona en trigo, cebada y avena. Felipe III de Evreux reguló
la forma de pagar el tributo (1.336).
El nombrede Larraona hay que interpretralo, según el filólogo
Luis Michelena, como una palabra vasca, compuesta, formada por los vocablos
"Larre" que significa prado o pastizal y "ona" que
equivale a buena. Por lo tanto Larraona equivales a la locución
castellana "un buen prado o una buena dehesa".
Su devenir histórico viene dado por su localización con
la frontera alavesa, muy próxima al primer pueblo del reino castellano,
Contrasta, que pertenecía en el siglo XV al señor de Lazquano.
Se produjeron frecuentes reyertas entre ambas localidades, debido a las
cuales se fortificó la iglesia parroquial de Larraona.
Los reyes de Navarra mandaron fortificarla, porque, ya en 1427, decian
sus vecinos : "Et lo que más les agrava et face pasar mal,
que están a un quart de lengua de Contrasta et pasan muy mal con
el seinor de Lazquano et con sus gentes que no son buenement seinores
de sus casas".
La iglesia, símbolo y esquema de la historia local, fue construida
en la segunda mitad del siglo XV para servir de culto y de fortaleza defensiva
frente a Castilla.
La parroquia de San Cristóbal tiene interesante portada románica,
flanqueada por dos columnas decoradas con sendas figuras humanas muy hieráticas,
coronadas por capiteles que sostienen la arquivolta esculturada. Hubo
cuatro ermitas, de las que desaparecieron la de San Jorge y San Pablo,
quedando en pie las dedicadas a Nuestra Señora de la Blanca, en
el centro del pueblo, construida en 1782, y San Benito en la sierra.
El pueblo de Larraona, es el centinela que guarda la frontera del valle
y de Navarra con Alava. El caserío se despliega por el centro de
la barrancada, pero su cincuentena de casas se resguarda al cobijo de
su iglesia fortificada por orden de los reyes de Navarra.
Es Larraona un pueblo pegado a sus tradiciones y devociones. Como ejemplo
la ermita de la Blanca, que tuvo su cofradía y ermitaño.
Son los de Larraona hombres enraizados en su terruño, encariñados
con sus campos, que cultivan con esmero y esfuerzo meritorio - ya que
es de baja rentabilidad-, y explotan con generosa entrega su ganadería
de la que han hecho una buena fuente de riqueza, consiguiendo con todo
ello vitalizar un pueblo en los tiempos en que otros muchos se desmoronan
por la emigración.
En la actualidad la población sufre un descenso, con una población
de 185 habitantes en 1847 y 222 en 1860, comenzó el siglo con 270,
alcanzó los 310 en 1940, y disminuyó después hasta
205 en 1986, 202 en 1990 y 188 en 1991. En el año 1999 su población
es de 156 habitantes.
Destacaremos sus bellos paisajes, su cueva de estalactitas y estalagmitas
denominada "Cueva de los Cristinos", la amabilidad de sus habitantes,
la tranquilidad del pueblo, la afición por la caza...
En la actualidad sus edificios están siendo remodelados, lo que
aún hace que el pueblo sea más acogedor, característica
muy especial de sus habitantes. Igualmente se ha despertado una gran sensibilidad
por recuperar sus tradiciones: 1 de Mayo la fiesta del "Mayo".
Despedida del año, por los más jóvenes, 31 de Diciembre.
Reyes 5 de Enero. Fiestas patronales en honor de San Cristóbal
10 de Julio, ( se hacen coincidir con el fin de semana siguiente a San
Fermín), con su tradicional romería a San
Benito.
Cada día está más inmerso en la cultura, y desde
su Centro Recreativo se realizan diferentes actividades.
Los más pequeños para su educación diaria no disponen
de un centro escolar y se han de desplazar cada día hasta el Centro
Público Las Améscoas, centro de concentración de
todo el valle, ubicado en el bello paraje de Améscoa
Alta.
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