Según el Diccionario de la Real Academia,la palabra exponer tiene, entre otras acepciones, la de "presentar algo para que sea visto, ponerlo de manifiesto" y la de "hablar de algo para darlo a conocer." Así pues, podemos definir la exposición como el tipo de discurso que tiene por objeto transmitir una información en la que, además, se brindan especificaciones o explicaciones sobre los datos que aporta; de haí que el texto que cumple este objetivo se denomine texto expositivo o informativo.
Se utiliza para explicar un tema de estudio, para informar a alguien de nuestras ideas, para dar una noticia... Y también son textos expositivos los tratados científicos y técnicos, los libros didácticos, los manuales, y todos aquellos textos cuya finalidad consiste en informar sobre conceptos y hechos. En definitiva, están presentes en todas las ciencias y disciplinas y en algunos subgéneros periodísticos, como los reportajes y las crónicas; y en su forma oral, las conferencias y los discursos.
Según el receptor, existen dos tipos de textos informativos:
Es el tipo de texto expositivo que va dirigido a un público amplio que usa información poco específica y léxico formal, es decir no técnico ni especializado. Lo encontramos en apuntes, libros de texto, enciclopedias, exámenes, conferencias, coleccionables, etc.
Es el tipo de texto expositivo especializado que está dirigido a un público específico de un área de conocimiento determinado que requiere o usa un léxico especializado e información técnica. Lo encontramos en informes, leyes, artículos de investigación científica, etc.