El  Estuario de Santa Lucía es un parque atípico por la manera en que debes visitarlo, y, en cierta medida, se trata de una reserva tranquila donde pasar una mañana al más puro estilo turista. 
Para empezar, Santa Lucía es un pueblo "de élite", con valla incluída, donde el acceso está estrictamente restringido a sudafricanos de cierto poder económico y a los turistas extranjeros en general. Desde un pequeño embarcadero se accede a unas barcazas que recorren el estuario en busca de hipopótamos, cocodrilos, águilas pescadoras y algunos tipos de antílopes que difícilmente se pueden observar en otros lugares. 
     
Como mayor atractivo se puede indicar la posibilidad de acercarse a un cocodrilo de más de cinco metros a escasamente 50 cm., siempre dentro de la barca, o la recomendación de que un día te dejes llevar por otros y descanses, que también tiene su valor.