¿Qué
pasó cuando los invasores Cro-Magnon se encontraron con los Neanderthal?
Sólo sabemos cuál fue el resultado final de ese encuentro:
a los pocos miles de años, no había más Neanderthal.
La conclusión que a mí me parece inevitable es que la llegada
de los Cro-Magnon fue, de alguna manera, la causa de la extinción
de los Neanderthal. Algunos antropólogos se erizan ante esta acusación
de genocidio e invocan posibles cambios ambientales, por ejemplo un empeoramiento
del clima frío. Eso
no explica por qué los Neanderthal medraron y prosperaron durante
la glaciación, pues desaparecieron 42.000 años después
del inicio de esa Edad de Hielo y 20.000 antes de su finalización.
Mi opinión
es que los sucesos de Europa en tiempos del Gran Salto Adelante deben
haber sido similares a otros hechos que han ocurrido repetidamente en
el mundo moderno toda vez que un pueblo más numeroso y con una
tecnología más avanzada invade las tierras de otro pueblo
menos numeroso y con una tecnología menos desarrollada. Así,
por ejemplo, cuando los europeos invadieron Norteamérica, la mayor
parte de los indios murió a causa de las epidemias; la mayor parte
de los que sobrevivieron a las epidemias fueron asesinados o empujados
fuera de sus tierras; algunos adoptaron la tecnología europea (caballos
y armas de fuego) y lograron resistir durante algún tiempo más,
sólo para que sus descendientes fueran arrojados luego a las tierras
que los europeos desdeñaban o se entrecruzaran con los invasores
en matrimonios mixtos.
El desplazamiento
de los aborígenes australianos por los colonos europeos, así
como el de la población original bosquimana de Sudáfrica
por parte de los invasores de lengua bantú, que ya se encontraban
en la Edad de Hierro, siguieron unas pautas muy parecidas al caso norteamericano.
Por analogía, supongo que los Neanderthal deben haber padecido
epidemias contagiadas por los Cro-Magnon y que deben haber sido asesinados
y desplazados de sus tierras por ellos.
A
primera vista puede parecer paradójico que los Cro-Magnon triunfaran
sobre los fornidos Neanderthal, mucho más fuertes y musculosos,
pero las armas cuentan en esto más que el vigor de los brazos.
También puede sorprendemos, por eso, que sean los humanos los
que están a punto de extinguir a los gorilas en Africa Central
y no al revés. La gente muy musculosa también necesita
mucha comida, y están en desventaja si otros más canijos
suplen su menor fuerza con herramientas mejores.
Como los indios,
algunos Neanderthal deben haber aprendido las costumbres de los Cro-Magnon
y habrán logrado resistir durante algún tiempo. Esta
es la única explicación que yo le encuentro a una desconcertante
cultura llamada Chatelperroniana, que durante algún corto tiempo,
después del arribo de los Cro-Magnon, coexistió en Europa
Occidental con la típicamente cromagnona cultura de Aurignac.
Las
herramientas de piedra de Chatelperron son una mezcla de Neanderthal
y Cro-Magnon, pero en cambio faltan los utensilios de hueso y el arte
típicos de los Cro-Magnon. La identidad de la gente que produjo
la cultura de Chatelperron fue discutida por los antropólogos
hasta que un esqueleto, desenterrado en Saint-Césaire (Francia)
y que tenía consigo utensilios Chatelperronianos, resultó
tener la estructura ósea típica de un Neanderthal. Es
posible, entonces, que algunos Neanderthal hayan aprendido a manejar
y construir herramientas del tipo Cro-Magnon, lo que les permitió
sobrevivir más tiempo que sus congéneres.
Lo
que seguimos sin saber es el resultado de aquella experiencia de
entrecruzamiento sexual de la supuesta novela de ciencia ficción
imaginada más arriba. ¿Se aparearon algunos de los
Cro-Magnon invasores con las mujeres Neanderthal? No se conoce ningún
esqueleto hasta ahora que pueda haber pertenecido a un mestizo Neanderthal-Cro-Magnon.
Es posible que si la conducta de los Neanderthal era tan rudimentaria
y su anatomía tan diferente, pocos Cro-Magnon se hayan sentido
tentados a acercarse a ellos con propósitos amorosos. Y si
las hembras Neanderthal estaban preparadas para embarazos de 12
meses de duración, el feto híbrido no podría
haber sobrevivido. Me inclino por lo tanto a tomar las pruebas negativas
tal como vienen, y aceptar que el entrecruzamiento, si es que lo
hubo, fue excepcional, y que por lo tanto ya nadie lleva hoy en
su sangre los genes de los Neanderthal.
Esto,
por cuanto hace al Gran Salto Adelante en la Europa Occidental.
El reemplazo de los Neanderthal por gente más moderna ocurrió
un poco antes en Europa Oriental, y aún más tempranamente
en Cercano Oriente, donde la posesión de una misma área
aparentemente ocasionó un repentino cambio de manos entre
Neanderthal y modernos, entre los años 90.000 y 60.000 antes
de nuestra época. La lentitud de esa transición en
Cercano Oriente -sobre todo si se la compara con la rapidez con
que se dio en Europa Occidental- sugiere que ciertos hombres que
vivían en esa zona.-y que anatómicamente eran modernos,
quizá no poseían aún las conductas modernas
que en definitiva fueron las que le permitieron finalmente desalojar
a los Neanderthal.
Tenemos
por tanto un esquema tentativo de un pueblo anatómicamente
moderno que aparece en Africa hace 100.000 años, pero que
en un principio hace el mismo tipo de herramientas que los Neanderthal,
y no tiene por lo tanto ninguna ventaja respecto de ellos. Pero
hace quizás unos 60.000 años, cierto mágico
cambio de
conducta se añadió a su anatomía moderna. Este
cambio o giro de su carácter -del cual pronto volveremos
a hablar- dio lugar a una clase de gente innovadora, plenamente
moderna, que en Europa pronto se propagó hacia el Oeste suplantando
a los Neanderthal.
Es
muy, posible que también avanzaran hacia el Este, penetrando
en Asia y en lndonesia, suplantando a la gente que había
allí y de la cual sabemos muy poco. Algunos antropólogas
opinan que los cráneos de aquellos asiáticos e indonesios
primitivos muestran rasgos similares a los de los actuales asiáticos
y a los de los aborígenes australianos. De ser así,
puede que aquellos invasores modernos no hayan exterminado a los
primitivos asiáticos, como pasó con los Neanderthal,
sino que se hayan entrecruzado con ellos.
Hace
dos millones de años, varios linajes protohumanos existieron
uno junto al otro hasta que una gran confrontación dejó
sólo a uno de ellos con vida. Ahora parece que una confrontación
similar volvió a entablarse desde hace unos 60.000 años,
y que todos nosotros descendemos del ganador de esa confrontación.
¿En qué consistió ese Cambio Mágico
que le ayudóa nuestro antepasado a ganar?
Esa
pregunta plantea un puzzle antropológico que no tiene aún
una respuesta aceptada por todos. Usted puede especular acerca de
la respuesta igual que lo hago yo. Para ayudarle, déjeme pasar
revista a las piezas de ese puzzle. Algunos grupos de humanos vivían
en Africa y en Cercano Oriente hace unos 60.000 años y eran
anatómicamente modernos, pero su conducta aún no era
moderna, y continuaron haciendo herramientas como las de los Neanderthal
y careciendo de innovación. El Cambio Mágico que produjo
el Gran Salto Adelante no se evidencia en sus esqueletos fósiles.
Pero
hay otra forma de encarar este puzzle. Recuerde que compartimos
B el 98 % de nuestros genes con los § chimpancés. A
juzgar por sus esqueletos, esos africanos que hacían herramientas
tipo Neanderthal antes del Gran Salto habían recorrido ya
casi toda la distancia genética entre los chimpancés
y nosotros; quizá compartían con nosotros un 99,9
% de sus genes. Sus cerebros eran tan grandes como los nuestros,
y los de los Neanderthal hasta un poquito mayores. El Cambio Mágico
puede haber sido una mutación en sólo un 0,1 % de
nuestros genes. ¿Qué cambio tan pequeño pudo
haber tenido consecuencias tan enormes?
Al igual que otros que se han hecho la misma pregunta sólo he podido encontrar una respuesta plausible: la base anatómica para un complejo lenguaje hablado. Los chimpancés, los gorilas y hasta los monos pequeños son capaces de comunicación simbólica, que no se basa en palabras habladas. Tanto a los gorilas como a los chimpancés se les ha podido enseñar a comunicarse por medio de un lenguaje de signos, y los chimpancés han aprendido a comunicarse mediante las teclas de una gran consola controlada por un ordenador. Algunos grandes monos han podido manejar "Vocabularios" de centenares de símbolos. Aunque los científicos discuten hasta qué punto esa comunicación se parece al lenguaje humano, lo que está fuera de duda es que se trata de una forma de comunicación simbólica. Es decir, un signo determinado o una tecla de un ordenador simbolizan algo más, y algo muy particular.
Los primates pueden usar como símbolo no sólo signos gráficos o teclas de ordenador, sino también sonidos. Cierto manita verde de Africa llamado "vervet" (Cercopithecus pygre rythrus) tiene en estado salvaje una forma natural de comunicación simbólica basada en gruñidos que emite con distinto sonido para simbolizar "leopardo", "águila" o "serpiente". Una chimpancé llamada Viki, adoptada por un psicólogo y su mujer cuando sólo tenía un mes de edad y criada como si fuera prácticamente su hija, aprendió a "decir" algo parecido a cuatro palabras: "papá", "mamá", "taza" y "arriba" (en inglés estas dos últimas palabras son muy sencillas: cup y up) , si bien hacía un ruido como si respirara más que hablar. Dada esta capacidad, ¿por qué los grandes monos no han desarrollado por sí mismos un lenguaje natural más elaborado?
El gran cambio representado por los Cro-Magnon se manifiesta en la innovación y en particular en la existencia de un arte diversificado. Así, por ejemplo, si bien fueron frecuentes las Venus (símbolos de fertilidad con figura femenina), las de Wielensdorf (abajo) no se parecen mucho a las de Menton (más abajo) o a las de Grimaldi (al final).
La respuesta
parece tener que ver con la estructura de la laringe, la lengua y otros
músculos asociados, y que en conjunto nos dan un fino control sobre
los sonidos hablados. Como un reloj suizo, nuestro aparato vocal depende
de un preciso funcionamiento de muchas partes. Los chimpancés son,
por ejemplo, físicamente incapaces de pronunciar varias de las
vocales. Si nosotros estuviéramos también limitados a unas
pocas vocales y consonantes, nuestro vocabulario se vería muy reducido.
Así, pues, el Cambio Mágico puede haber consistido en algunas
modificaciones en el aparato vocal de los protohumanos que les dio un
control más fino de sus músculos y les permitió formar
una variedad mucho mayor de sonidos. Esas modificaciones pueden haber
sido tan sutiles que de ningún modo se reflejan en los huesos fósiles
y son indetectables para los antropólogos.
Es fácil
apreciar cómo un pequeño cambio en la anatomía, pero
que afecta la capacidad de hablar, puede producir un gran cambio en la
conducta. Contando con el lenguaje, sólo lleva unos pocos segundos
transmitir el mensaje "Vete por detrás del cuarto árbol
y espanta a aquel antílope hacia aquella peña rojiza, tras
la cual yo me habré escondido para lancearlo cuando pase".
Sin lenguaje, es completamente imposible transmitir ese mensaje. Sin lenguaje
dos protohumanos no pueden discutir acerca de cómo lograr una herramienta
más eficaz, o hablar de lo que significa una pintura en una cueva.
Sin lenguaje, para un protohumano le sería incluso dificil imaginar
por sí mismo un nuevo instrumento.
No estoy
diciendo que el Gran Salto Adelante comenzó inmediatamente después
de que aparecieran esas mutaciones en laringe y lengua. Aun contando con
la anatomía adecuada, a los humanos debe haberles costado miles
de años llegar a perfeccionar la estructura de un lenguaje tal
y como nosotros lo entendemos ahora y a desarrollar un vocabulario. Pero
si el Cambio Mágico consistió en cambios de nuestro aparato
vocal que permitieron un lenguaje más complejo gracias a un control
más fino de los sonidos, entonces esa capacidad de innovación
que caracteriza al Gran Salto Adelante tenía que llegar más
tarde o más temprano. Fue la palabra hablada la que nos hizo libres.
Esta interpretación
explica, me parece, la falta de indicios de que hayan existido híbridos
de Neanderthal y Cro-Magnon. El habla es de una trascendental importancia
en las relaciones entre los hombres, las mujeres y sus hijos. No niego
que gente sorda o muda pueda aprender a funcionar bien en nuestra cultura,
pero ellos lo hacen aprendiendo a encontrar alternativas a un lenguaje
hablado ya existente. Si el lenguaje de los Neanderthal era mucho más
simple que el nuestro o no existía, no hay que sorprenderse de
que los Cro-Magnon rehusaran asociarse a ellos.
He dicho
antes que ya éramos completamente modernos en anatomía,
en conducta y en lenguaje hace unos 35.000 años, y que si un Cro-Magnon
hubiera tenido quien le enseñara podría haber aprendido
a pilotar un avión. ¿Por qué, entonces, tardamos
tanto, después del Gran Salto Adelante, en inventar la escritura
o en construir el Partenón? Eso es como preguntar por qué
los romanos, que fueron sin duda alguna grandes ingenieros, no llegaron
a fabricar bombas atómicas. Para llegar al punto de fabricar una
bomba atómica hacen falta 2.000 años de avances tecnológicos
a contar desde el nivel de los romanos, entre ellos la invención
de la pólvora y del cálculo infinitesimal, el desarrollo
de la teoría atómica y la separación del uranio.
Del mismo modo, la escritura o el Partenón dependieron de decenas
de miles de años de desarrollo acumulado después del Gran
Salto Adelante, desarrollo que incluyó avances como la domesticación
de animales o el cultivo de plantas, entre otros muchos.
Hasta el
Gran Salto Adelante, la cultura humana se desarrolló durante millones
de años con la lentitud de un caracol, y ese ritmo estaba dictado
por la lentitud inherente a los cambios genéticos. Pero después
del Gran Salto Adelante el cambio cultural ya no dependió de cambios
genéticos. A pesar de que en este tiempo los cambios anatómicos
fueron insignificantes, ha habido más evolución cultural
en los últimos 35.000 años que en los millones de años
anteriores. Si un visitante de otros mundos hubiera llegado a la Tierra
antes del Gran Salto Adelante, los humanos no le habrían parecido
tan especiales entre tantas otras especies de este planeta. A lo más,
nos habría mencionado junto con los castores, los pájaros
carpinteros y las hormigas marabunta, como ejemplos de especies con costumbres
curiosas. ¿Quién podría haber previsto, entonces,
ese Cambio Mágico que muy pronto había de hacer de nosotros
la primera de las especies animales, en toda la historia de la Tierra,
capaz de destruir todas las demás formas de vida?
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Artículo de Jared Diamond, revista DISCOVER, 1989, recuperado de la revista ALGO, Javier Arrimada, agosto de 2003