Los
árabes llegaron aproximadamente en el año 1001, procedentes
de Jérica y construyeron el Castillo de la Viñaza,
con el fin de defenderse de los ejércitos invasores de Aragón.
Habitaban
el castillo, y los nativos del lugar vivían en chozas en
los alrededores.
Los
moros cobraban diezmos (una décima parte de la cosecha) a
los nativos, a cambio de la protección que suponía
la construcción. De esta relación, aprendieron de
los árabes el cultivo de la tierra utilizando sistemas de
regadío.
|
|
En
1229 se firmó un pacto entre el rey aragonés Jaime
I el Conquistador y el Saiyid Abú Zayd, que había
sido rey moro de Valencia y fue destronado al renegar de su religión
y convertirse al cristianismo.
El
pacto entre ambos consistía en que, de todas las tierras,
lugares y villas que el Saiyid conquistase, daría una cuarta
parte al rey Don Jaime a cambio de que éste le protegiera
y defendiese de sus enemigos moros, que se habían rebelado
contra él tras su conversión al cristianismo.
El
Arenós fue tomado, al parecer, antes de que comenzara la
conquista cristiana del reino. Los moros sublevados contra Zeit
probablemente habían ocupado el castillo y fueron sitiados
por las fuerzas cristianas que, tras varios asedios, y animados
según cuenta la popular leyenda por la Virgen a seguir con
el cerco, lograron rendir a sus ocupantes. Tras conseguirlo, y en
reconocimiento a la Virgen, se construyó en la falda de aquella
montaña la ermita de
Ntra. Sra. de los Ángeles, que hoy sigue en pie como
testigo de aquel acontecimiento.
|
|