Vida en el interior de la MIR
En la MIR se realizaba un plan de vuelo cada día y se revisaba constantemente, el plan abarcaba las diversas actividades a realizar en los diferentes módulos durante los próximos cinco días, pero siempre dejando un alto grado de autonomía a los cosmonautas que podían ajustar el tiempo para dedicarse a cada actividad según sus necesidades.
El comandante Yuriy I. Onufriyenko en la misión MIR-21, que tuvo una duración de 140 días.
El día comenzaba a las 8 de la mañana, hora de Moscú, y se extendía hasta las 11 de la noche, dejando a la tripulación nueve horas para dormir.
Normalmente se trabajaba cinco días y se descansaban dos, los días de descanso solamente se realizaban los ejercicios físicos (dos horas cada día) y simples tareas de limpieza de la nave.
El astronauta norteamericano Norm Thagard durmiendo en su cabina de la MIR en julio de 1995.
El suelo del área de operaciones estaba cubierto con una moqueta verde, las paredes tenían luces también verdes y el techo tubos fluorescentes blancos. El diseño de los equipos y zona de trabajo se había ideado para reforzar el concepto arriba-abajo y la zona de vivienda estaba decorada con suaves colores pastel para dar una sensación agradable.
Al fondo la escotilla de comunicación.
Ducha individual a bordo.
Retrete espacial.
Los tubos de ventilación siempre presentes.
Durante el trabajo los instrumentos lo invaden todo.
Cientos de cables atraviesan las escotillas.
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