El Títere

 
Definición Historia Tipos de títeres
  Oriente Occidente  
 

OCCIDENTE

La historia de los títeres e el mundo occidental empieza en Grecia y continúa a Roma para despues pasar a Europa y a el resto del mundo.

En Grecia coexistieron los títeres con el teatro de actores, pero relegados a un arte menor. La primera referencia conocida de Grecia data del año 422 a.c. Genofonte explica la visita de un titiritero de Siracusa a la casa del rico ateniense Callias. El teatro de títeres de la época estaba realizado por titereros ambulantes y servía mayoritariamente para divertir a círculos selectos de ciudadanos, aun cuando también se hacían representaciones en plazas públicas. El primer titerero conocido por su nombre se decía Photino y utilizaba títeres de hilo.

Los romanos con su conquista se llevaron las figuras manipuladas a la península itálica. En Roma los títeres fueron una diversión de calle, no siempre podían estar en paz con la censura y la represión del imperio. También los sacerdotes romanos usaban figuras religiosas con mecanismos y tubos para hablar a través de ellas al pueblo. Cuando cayó el Imperio Romano en el s.V d.c., el cristianismo fue la religión oficial. Los titereros hacían sus representaciones por calles y plazas, y al no poder dominar estas pequeñas figuras, la iglesia las utilizó en su beneficio. En un principio la imagen de Cristo era un cordero, pero hacia el siglo VII, empezó a representarse como una persona. Y es aquí dónde aparecen las primeras figuras articuladas religiosas, en las iglesias de la Edad Media.

Hay dos ejemplos que han sobrevivido a nuestros días: el Cristo del pueblo de Limpias (Santander), que mueve los párpados, los labios, los ojos y cambia la expresión de la cara, y el Cristo de Burgos, con la cabeza y los brazos movibles y una piel elástica como la de una persona. También hay la referencia en Francia de las imágenes articuladas de la Virgen Maria, las Pequeñas Maries, de aquí el nombre de marioneta.

En la Edad Media se utilizaban los títeres de hilo y los títeres de plancha, que iban atados a las rodillas y se movían con las piernas. Más adelante se utilizaron los títeres de guante, y las funciones se hacían en unos teatrillos en forma de castillo, de aquí la derivación en Cataluña de castellet, como nombre genérico para el teatrillo de títeres..

A partir del siglo XIV empezaron a tener importancia en Europa, los autómatas o teatros mecánicos, casi siempre relacionados con festividades navideñas. Esta técnica surgida en la antigüedad, consiguió en esta época una gran perfección. No podemos dejar de hablar de la ventriloquia que es de origen antiguo. Se encuentran rastros en el arte egipcio y en la arqueología hebrea. Eurycles de Atenas consiguió ser el más famoso y, por esto, los ventrílocuos griegos fueron denominados los eurycleides, y, también, engastrímanteis, es decir, profetas de la barriga. En Francia, el primero ventrílocuo conocido como tal fue Louis Brabant, criado por el rey Francisco Y, en el siglo XVI. En la primera mitad del siglo XVII, el rey Enrique y el rey Carlos tenían un consejero, el Whisperer (murmurador). La técnica se perfeccionó en el siglo XVIII. También la ventriloquia era conocida y practicada a la India y China. En Europa y los Estados Unidos, la ventriloquia ocupa su lugar en los entretenimientos populares.

A partir del s.XVII surgieron títeres que por su popularidad consiguieron quedar fijados por siempre jamás dentro de l’ historia de la cultura universal. Tenemos el Punch and Judy inglés, el Guiñol francés, el Pulcinella italiano, el Títella catalán...

ITALIA

  • Pulcinella

Podríamos encontrar mas de un centenar de máscaras italianas, pero la más célebre es la de Pulcinella de la Commedia dell'Arte, máscara característica de Nápoles. Esta máscara no designa ningún personaje artístico determinado, sino una colección de personajes, unidos por un nombre, una máscara negra, una camisola blanca y una gorra puntiaguda.

Pulcinella, es por tanto el hombre del pueblo que vive su vida sobre el proscenio de un teatro. Un hombre que disfruta siempre de una carga inagotable de ironía hacia si mismo y hacia los demás.

Vagabundo al que no le gusta fatigarse y prefiere ir tirando con su personal instinto bufonesco, lo encontramos inicialmente haciendo de bufón, primero en la plaza y después en la escena; entrando en el mundo del teatro, entre las máscaras de la Commedia, durante los últimos años del siglo XVI y primeros del XVII. Entonces entró en el teatro de títeres, al principio de hilo y más tarde de guante. Con esta forma se ha extendido, exportada, puede decirse, por el mundo a centenares de teatrillos de teatro de títeres.

Una de las primeras imágenes del Pulcinella-títere la tenemos en un dibujo del siglo XVI: todavía no actúa en el teatrillo y están en la mano del titerero para llamar la atención sobre un producto que quiere vender o para explicar alguna historia.

En el teatro con títeres de guante juegan un gran papel las bastonazos. Cuando Pulcinella intuye que alguien le hace un mala jugada actúa por vía directa. Pero su violencia en el teatro de títeres, (en el cual amenaza y bastonea la gente por cualquier necesidad), sólo es por provocar la risa de los espectadores que lo miran con la ternura que se siente por un niño caprichoso

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  • Pupis Sicilianos

La Opera “deiPupi“es el teatro tradicional siciliano de marionetas. Los pupi se diferencian de las otras marionetas por los argumentos, la mecánica, el estilo figurativo, la organización escénica y la declamación. La mayoría de los argumentos son largas narraciones sacadas de libretos procedentes de la literatura épico-caballeresca, en particular la del ciclo carolingio. El repertorio comprende vidas de bandidos, santos, acontecimientos históricos y argumentos shakesperianos. Las corazas metálicas resplandecientes y ruidosas, y la mecánica apta para representar combates con espada son peculiaridades propias de la obra de los pupi.

Los manipuladores mueven los títeres, los hacen hablar y alguna vez también los construyen; pintan los decorados y los carteles.

Los duelos se efectúan en un teatrillo, desproporcionado para la medida del pupi, y entre dos títeres, un cristiano puesto a la derecha del titerero y un sarraceno a la izquierda del titerero.

Dos personas son suficientes para montar un espectáculo no demasiado ambicioso. Cuando un personaje no anda, durante los combates puede quedar colgado de una cuerda o de una cadena. Todos van accionados por dos fuertes varas, una en la cabeza y otra en la mano derecha, y por algún hilo auxiliar, como mínimo para mover el brazo izquierdo. Su estructura es de madera. Los pupis de Palermo tienen una medida entre80 cm. y 1 m. y pesan unos de 8 kilos. Los pupis de Catania tienen una medida entre 1'10 m. y 1'30 m. y pesan unos 25 kilos.
El espectáculo es cíclico para enganchar al público y hacerlo volver al día siguiente.

Los espectadores habituales se conocen entre ellos, discuten las aventuras durante los entreactos y en ocasiones, al acabar, se esperan para pedir explicaciones al titerero o para criticarle cualquier aspecto de la representación

La duración del ciclo es de varios meses y es una de las características más interesantes del teatro de títeres siciliano, conjuntamente con el hecho de que contribuye a producir una relación muy intensa con los personajes estimados u odiados. La Opera dei Pupi es el teatro tradicional siciliano de marionetas.

INGLATERRA

  • Punch and Judy

Desde la época medieval ha habido tradición titiritera en Inglaterra y hay muchas referencias de los títeres a la época isabelina.

Durante la Commonwealth, del 1642 al 1660, el gobierno puritano cerró todos los teatros, pero los de los títeres fueron arreglándose para sobrevivir y preservar parte de la tradición popular.

Cuando se restauró la monarquía el año 1660, los teatros abrieron sus puertas al público y los artistas extranjeros cruzaron el Canal.

Pietro Gimonde, titiritero de Bolonia, marchó a Inglaterra. El 1662 actuaba en el Covent Garden de Londres. Se puso el nombre de su personaje principal Polichinello, Punchinella y finalmente Punch. Una inscripción en la pared de la iglesia de St. Paul Covent Garden, da noticia de la primera actuación del títere Punch.

A finales del siglo XVII, Punch hacía el mismo papel en el teatro de títeres inglés que Polichinelle hacía al francés; es decir era el payaso local de muchos espectáculos del repertorio nativo.

En aquella época el títere de hilo o marioneta era la clase de títere que más abundaba. Se controlaba desde arriba con los hilos y una varilla en la cabeza. Para disimular los hilos de la cabeza de las marionetas, cubrían el proscenio con una red de cables finos.

Más adelante evolucionaron al títere de guante. Los personajes Punch, hablaban con una voz fuerte y estridente. Para hacer ese efecto el manipulador utilizaba una lengüeta.

En todas las representaciones Punch, a menudo acompañado por su mujer Juana (Judy), tenía el papel principal.

Los teatrillos de los títeres de guante se montaban al exterior de los teatros de títeres de hilo o marionetas como reclamo de aquello que se podía ver al interior mediante el pago de una entrada.

Al desaparecer los teatros, los manipuladores llevaron los teatrillos por las calles. La razón de llevar a Punch por las calles fue, en origen, únicamente económica.

El argumento del espectáculo de guante debe ser muy sencillo puesto que, además de presentarse delante de un público siempre diferente, casual, debe luchar con todos los ruidos de la calle; cualquier sutileza en los incidentes se pierde; la acción de la representación debe ser ágil, debe llamar la atención de los peatones y debe utilizar los movimientos naturales de un títere de guante, que son los movimientos naturales de la mano del hombre.

El esquema tradicional de la obra era el siguiente:

Punch y Judy bailan juntos. Judy deja el niño a Punch para que lo vigile; Punch juega con el niño, pero este no para de llorar y, finalmente, Punch lo tira por la ventana; Judy vuelve, pregunta dónde esta el niño (el público lo dice), y coge un bastón por usarlo contra Punch, este se vuelve, la bastonea y la mata, un policía se presenta para detener a Punch, y este también lo mata; otro personaje aparece y también es bastoneado hasta la muerte. Punch y su amigo el payaso Joey (que no recibe nunca) se entretienen contando los muertos. A veces el fantasma de Judy aparece por provocarle miedo a Punch. Finalmente Punch es detenido y llevado para ser colgado, hace ver que no comprende que debe hacer y pide al verdugo que se lo muestre, ste pone la cabeza dentro del lazo para hacer la demostración y Punch estira la cuerda colgándolo; aparece el demonio, pero Punch también lo burla y así acaba el espectáculo.

Parece increíble pero este espectáculo es recibido con grandes carcajadas.

¿Por qué reímos? No lo sabemos. Es un misterio del alma humana. Punch llena algún instinto profundo de la naturaleza humana y su pequeño drama ha actuado siempre como agente revulsivo sobre la sociedad.

George Speaight.

También relacionamos Punch con otros personajes de Europa. Guinyol en Francia. Kasperl en Alemania. Jan Klaasen en Holanda. Mester Jekel en Dinamarca. Hänneschen a Colonia (títeres de tallo). Los Robertos en Portugal. Petrushka en Rusia.

En Brasil también llegó en el s. XIX, con el nombre de Joao Minhoca.

 
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FRANCIA

  •  El Guiñol Lionés

La gana obliga a Laurent Mourguet a manipular los títeres. Desprendido de la revolución del 1789 hay poco trabajo para los obreros de la seda de Lión. Mourguet se hace marchante, vende agujas, perfumes, remedios milagrosos...

Hacia el 1797, se estabiliza, será arrancador de dientes. En París, en el Pont-Neuf, instala en el asiento del dentista un teatrillo para calmar a los clientes (como no existía anestesia, esto era ya tradición), y representa Polichinelle. Estas representaciones superan en calidad el trabajo de dentista y el 1804 se convierte en titiritero profesional.

Empieza a representar el repertorio italiano y para atraer a los peatones acepta un compañero, Lambert Grègoire Ladré. Este personaje es célebre en Lión y a su región. Se sitúa frente al teatrillo, toca el violín, atrae la atención del público y dialoga con los títeres.

Pero este compañero tiene un defecto, le gusta beber y a menudo desaparece. Mourguet decide sustituirlo por un títere modelado a imagen suya: Gnafron. Es así como nace el primer títere auténticamente lionés.

Más adelante crea otro personaje sustituyendo a Polichinelle: Guinyol. Este protagonista triunfa inmediatamente. Es un reflejo fiel de ellos mismos y de sus problemas. Los guiones giran alrededor de propietarios que exigen cobrar y son bastoneados, de magistrados que hacen su trabajo y son bastoneados...

Sin ser un teatro de pura reivindicación, el teatro de Guiñol del 1852 es un teatro de protesta. Napoleón III se da cuenta de ello y obliga a todos los titereros a pasar sus textos por censura. Por primera vez en el teatro de Guinyol se redactan lasobras.

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ESPAÑA

  • El Titella Català. Catalunya

El sobrino catalán de Punch es el "Titella".

Es un labrador joven catalán, con una mezcla de ingenuidad y de cordura nata, comunes a los títeres héroes en todos los países. Su candor, felicidad y alegria, lo impulsa a toda clase de calamidades de las cuales consigue salir gracias a su astucia, adivinando las estratagemas de sus enemigos o provocando giros en las situaciones. Su vestido se compone de camisa blanca de labrador catalán bajo un chaleco desabrochado, calcetas de terciopelo negro, faja roja y la imprescindible barretina roja.

Cristeta es la protagonista femenina. Tòfol es un galán corto de entendederas. Hay el Demonio y el Guardia Urbano, el único que habla en castellano.

El títere de guante catalán, por su construcción tiene unas características diferentes, por esto se le denomina "tipo catalán".

El vestido inferior, que se llama "alma", va añadido a la pieza del pecho y a las manos. Por lo tanto el títere puede cambiar de vestuario. Una de las manos se puede desenroscar y así ponerle garrotes u otros enseres.

Segundos explica Joan Amades después de una fuerte persecución del teatro de títeres en Barcelona, el año 1844, surgió años más tarde una gran aceptación de este teatro enlazando con la tradición popular. Se representaron obras serias y cómicas. Muchas piezas estaban escritas por los propios titiriteros y ellos mismos las escenificaban. Las obras de títeres del s. XIX, están escritas en catalán, aunque se pueden encontrar muchas de ellas bilingües, a veces uno de los personajes hablaba de tal manera que castellanizaba los diálogos. Hubo en Cataluña varios locales dedicados al teatro de títeres. Fue también muy popular la costumbre de hacer representaciones en medio de un parque o en plazas públicas, donde asistían los padres con sus hijos.

En la zona de habla catalana tenemos los Tirisitis de Alicante y las Teresetes de Baleares

También podemos encontrar títeres de guante en España: Barriga Verde en Galicia; Don Cristóbal en Castilla y la Tía Norica en Andalucía.

Hacia el siglo XVI, aparecieron en España los primeros autómatas.

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La naturaleza trashumante de los titereros y su constante paso de un país a otro, en el mismo continente europeo o cruzando el mar, contribuyó a la expansión de varias formas de títeres, que recogiendo la idiosincrasia de cada pueblo, se adaptaban a su cultura.

Esta posición favorable conseguida por los títeres en el siglo XVIII, traspasó su influencia al siglo XIX. En este siglo el teatro de títeres, aunque fuera un arte marginal, continuó siendo interesante para los intelectuales y artistas de todas partes, y su proliferación fue tanta que empezó a ser también un entretenimiento para niños. Además de las figuras ya consolidadas, surgieron o se desarrollaron nuevas manifestaciones del arte de los títeres que con el tiempo dejaron establecida una tradición, como por ejemplo los pupi sicilianos.

Este siglo marcó tres líneas en el desarrollo de los títeres:

La línea popular, esta vertiente vendía del teatro de títeres tradicional y las compañías actuaban por las plazas y tenían el espaldarazo del gran público.

La línea intelectual en la que se crearon nuevas tendencias en la dramaturgia y en la estética de los títeres.

La línea espectacular en la que la función de los titiriteros era la de sorprender y dejar absorto al público, donde el truco lo era todo. Estas compañías no desarrollaban el arte de los títeres si no que llevaban la mecánica a un alto grado de perfección, tratando siempre que el mecanismo de los trucos permaneciera oculto para los competidores y el público. (Un esqueleto que se desmembraba, el Gran Turco que se convertía en seis niños pequeños, una señora gorda que se transformaba en un globo...). Estos espectáculos se presentaban en cabarets y revistas.

 

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A finales del s. XIX, cuando los empresarios vieron que el público no iba a las funciones en los días de Navidad, inventaron unos espectáculos con bastante tramoya y efectos basados en cuentos tradicionales conocidos, capaces de atraer a los niños y a sus padres. Este fue el primer antecedente del teatro infantil, y así el arte de los títeres fue una alternativa del teatro infantil frente al teatro para adultos.

En el siglo XX, resurgió como un teatro de títeres verdaderamente artístico. Se crearon grandes compañías. Los títeres se introdujeron en los medios de difusión masiva, -cine, televisión -. En estos medios es dónde se empezó a utilizar los animatronics, títeres dirigidos con mandos a distancia.

Por otra parte, desde las primeras décadas se vio la posibilidad de incorporar los títeres en el proceso educativo, e incluso usarlos como vehículo de comunicación en ciencias modernas como la psicología y la sociología. Los títeres se unieron al creciente desarrollo del siglo

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  • Títeres: historia, teoría y tradicion. Freddy Artiles. Ed. Librititeros. 1998
  • Les grans tradicions populars: ombres i titelles. Monografies de Teatre n.7. Institut del Teatre de Barcelona. Ed. 62 – 1977
  • El Teatre d’ombres d’arreu del món. Les grans tradicions. Monografies de Teatre n.14. Institut del Teatre de Barcelona. Ed. 62 – 1984
  • http://j.orellana.free.fr/index.htm
  • La colección de títeres del Instituto del Teatro de Barcelona. Anna Vázquez Estévez. Revista Galega de Teatro.1997. n.17