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Per a reflexionar
sobre l'ús, la presència i incidència de
les imatges en la nostra societat, s'us proposa que llegiu una
sèrie de textos que reflexionen sobre les imatges. Cada
un parla d'aspectes diferents i en tots ells hi podem detectar
un posicionament crític sobre l'ús de les imatges.
Els autors analitzen i donen la seva opinió sobre l'ús
que se'n fa d'aquestes i sobre la significació social
que se'ls atribueix. Per això ens interessa detectar
quines són les idees que cada autor exposa i discutir
si hi estem o no hi estem d'acord. Els textos tenen diferents
procedències: la majoria són cites extretes de
textos d'assaig i algun altre és una ressenya d'un diari.
Per a llegir el text segui les pautes i les preguntes que s'us
formulen.
Llegiu
el text de Susan Sontag on parla de l'ús que fem de les
fotografies, la significació que aquestes tenen i els
costums socials que les acompanyen. Fixeu-vos bé en les
idees que exposa l'autora i en els exemples i situacions que
descriu. Penseu si podeu identificar algunes d'aquestes idees
o situacions amb situacions reals que vosaltres mateixos hagiu
viscut. Feu un paral·lelisme entre la vostra situació
i allò que en pensa Susan Sontag. Entre tots exposarem
a la classe les lectures i exemples particulars que puguem extreure
a partir del text.
SUSAN SONTAG, Sobre la fotografía.
Barcelona: Edhasa, 1981 pàgs. 13-15, 18-20
La humanidad sigue irremisiblemente
aprisionada en la caverna platónica, siempre regodeándose
-costumbre ancestral- en meras imágenes de la verdad.
Pero educarse mediante fotografías no es lo mismo
que educarse Mediante imágenes más antiguas,
más artesanales. Por de pronto, son muchas más
las imágenes que nos rodean exigiéndonos
atención. El inventario se inició en 1839
y desde entonces se ha fotografiado casi todo, o así
parecería. Esta avidez misma de la mirada fotográfica
cambia los términos del confinamiento en la caverna,
nuestro mundo. Al enseñarnos un nuevo código
visual, las fotografías alteran y amplían
nuestras nociones de qué vale la pena mirar y qué
tenemos derecho a observar. Son una gramática y,
aún más importante, una ética de
la visión. Por último, el resultado más
imponente de la empresa fotográfica es darnos la
sensación de que podemos apresar el mundo entero
en nuestras cabezas, como una antología de imágenes.
Coleccionar fotografías es coleccionar el mundo.
El cine y los programas de televisión iluminan
paredes, fluctúan y desaparecen; pero en el caso
de las fotografías fijas la imagen es también
un objeto, liviano, barato de producir, fácil de
transportar, acumular, almacenar. En Les Carabiniers (1963),
de Godard, dos campesinos perezosos se alistan en el ejercito
del rey con la promesa de que podrán saquear, violar,
matar o hacer lo que se les antoje con el enemigo, y enriquecerse.
Pero la maleta que Michel-Ange y Ulysse llevan triunfalmente
a sus esposas, años después, contiene solo
postales, cientos de postales, de Monumentos, Supermercados,
Mamíferos, Maravillas de la Naturaleza, Medios
de Transporte. Obras de Arte y otros tesoros clasificados
del mundo entero. La broma de Godard parodia vívidamente
la magia equívoca de la imagen fotográfica.
Las fotografías son quizá el más
misterioso de todos los objetos que constituyen y densifican
el medio ambiente que consideramos moderno. En realidad,
las fotografías son experiencia capturada y la
cámara es el arma ideal de la conciencia en su
afán adquisitivo.
Fotografiar es apropiarse de lo fotografiado. Significa
establecer con el mundo una relación determinada
que sabe a conocimiento, y por lo tanto a poder. Se supone
que una primera y hoy notoria caída en la alienación,
el hábito de abstraer el mundo en palabras impresas,
engendró este excedente de energía fáustica
y daño psíquico necesarios para construir
sociedades modernas, inorgánicas. Pero la imprenta
parece una forma mucho menos insidiosa de filtrar el mundo
y convertirlo en objeto mental que las imágenes
fotográficas, las cuales suministran hoy la mayoría
de los conocimientos que la gente tiene sobre el aspecto
del pasado y el alcance del presente. Lo que se escribe
sobre una persona o acontecimiento es francamente una
interpretación, al igual que las afirmaciones visuales
hechas a mano, tales como pinturas o dibujos. Las imágenes
fotográficas no parecen tanto afirmaciones sobre
el mundo cuanto fragmentos que lo constituyen, miniaturas
de realidad que cualquiera puede hacer o adquirir.
Las fotografías, que juegan con la escala del mundo,
son a su vez reducidas, ampliadas, recortadas, retocadas,
adulteradas, truncadas. Envejecen, atacadas por las enfermedades
habituales en los objetos de papel; desaparecen; se vuelven
valiosas, se compran y venden; se reproducen. Las fotografías,
que almacenan el mundo, parecen incitar al almacenamiento.
Se pegan en álbumes, se enmarcan y se ponen sobre
mesas, se cuelgan de paredes, se proyectan como diapositivas.
Los diarios y revistas las destacan: los policías
las catalogan; los museos las exhiben; las editoriales
las compilan.
Recientemente la fotografía se ha transformado
en una diversi6n casi tan difundida como el sexo y el
baile, lo cual significa que la fotografía, como
toda forma de arte masivo, no es practicada como arte
por la mayoría. Es primordialmente un rito social,
una defensa contra la ansiedad y un instrumento de poder.
La conmemoración de los hechos de los individuos
en tanto miembros de familias (así como de otros
grupos) es el primer uso popular de la fotografía.
Durante no menos de un siglo, la fotografía de
bodas ha formado parte de la ceremonia tanto como las
fórmulas verbales prescritas. Las cámaras
se integran a la vida familiar. De acuerdo con un estudio
sociológico realizado en Francia, casi todos los
hogares tienen cámara, pero existe el doble de
probabilidades de que haya cámara en un hogar con
niños que en un hogar sin niños. No fotografiar
a los hijos, especialmente cuando son pequeños,
es un signo de indiferencia parental, así como
no posar para la foto del bachillerato es un gesto de
rebelión adolescente.
Mediante las fotografías cada familia construye
una crónica de sí misma, un conjunto de
imágenes portátiles que atestigua la solidez
de sus lazos. Importa poca cuáles actividades se
fotografían siempre y cuándo las fotografías
se tomen y aprecien. La fotografía se transforma
en rito de la vida familiar en el preciso instante en
que la institución misma de la familia, en los
países industrializadas de Europa y América,
empieza a someterse a una operación quirúrgica
radical. A medida que esa unidad claustrofóbica,
el núcleo familiar, se distanciaba de un grupo
familiar mucha más vasta, la fotografía
acudía para conmemorar y restablecer simbólicamente
la continuidad amenazada y la borrasa extensión
de la vida familiar. Esos rastros fantasmales, las fotografías,
constituyen la presencia vicaria de los parientes dispersos.
El álbum fotográfico familiar se compone
generalmente de la familia en su sentida más amplia,
y can frecuencia es lo único que ha quedado de
ella.
Si las fotografías permiten la posesión
imaginaria de un pasado irreal, también ayudan
a tomar posesión de un espacio donde la gente se
siente insegura. Así, la fotografía se desarrolla
en tándem con una de las actividades modernas más
características: el turismo. Por primera vez en
la historia, grupos numerosos abandonan los medios habituales
por períodos breves. Parece francamente antinatural
viajar por placer sin llevar una cámara. Las fotografías
son la evidencia irrecusable de que se hizo la excursión,
sé cumplió el programa, se gozó del
viaje. Las fotografías documentan secuencias de
actividades realizadas en ausencia de la familia, los
amigos, los vecinos. Pero la dependencia de la cámara
en cuanto aparato que otorga realidad a las experiencias
no disminuye cuando la gente viaja más. El acto
de fotografiar satisface las mismas necesidades para las
cosmopolitas que acumulan trofeos fotográficos
de su excursión en barco por el Nilo o catorce
días en China que para los turistas de clase media
que sacan instantáneas de la Torre Eiffel o las
Cataratas del Niágara.
Las fotografías, un modo de certificar la experiencia,
también es un modo de rechazarlas: al limitar la
experiencia en una imagen, un souvenir. El viaje se transforma
en una estrategia para acumular fotografías. La
actividad misma de fotografiar es tranquilizadora, y atempera
esa desazón general que se suele agudizar con los
viajes.
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Llegiu
el prefaci del llibre Homo videns. La sociedad teledirigida,
on l'autor Giovanni Sartori exposa les idees que es tractaran
en el llibre. Localitzeu les idees principals que l'autor té
respecte la presència de les imatges en el món
actual.
Esteu d'acord amb alguna de les idees
que planteja? Creieu que exagera en les seves prediccions o
creieu que és encertat i que vosaltres compartiu el seu
diagnòstic?
SARTORI, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida.
Madrid: Taurus, 1998. p. 11-13
Prefaci
Ens trobem en plena
i rapidíssima revolució multimèdia.
Un procés que té nombroses ramificacions
(Internet, ordenadors personals, ciberespai) i que, no
obstant, es caracteritza per un comú denominador:
tele-veure, i, com a conseqüència, el nostre
vídeo-viure. En aquest llibre centrarem la nostra
atenció en la televisió, i la tesi de fons
és que el vídeo està transformant
a l'homo sapiens, producte de la cultura escrita, en un
homo vídens per al qual la paraula està
destronada per la imatge. Tot acaba essent visualitzat.
Però, què passa amb allò no visualitzable
(que és la major part)? Així, mentre ens
preocupem de qui controla els mitjans de comunicació,
no ens n'adonem de què és l'instrument en
si mateix i per si mateix allò que se'ns escapa
de les mans.
Lamentablement el fet de que la
televisió estimuli la violència, i també
de que informi poc i malament, o bé de que sigui
culturalment regressiva (com ha escrit Habermas). Això
és veritat. Però és encara més
cert i important entendre que l'acte de tele-veure està
canviant la naturalesa de l'home. O sigui, el porro unum,
l'essencial, que fins avui ha passat inadvertit a la nostra
atenció. I, no obstant, és bastant evident
que el món en què vivim s'apoia sobre els
fràgils espatlles del 'vídeo-nen': un nou
exemplar de ser humà educat en el tele-veure -davant
d'un televisor- fins i tot abans de saber llegir i escriure.
En la primera part d'aquest llibre
m'ocupo i preocupo de la primacia de la imatge, és
a dir, de la preponderància d'allò visible
sobre d'allò intel·ligible, que ens porta
a veure sense entendre. Aquesta és la premissa
fonamental amb la qual examino successivament la vídeo-política
i el poder polítics de la televisió. [...]
Que quedi, doncs, clar: ataco a
l'homo videns, però no em faig il·lusions.
No pretenc frenar l'edat multimèdia. Sé
perfectament que en un període de temps no massa
llarg una majoria de la població dels països
opulents tindrà a casa, a més de televisió,
un ordenador connectat a Internet. Aquest desenvolupament
és inevitable i, en últim extrem, útil;
però és útil sempre que no desemboqui
en la vida inútil, en una manera de viure que consisteixi
només en matar el temps. Així doncs, no
pretenc aturar el que és inevitable. No obstant,
espero poder espantar suficientment als pares sobre allò
que podria succeir als seus vídeo-nens, perquè
arribin així a ser pares més responsables.
Espero que l'escola abandoni la mala pedagogia i la degradació
en què ha caigut. I, per tant, tinc fe en una escola
apta per oposar-se a aquest postpensament, que ella mateixa
està ajudant a crear. Tinc l'esperança que
els diaris siguin millors i que la televisió també
ho sigui. Encara que la meva fos una batalla perduda d'avantmà,
no m'importa. Com deia Guillem d'Orange, 'point n'est
besoin d'éspérer pour entreprencre, ni de
réussir pour persévérer', no és
necessari esperar per a emprendre, ni aconseguir per a
perseverar.
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Llegiu la
ressenya de dos llibres de l'antropòleg francès
Marc Augé. Segons el que se'ns explica de què
creieu que parlen aquests dos llibres? Sobre quin aspecte de
'la invasió de les imatges' tracten?
FERNÁNDEZ-SAVATER, Amador. 'La Invasión de las
Imágenes' dins del diari EL PAÍS, 29 d'agosto
de 1998, p.14 del suplement BABELIA
Dos obras de Marc Augé
invitan a un viaje reflexivo por el mundo de la ficción
y su lugar en la creatividad.
MARC AUGÉ, La guerra de los sueños; ejercicio
de etno-ficción. Barcelona: Gedisa, 1998, 156
pàgines.
MARC AUGÉ, El viaje imposible; el turismo i
sus imágenes. Barcelona: Gedisa, 1998. 144
pàgines.
No es ninguna coincidencia
que Gedisa haya decidido editar al mismo tiempo estos
dos libros del famoso antropólogo de los mundos
modernos, Marc Augé. Ambos están animados
por una misma intención: analizar la especificidad
de la moderna y anónima invasión de las
imágenes, elucidar lo que conlleva el nuevo régimen
de "ficción total" que se impone en todo
el planeta y dar también la voz de alarma contra
estas fuerzas de la parálisis histórica
que, en definitiva, pretenden ocultar y negar la actividad
creadora, condenando a sus componentes nucleares, la imaginación,
a la eterna repetición de lo mismo.
El paso al "todo ficcional" significa el debilitamiento,
o la pura y simple supresión, de la frontera entre
la realidad y el ámbito de la creación-ficción;
ahora lo real, para sobrevivir, tiene que imitar a la
ficción (los lugares deben parecerse a las imágenes
que se consumen de ellos y transformarse finalmente en
esa imagen, el periodismo debe organizarse como ficción,
los políticos deben saber actuar, etcétera).
Ser es ya plenamente ser visto. Así, viajar ya
no significa para casi nadie aprender de nuevo a ver,
sino ver de nuevo las imágenes que se tomaron durante
un trayecto idéntico a las imágenes de folleto
que lo anunciaban. La disolución de la frontera
entre ficción y realidad implica además
que la ficción sólo puede ya escucharse
a sí misma: Una vez desposeída de un polo
sobre el que incidir, o contra el que chocar y recargarse
de energía, una vez eliminada la distancia que
genera la tensión entre la obra, el público
y lo real, la ficción queda limitada a repetir
una y otra vez lo mismo; los no-lugares que Augé
analizó en otro libro son precisamente la encarnación
de ese movimiento enloquecido de repetición que
tiene el mundo entero como decorado.
El trabajo teórico de Marc Augé, caracterizado
siempre por la agudeza, el humor y su optimismo-pese-a-todo,
ayuda a mantenerse alerta en (y contra) el doble movimiento
que define a la modernidad: El proceso de unificación
abstracta del mundo y la reacción delirante de
lo social (integrismos, nacionalismos, etcétera),
que son las dos caras (virtualización y petrificación)
de lo mismo;: la incapacidad de afrontar la dialéctica
identidad/alteridad, de transformarse para así
permanecer, que se traduce siempre en violencia; y contra
la secreta voluntad del espectáculo de que nunca
ocurra nada, Augé anima también a esperar
activamente el "pequeño milagro" que
logra de vez en cuando la creación (o, a su modo,
el viaje) y que consiste en que "la ficción
puede ser para la imaginación y la memoria del
individuo la ocasión de experimentar la existencia
de otras imaginaciones y de otros universos imaginarios:
el fin de la fantasía vivida como soledad y el
fin de la soledad vivida como destino".
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Aquest
text ens parla breument d'algunes de les repercussions que ha
suposat l'ús de les imatges tècniques en els mitjans
de comunicació. Quina visió creieu que ens ofereix
de la utilització de les imatges en aquests mitjans?
Esteu d'acord amb aquesta visió? Podríeu posar
exemples que la justifiquessin?
Fragment de la introducció del llibre: BAEZA, Pepe. Por
una función crítica de la fotografía de
prensa. Barcelona: Gustavo Gili, 2001, p. 9-10.
La revolució
industrial obrí un període d'intensa acceleració
en els canvis de la societat. La invenció de
la fotografia, que és una conseqüència
directe de la revolució industrial, inicià
el desenvolupament de les emergents imatges tècniques,
bàsicament cinema i televisió; però
la fotografia s'ha mantingut com a procediment de comunicació
visual de permanent referència. La història
de la fotografia és la història del seu
continu desdoblament en nous i cada vegada més
sofisticats usos; com a mitjà d'expressió
suposa l'accés de les masses a la realització
d'imatges, una novetat radical de la història.
La referència per a milions de persones que cada
dia prenen fotografies i graven vídeos són,
no obstant, models visuals elaborats per a controlar
o persuadir, promoguts per la indústria de l'espectacle,
per la publicitat i també pels mitjans de comunicació
que, cada vegada més, perden la possibilitat
d'animar l'interès col·lectiu per estar
dominats econòmicament per part dels més
poderosos grups econòmics del món, quan
no directament al seu servei, van reduint el camp de
la confrontació lliure d'idees i de la mobilització
dels ciutadans, sobre tot des del domini de la televisió,
però també de la premsa. A la immensa
majoria li arriben ja només missatges, referències,
valors de conformitat i resignació, disfressats
d'exuberància i profusió, i les imatges
són, tal vegada, els mecanismes més eficaçment
utilitzats per aquestes finalitats. La imatge és
un dels suports fonamentals de totes les estratègies
contemporànies de persuasiói d'unificació
del gust; és el més depurat dels mecanismes
de control del mercat.
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