EL PERÍODO FRANQUISTA

Cuenta Joaquín Pérez Catalán en su libro "Campos de Arenoso, notas de un campero" el siguiente suceso:

En 1947 el Gobierno de Franco preparó un referéndum con el ánimo de dar visos de legalidad democrática al Régimen, a sabiendas de las circunstancias de aquellos momentos que condicionaban el ejercicio de la voluntad individual.

Los componentes de las mesas electorales debían ser adictos al Régimen o, cuanto menos, "personas de orden". Escasos debían ser los camperos que cumplían la primera condición, así que se pensó en echar mano de los otros.

Celebradas las votaciones, se hizo el recuento de votos. Una mayoría decía "no", ¿Cómo iban a consignar en el Acta que Campos no quería al Caudillo de España?

Uno de los componentes de la mesa propuso retocar el Acta, y esta decisión fue seguida por los demás, excepto uno, que se negó a hacerlo.

El desconcierto cundió entre las autoridades municipales, que debieron consultar en Viver sobre la solución a adoptar. Se desplazaron a Campos un sargento y un número de la Guardia Civil, y tras oir al componente de la Mesa en sus trece, se acordó remitir el Acta a Viver tal y como estaba, con el consabido temor de lo que pudiera pasar.

Pasaron años y lo sucedido fue pasando al olvido.

A finales de los cincuenta los camperos suspiraban por "llevar luz al pueblo", hasta entonces escasamente iluminado por el viejo generador del Molino.

Se consiguió una entrevista con el Presidente de la Diputación de Castellón, político con influencia. Cuentan que, al ser recibidos, éste les preguntó:

- Y ustedes, ¿de qué pueblo dicen que son?

- Pues mire usted, somos de Campos de Arenoso- respondieron.

- ¿De Campos de Arenoso? ¿El pueblo que dijo no a Franco?

Los interpelados se miraron entre ellos y dudaron antes de responder, temiendo por el fracaso de su gestión.

- Bueno, bueno, no tiene mayor importancia. Veremos qué se puede hacer.

Los Camperos marcharon de allí con escaso optimismo. Parece ser que sus temores fueron infundados: pocos meses más tarde la luz eléctrica se instaló en el pueblo.

Pero también es cierto que debieron existir personajes adictos al Régimen, sobretodo de la Sección Femenina, si bien, no debían contar con el apoyo de los cargos locales, como podemos observar en un diario de la Regidora Local de Organizaciones Juveniles de Campos.

Camarada comarcal de O. J. de Viver.

Querida Camarada: Te adjunto la relación y datos que me pides de la Regidora de O.J.

Nombre y apellidos: Antonia Pérez Balaguer. Información que de ella me pides: buena y Católica, que ha sido perseguida por la orda marxista y sus antecedentes no pueden ser mejores. Los familiares buenos y siempre derechistas. También te mando la fotografía que de ella me pides.

Por Dios, España y su Revolución Nacional Sindicalista

Campos 29-2-1940

La Delegada Local

Camarada Jefe del Departamento de Personal.

Querida camarada: Te comunico que de este pueblo no podemos ir ninguna al curso de Divulgación Sanitaria, por carecer de medios y el Sr. Alcalde no quiere contribuir en nada, y yo me encuentro delicada y no puedo asisitir.

Por Dios, Por España y su Revolución Nacional Sindicalista.

Campos de Arenoso 29 Sept 1941

La Delegada Local

 

 

 
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