El informe es un un texto expositivo y argumentativo cuyo objetivo es presentar de manera clara y detallada unos hechos, partiendo de datos comprobados, dirigidos a un destinatario que, normalmente, deberá tomar una decisión respecto al tema tratado en el texto.
Hay diferentes tipos de informe: técnicos, administrativos y académicos, pero todos están regulados por la lógica y la cronología del los hechos. Hay que tener en cuenta que:
Para elaborar un informe, es necesario seguir una serie de pasos:
Debe entenderse como una guía que facilite la lectura del informe. En la introducción suele haber:
Cuando la introducción es muy breve, por ejemplo, si consta de dos o tres párrafos, no hace falta poner título. Si es más larga, en cambio, es mejor indicar que se trata de la introducción.
Es la parte esencial. En ella se exponen los datos, se definen, analizan, interpretan, discuten, valoran y desarrollan los aspectos que ayudan a cumplir los propósitos o finalidades del informe.
Dentro del cuerpo del informe puede ser necesario incluir diagramas o tablas que ilustren lo que queremos decir. Su función debe ser la de apoyar lo que se apunta en el texto. En muchos casos, habrá que valorar la conveniencia de que estas tablas y diagramas aparezcan dentro del cuerpo del informe, o bien en los anexos finales, con la referencia que permita localizarlos adecuadamente.
A partir de los hechos y el análisis del apartado anterior, sellega a una conclusión, a partir de la cual pueden introducirse recomendaciones o formas de actuación.
Recogen material pertinente para comprender el informe. Suponen un apoyo a la información que se ha aportado en el texto. Los materiales que se aporten deben presentarse de la forma que más fácil de comprender por parte del destinatario. En los anexos se incluyen tablas, gráficos (de barras, circulares, de líneas, de áreas) y pictogramas.