Departamento de Tecnología IES CAN PLANAS Catala.

Can Planas, Portada, Nosotros, #Materiales, Tecnología, Mapa.
Básicos, #Componentes, Mecanismos, Máquinas.
Ferreterías, Bricolaje, Imanes, Unión, Tuberías, Electrónica, Láseres, #Pilas, Iluminación, M. Eléctrico.

Pilas y acumuladores
Konnoc
Pilas recargables de Ni-Cd.
www.konnoc.com

Panasonic
Pilas recargables de Ni-Cd, de litio, de niquel-metal hidruro, de litio ión y de plomo ácido.
www.panasonic-batteries.com
www.tempel.es

Varta
Pilas alcalinas.
www.varta.com

Kodak
Pilas alcalinas.
www.kodak.es

Sonnenschein Lithium
Baterías de litio.
www.sonnenschein-lithium.de

Philips
Pilas alcalinas.
www.philipsbatteries.com

Quick Energy SL
Cargador múltiple para pilas botón.
www.quick-energy.com
 

1. Limitaciones de las pilas

Uno de los problemas principales de las pilas es que en el proceso de transformación de la energía no se transfiere toda la potencia posible por culpa, principalmente, de pérdidas por efecto Joule (Calentamiento), relacionadas con la resistencia de los materiales. Para contrarrestar este fenómeno, los fabricantes intentan utilizar electrolitos cada vez menos resistivos y al mismo tiempo económicos. Dicho efecto resistivo aumenta a medida que las pilas se descargan, lo que produce un calentamiento adicional de las mismas que puede llegar, en casos extremos, a dañar los electrodos del aparato.
 

2. La autodescarga

Es uno de los problemas más importantes, sobre todo en el caso de pilas recargables. En la actualidad, las unidades alcalinas no recargables tienen un soporte de vida muy alto, llegando a retener más del 80% de la capacidad originaria incluso después de 5 años de almacenaje. Sin embargo, las recargables, más volátiles, tienden a perder hasta el 20% de su capacidad al año. Dejando al margen el incoveniente obvio que produce en el usuario, la autodescarga implica una reacción química en el interior de la pila, creando pequeñas corrientes que afectan a la memoria de los dispositvos, así como a los sensores. En casos extremos, se puede producir la fuga del electrolito debido a la oxidación electroquímica. Si perfora el contenedor del ánodo, daña el interior de nuestro equipo. Para evitar estos problemas, es recomendable que, cuando no las utilicemos, procuremos evitar el contacto de los electrodos de la batería con materiales conductores.
 

3. Efecto memoria

El efecto memoria se produce en las baterías recargables (algunas marcas han lanzado al mercado acumuladores sin dicho efecto memoria) y significa que las pilas sólo recargan la porción que está descargada, es decir, si recargamos una pila que todavía tiene disponible parte de su energía, sólo se almacenará una porción menor del total de su capacidad; si volvemos a recargarla, en las mismas condiciones, se reducirá gradualmente su carga hasta llegar a ser inservible. Para la adecuada conservación de los acumuladores hay que recargarlos sólo cuando su energía se ha agotado completamente.
 

4. Cómo alargar la vida de las pilas

La forma en que usemos nuestros aparatos influye decisivamente en la vida de las baterías. Aunque algunas resistan bien bajas temperaturas, si trabajamos en un clima extremadamente frío conviene resguardar la máquina. Además, debemos recordar que, cuantas más funciones tenga, consume más energía. Por supuesto, el ahorro de energía es muy importante en la conservación de las baterías.
 

5. Consejos de mantenimiento

Las pilas necesitan unos mínimos cuidados para que funcionen correctamente. Debemos leer las instrucciones del fabricante, especificadas en el envase, y colocar las baterías atendiendo a la polaridad. Además, en ningún caso hay que mezclar las pilas gastadas con nuevas. Cuando las cambiemos, debemos utilizar otras del mismo tipo y tamaño. El compartimento del aparato donde se colocan tampoco debe descuidarse. Puede necesitar una limpieza, en la que resulta muy útil una goma de borrar, teniendo cuidado de no contaminar otras zonas con el polvo que desprende su empleo.
 

6. Las pilas recargables

Las pilas recargables tienen la ventaja de poder cargarse un número finito de veces, lo que supone un ahorro considerable para el consumidor. En esta clase, el producto químico de los electrodos puede volver a su forma original, haciendo pasar una corriente eléctrica en la dirección opuesta a la del funcionamiento normal de la pila. De ahí la necesidad de utilizar transformadores como recargadores, que para crear esta corriente por ruptura necesitan un voltaje mayor que el de la propia batería. A pesar de estas ventajas, las unidades recargables exigen mayor cuidado en su uso diario para poder aprovecharlas al máximo. Nunca debemos recargarlas tras una descarga parcial (sin dejarlas totalmente sin energía), ya que la capacidad de la pila va disminuyendo cada vez. Este fenómeno se denomina efecto memoria, y es causado por el remanente de energía que queda en la pila, que se corrompe a la hora de recargarla. Finalmente, es muy importante no exceder el tiempo de recarga, ya que si seguimos "rellenando" una unidad que ya está completa, lo único que conseguiremos es dañarla por una sobrecarga.
 

7. Recogida de pilas

Aún hoy el destino final de la mayor parte de las pilas sigue fuera de todo control. La recogida de estas pilas ha sido dejada en España al arbitrio de las diferentes administraciones regionales y locales.

La campaña de recogida de pilas boton del Ministerio de Obras Públicas fue un verdadero fracaso (en año y medio se recolectaron 1.700.000 pilas y en un año se comercializan en España entre 13 y 15 millones). Obras públicas tampoco se encargó de habilitar ningún sistema de reciclaje de pilas, que simplemente están siendo almacenadas en bolsas de poletileno y en bidones en los depósitos de seguridad de Alcalá de Henares.

Algunas campañas han funcionado mejor (como las de las Mancomunidades de Pamplona y Montejurra) con cajitas de recogida en los establecimientos y contenedores como los del vidrio en las calles.

También grupos ecologistas han puesto en marcha sus propias iniciativas de recogida y la Entidad Metropolitana de Barcelona ha fundado TERSA (empresa mixta en la que también participan Obras y Servicios Hispania Babcok-Wilcox, Vanroll e Hidroeléctrica de Cataluña) la primera empresa de su género que se dedica al reciclaje de pilas botón. Además el Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia de la Universidad de Barcelona se ha encargado de desarrollar para la Entidad Metropolitana un proyecto tecnológico (una pequeña planta de reciclaje que recupera el 100 por 100 del mercurio y la plata contenidos en las pilas botón, con un proceso extremadamente limpio, e inertiza el resto de los metales pesados mediante un proceso de vitrificación. De la venta de la plata se amortiza, en parte, el gasto. El reciclaje de cada kg de pilas, unas 500, cuesta unas 800 pesetas y se tratan 25 kg al día).

TERSA negocia la instalación de nuevas plantas en Bilbao, Valencia, Madrid, Sevilla y Canarias. Si fuera así se podrían reciclar todas las pilas botón que se recogen, no las que se comercializan en España.

Se consideran peligrosas por su alto potencial contaminante, todas las pilas que contienen mercurio o cadmio.

Poseen un alto contenido en cadmio las recargables y una proporción importante de mercurio la mayor parte de las pilas botón.

Las pilas botón de mercurio son las más contaminantes y se emplean en audífonos, relojes de cuarzo y electrónicos y en juegos electrónicos de bolsillo (que muchas veces al romperse van a la basura junto con el juego). También son de mercurio, y muy contaminantes, las pilas de gran tamaño que se utilizan en las cámaras fotográficas más viejas.

Poseen mercurio además de estas pilas las de óxido de plata que son, despúes de las de botón, las más difundidas (para relojes analógicos y para los fotómetros de las cámaras) y las pilas alcalinas (cilíndricas de larga duración que se usan en radios de bolsillo, grabadoras, radio casetes, linternas y las rectangulares paras el mando a distancia del video o la televisión).

Una sóla pila de mercurio puede contaminar 600.000 litros de agua y una alcalina 167.000 litros (un hombre toma durante toda su vida unos 135.000 litros de líquido, 5 litros al día durante 75 años).

Las pilas de la basura que van a parar a vertedero acaban oxidándose y dejando escapar el mercurio que finalmente se mezclará con las aguas (residuales o no) y se descompondrá en metilmercurio que es un compuesto bioacumulable (que se concentra en toda la cadena trófica desde los pequeños seres vivos hasta el hombre).

Ya se comercializan pilas alcalinas sin mercurio pero hay que estar muy pendientes a la hora de su compra porque muchas veces los comerciantes las etiquetan de ecológicas sin indicar su contenido real en mercurio.

Debemos usar pilas recargables que aunque son mucho más caras en principio a la larga salen más económicas (al poderse recargar miles de veces) y son más ecológicas ya que producen muchos menos residuos. Si seguimos con nuestra idea de usar pilas desechables debemos optar por las "de toda la vida" compuestas por carbón y cinc, que además de ser las más económicas contienen una parte insignificante de mercurio y si llegasen a la basura contaminarían como cualquier otro objeto metálico. Si necesitamos pilas botón de mercurio podemos sustituirlas por las de "cinc-aire" que tienen un bajo contenido en mercurio.

En definitiva, optando libremente por la pila que mejor creamos, debemos tener en cuenta que todas hay que devolverlas por su alto nivel contaminante (especialmente del agua) para que las autoridades competentes se hagan cargo de su posterior reciclaje.

 
*