Tras la presentación de la materia de tipología textual, procedemos al primer intento de definición de concepto "texto":
Un texto es un conjunto de signos lingüísticos usados por una persona para construir un significado. La finalidad de un texto es comunicar algo a alguien.
De acuerdo con esta definición de texto, que nos resultaría difícil rebatir, no parece existir ninguna razón para distinguir entre "comunicaciones escritas" y "comunicaciones orales": en los dos casos usamos signos lingüísticos para construir un significado, esto es, crear un mensaje, que dirigimos a alguien. Así pues, coherentes con la descripción propuesta, debemos considerar que tanto los mensajes orales como los escritos constituyen textos.
Ahora bien, no podemos pasar por alto una diferencia esencial entre uno y otro tipos de textos. Nos referimos al hecho de que los textos orales, en general, constituyen comunicaciones "cara a cara", esto es, el emisor y el receptor comparten el mismo espacio y el mismo tiempo; los textos escritos, en cambio, no. Esta diferencia no niega que unos y otros sean textos, pero para compensar esta falta de coincidencia espacio-temporal entre emisor y receptor, la comunicación escrita está sujeta a reglas más elaboradas que los textos orales o comunicación oral. No olvidemos que los principios y reglas de escritura existen para asegurar que el mensaje transmitido y la intención del autor se mantienen en el texto y se transmiten sin ambigüedades.
Tras esta pequeña introducción, veremos que estamos en disposición de aportar una definición de texto más acorde con nuestra experiencia:
Un texto es una transacción lingüística entre emisor (autor) y receptor (oyente o lector). Cada texto construye un diálogo entre autor y lector. La expresión de las intenciones del autor y las interpretaciones |
ores exigen el conocimiento de las convenciones textuales.