OBJETIVOS en los textos científicos
De acuerdo con lo expuesto hasta aquí, la mayoría de textos de la vida real se escriben marcados con el objetivo de alcanzar varias funciones comunicativas. No ocurre así, no obstante, con los textos científicos, que reducen considerablemente el abanico de objetivos comunicativos posibles. Sin que ello signifique que dichos textos persigan un solo objetivo monolítico, lo que sí parece claro es que un texto científico debe renunciar a "expresar los sentimientos" del escritor, a "provocar ciertos comportamientos en el lector" (como en los textos de instrucciones), a "provocar emociones estéticas", a "invitar al receptor", etc.
Los textos científicos se suelen fijar como primer objetivo exponer una información, mostrarla, enseñarla al lector. Es decir, el carácter de los textos científicos es eminentemente expositivo, dado que su objetivo es mostrar o enseñar al lector información, datos, situaciones nuevas para éste. Ahora bien, en ocasiones, estos textos también intentan convencer al lector del punto de vista del autor en relación con el tema que presenta, lo que supone que también son argumentativos.
En definitivamente, las funciones comunicativas eminentes de los textos científicos son
informar y convencer
en este estricto orden.